29 de enero de 2010

CURA DE HUMILDAD

A mis hijos: Emiliano, Leandro y Alexis.

No encuentres en la vida al verbo,
búscalo siempre.
No creas lo que ves, ni lo que oyes.
Ten atentos tus sentidos abiertos.
Dale oxígeno a todas tus esquinas.
Nunca seas inocente como los asesinos.
No cambies tu barca de madera,
por embarcaciones de última tecnología.
Anda siempre tu ruta, no te arrepientas.
Hay hombres hijo mío,
que vagan por el valle lujoso de sus sueños.
Nunca esperes a nadie,
que los amigos llegan,
serenos y distantes, mas ciertos, más amantes.
No estés triste, ni tampoco contento.
Cambia los años por el tiempo.
No preguntes, aguarda las respuestas.
Corta por las mañanas glicinas blancas,
que adornen nuestra mesa
Y después descansa.
Manso espera el alba.

Lucía Serrano

VIDA COTIDIANA - MIGUEL OSCAR MENASSA

Cuando el coloso aullante de la duda
abandone mi extraño corazón,
seré el amante que ambicionan tus ojos.
El cruel amante negro,
el que te mata y muere cada vez,
la más remota capa de la tierra
y el silbido ululante del corazón del tiempo.

Soy el futuro, amante, que te espera,
el tiempo envuelto en luces,
la mañana espectral de las horas que pasan, rota,
parcialmente dañada la cara de la muerte,
por el feroz encuentro,
donde mi corazón late al compás,
de los latidos negros del corazón del sol.

Seré, cuando el gigante malherido muera,
misterioso sacerdote en tu vientre abierto
oficiando el milagro de la carne.
Conteniendo la herida del negro vacío
cuyo compás marca nuestro compás-
arrojo en él, pedazos de mi carne transformada
-para que fuera posible la ceremonia-
en palabras.

Engarzo,
dirigido por los dioses inmensos de la duda,
en cada palabra una gota de sangre, leve sudor,
lágrima pequeña y enamorada, gota de semen.
Hago estallar en pleno vientre,
del sol que no nos pertenece -su vacío negro-
esa luz.

Venid, danzad conmigo,
danza de los violines que nunca morirán.
Venid, quemad la noche,
hogueras del amor despedazad el alba.
Luz, palabras como luz.
Luz, amores como luz.
Negrura como luz.
Ceguera como luz.
Luces, como locuras iluminadas.

Del libro: "La patria del poeta"
Miguel Oscar Menassa

25 de enero de 2010

RUBAIYAT - OMAR KHAYYAN (Siglo XI)

Hoy, el mañana no está a tu alcance
Y locura es pensar en el mañana.
Del resto de la vida no sabemos el precio.
¡Lánzate a amar, no pierdas este instante!

Como agua en el arroyo o viento en el oasis,
Los días uno, dos y tres del paso de la vida.
Más hay dos días que no turban mi juicio:
El día que ha de ser y el día que ha partido.

Si por un instante la forma de la naturaleza se ajusta a ti,
vive alegre aunque alguna injusticia te alcance.
Sé como los sabios, que el origen de tu cuerpo
aliento es y polvo, y brisa y viento.

22 de enero de 2010

CUMPLIR 60 AÑOS PRISIONERO

Al Grupo Cero

Prisionero soy de una larga condena

porque la palabra no otorga libertad.

Digo huella y huella se hace carne en mí,

arrugas con el tiempo, dolores del amor.

Huella, te digo y existen los caminos,

huella de mí y, al menos, en soledad

algún sendero, algo, habré conocido

algún paso habré dado al comenzar.

Huella del alba anuncia que el sueño terminó.

Que viene el universo, la mujer y el hombre,

que el mundo todo viene para hacer poesía

y la vida, ahí, viene la vida que se terminará.

Digo árbol y el verde forja toda mi realidad.

Verdea el corazón de las mujeres ancianas,

pone en el centro del corazón de mi amada,

la esmeralda perdida que brilla en el silencio.

Y cae, hasta llegar a su verdad de musgo,

verde que se detiene para que el mundo,

se piense florecido, húmedo, inquietante,

verde de amor muriendo sobre la hierba.

Digo decir y a borbotones de cataratas,

de mundo, se hacen plenas las palabras.

La mujer que nada en mí veía, al hablar,

vio de pronto sólo una luz en mi mirada.

Mirada de fiera, selva acorralada de luz.

Mujer, decir mujer, abrir ese destino:

ennoblecer el llanto, encumbrar el amor,

poner gacelas en el andar del caminante,

sonidos de agua y pájaros en su cantar.

Violín herido subiendo entre tus piernas.

Digo violín, amada, digo violín herido

y un aullido espectral hace del alma,

callada y quieta melodía desesperada,

abre tus ojos al agudo vacío del amor.

Digo ferrocarril y viajo sin detenerme nunca

haciendo siempre ruido desde el oriente al sur.

Y máquinas y obreros y fiestas de vendimias

y muertes que su destino nunca encontrarán.

Tren del Oeste digo y crujen las praderas,

una bala de plata atraviesa los ojos de la noche

un caballo blanco muere de sed en el desierto

y la mujer de los rizos dorados muere de amor.

Caballos, ¡imaginad! caballos atados a sí mismos,

atrapados por la velocidad de liberarse y volar,

caer como las piedras de la montaña al río,

llegar al fondo de las cosas sin dejar de caer.

Digo cerdo, lombriz, serpiente y pájaro

y el sexo se deslumbra de sí mismo,

abre las piernas, abre las piernas y habla,

dice del mar cosas como verde-azuladas.

Se arrastra, se arrastra antes de volar.

Y cuando se arrastra goza y cuando vuela

y cuando cae, nácar o plata es su sonrisa

y se arrastra por el dolor y goza de la vida.

Y vuela y se deshace de besos y de luces,

sexo del amor, le digo, de la vida viviendo.

Poema, libertad, guerra contra el hambre,

dulzura del decir quiero vivir en el deseo.

Y digo muerte y aunque no lo dijera,

poeta enmudecido, igual he de morir.

Por eso que la palabra nos condena

cuando hablamos, al goce y al deseo.

Sin libertad, prisionero de la palabra

con la alegría de haber sido hombre,

con el alma ya lanzada a los vientos,

sin dejar rastros, mi cuerpo morirá.

Miguel Oscar Menassa

P O E M A

Ojos de azúcar, miel, eterno dolor,
tus ojos militantes, tus tetas,
enloquecidas banderas de alegría,
giros de luz, caliente magnitud celeste,
tu sexo, abierto a los vendavales,
a las borrascas milenarias,
de mi famoso sexo americano.

Serás, fuera de nosotros,
pálida luna abierta,
infinita y abierta, vacía y loca.

Soy lo que del Inca queda para el amor.

Un incendio entre las cataratas,
una piedra grabada con los dientes,
una escritura descomunal entre las piedras.

Soy el que inventó el amor, la muerte del Inca,
un pedazo de cielo triturado por gigantescas olas,
contra los acantilados y el silbido del tiempo.

Miseria y soledad y ¿quién puede más?
Un hambre inmemorial, un vicio:
haber nacido antes, origen del origen,
escritura sobre escritura entre las piedras.

Y, también, tengo en mi tierra:
olivos
y azúcares
y malva
y rojas manchas de sangre entre las letras.

Apasionado cantor, obrero del verbo,
soy el que se mueve por encima de todo.
Más allá de los Cristos y de los Himalayas,
vuelo más alto que los jinetes de la muerte,
porque vuelo en todas direcciones.
Soy el que se bambolea de un lado para otro.
Un verdadero juego de azar,
sin principios, sin fin, sin ilusiones.

Ni siquiera un camino más corto para llegar.

Buscad, entre las perlas del profundo mar,
entre las caracolas, las huellas de mi paso.
Olímpica llama de amor,
en el fondo del mar.

Miguel Oscar Menassa

De “La patria del poeta”

RECUERDO EL AMOR

Escribo con el dolor de escribir,
envejezco,
huyo al azar entre las letras
y el tiempo se desploma en tu rostro.

Ambar y pedazos de cielos domesticados
detienen en tus ojos las fragancias del ser.

Escarbo detenidamente en tu mirada,
busco por una antigua manía de buscar
-en tu mirada-
el solitario patio de mi infancia:

el crudo malvón,
las rosas al borde del calor extremo
y la violencia del sol,
sobre mi piel de niño y los narcisos.

Magia de los calores en el país del sur.

Rojas y locas,
bocas sangrantes y perversas,
amantes de los jugos
y de la tierra resquebrajada por el sol,
un amor a la antigua, al aire libre.

Huyo en dirección contraria a las letras,
detengo el porvenir.
Abro de par en par con un tajo preciso
-dueño de mi saber-
mi cadáver actual: Mi pobre vida cotidiana.

Del libro: "El amor existe y la libertad"
Miguel Oscar Menassa

20 de enero de 2010

POEMA CERO (MIGUEL OSCAR MENASSA)

POEMA CERO

En Madrid aprendí a mirar el cielo.

Contra la roca seca, meseta árida,
encontré mis límites.
Supe decir que no todas las veces,
como un enamorado, alguien,
dispuesto a todo por permanecer.

Recordé a mi madre tantas veces
Recordé a mi padre tantas veces
Recordé a mis hermanos.

Fui una herida sangrante.
El odio hizo de mí, lo que quiso
y como tampoco podía vivir,
tracé con mi ignorancia nuevos caminos.

¿quién es quién en esta meseta desolada?

¿quién el último vestigio de la pureza?

¿quién capaz de soportar el rumbo de un poema?

Dejé mis manos tendidas al sol
y descendieron por ellas pequeñas estrellas marinas,
anunciando para el hombre que me tocaba ser,
como destino, la palabra.

Después partí mi vida en dos.
Fui el ángel exterminador y la locura,
magnífica locura:
me olvidé de todo,
del tango,
de vos.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “La patria del poeta”

* * * * *

18 de enero de 2010

EL INDIO DEL JARAMA - Editorial

Editorial Marzo-Abril 1993 Nro. 8

Estamos sorprendidos, padecemos de sorpresa generalizada
Nadie puede creer.
Lo que verdaderamente reprimimos es la alegría.
No nos atrevemos a tener una risa revolucionaria,
no nos atrevemos a fabricar el chiste histórico:
vivir 200 años.
Pintar, pinto más de lo que quiero,
como una bestia,
como un salvaje en busca del sol.
Sin descanso,
lo que más me emociona es la tela en blanco.
Esa virginidad,
que a partir de ahora tomará, en su crecimiento,
los rasgos de mis partículas fundamentales,
las señas de mi ser,
quiero decir,
las combinaciones de un estilo.
No caben dudas,
lo humano siempre es inconmesurable,
siempre un escándalo para los sentidos,
siempre un arrebato contra la moral,
lo humano, quiero decir,
algo en estos días difícil de conseguir.
Veo a las personas volando de vez en cuando por el alma
el resto, rutina,
una insistencia en morir jóvenes.
Unas ideas fijas acerca de todo.
Una suciedd en la mirada.
Un resto animal inconmovible. Una muerte segura.
Quise decir a tiempo,
una muerte fuera de punto para lo humano,
una muerte animal.

Miguel Oscar Menassa

16 de enero de 2010

CANDIDATURA DE MIGUEL OSCAR MENASSA AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010

ESTIMADO AMIGO:

Tenemos la alegría de comunicarle la candidatura de Miguel Oscar Menassa al Premio Nobel 2010.

Para más información, puede visitar:

http://menassapremionobel.blogspot.com
http://lacomunidad.elpais.com/menassapremionobel
En facebook: Menassa candidatura Premio Nobel
www.miguelmenassa.com

Y, por si Usted desea apoyar esta candidatura, enviamos un sencillo modelo de carta que puede enviar directamente a la Comisión del Premio Nobel, cuya dirección es:

Literature Nobel Prize/ Nobel Stiftelsen
Box 5232 S.-102 45
Stockholm / SWEDEN


* * * * * *


En ........................., a ....... de ..................... de 2010


Comité del Premio Nobel de Literatura:
Literature Nobel Prize/ Nobel Stiftelsen
Box 5232 S.-102 45
Stockholm / SWEDEN


Excelentísimos Señores:
A los debidos efectos, comunico el apoyo de .............................................. a la candidatura de Miguel Oscar Menassa al Premio Nobel de Literatura 2010.
Atentamente




Firma
Profesión:
Dirección:
País:

MIGUEL OSCAR MENASSA - POSIBLEMENTE UNA POETICA - 1978

Giros de viento, o bien, ráfagas de pequeños corpúsculos acerados hacia la muerte, desviaron nuestro destino.

Somos, desde hace dos años, extranjeros a todo.

Iremos perdiendo con el paso de los días la calidez de nuestra mirada, aquel calor, ardiente en nuestros ojos, cuando vivíamos en una tierra, cuyos olores en plena primavera, olían, el olor de nuestro cuerpo.

Éramos, antes de la catástrofe, antes del estallido en mil fragmentos, personas normales. Médicos, amantes de la libertad. Escritores, amantes de la libertad.

En fin, en general, éramos sórdidos amantes de la libertad. Señoras y señores, padres e hijos de familia y teníamos un porvenir asegurado.

Un poco de locura, nos decíamos, a nadie le hace mal. Y nos encerrábamos en grandes alcobas solitarias, para decirnos que la locura era contagiosa y nos reíamos y buscábamos el sol, entre las piernas de nuestras mujeres, y éramos felices. Y mientras éramos felices nos dimos cuenta de que buscar el sol, era para encontrarse empecinadamente con la noche.

Amar el sol era también amar la terquedad de su dialéctica. Aparecer y desaparecer. Encuentros luminosos para, después, sumergirse cada vez más profundamente en el vacío de la noche.

Alguna ausencia inesperada, algún cuerpo pudriéndose repentinamente bajo el sol, marcaban el paso de los años.

De decepción en decepción, nos fueron enseñando que nada teníamos. ¿Para qué hablar? entonces nos decían, ¿para qué pedir?

Y nos fueron encerrando en nuestro propio cuerpo, y en nuestro propio cuerpo fueron marcando a fuego sus tablas de la ley y sujetados por la increíble ilusión de no morir, casi nos matan.

Un fuerte y helado silbido nocturno, para siempre. Una incuestionable noche sin fin. Una detención brusca y mortal, -insostenible para nuestro cuerpo-, en manos, donde habíamos entregado nuestra vida, para no morir.

Ser esclavos, quedaba claro, no era suficiente. Y, entonces, fue el temblor, un temblor cósmico, más allá de nuestra razón, más allá de nuestra locura.

Más allá de todas las palabras pronunciadas y, sin saber qué hacer, temblorosos entre los escombros, nos tocó zarpar.

Y zarpar fue estallar en mil fragmentos de oro líquido por el mundo.

Y zarpar fue no poder volver nunca al mismo sitio, no poder volver nunca al mismo tiempo.

Si algo buscamos, buscamos todo lo que nos falta, no sólo el inconsciente. No sólo los tibios perfumes de nuestra infancia. No sólo el aleteo fugaz de un deseo prohibido. Queremos tener, entre nosotros, toda nuestra vida.

Un cuerpo hecho a los avatares de los destinos, una palabra, más cerca de la sangre que de las palabras.

Entre nosotros, queremos tener -como la flor azteca creciendo en el desierto, como una incierta luz, en plena oscuridad- algunos versos inolvidables.

Sabemos, sin embargo, que vivir siempre es un proyecto delirante.

Todo está bien y todo está mal.

La mujer, el hombre, debate su ser entre las pocas palabras que conoce.

Una especie de pequeña oración en medio del tumulto. Un pequeño dios a punto de morir, contra la inmensidad de las partículas atómicas, creciendo por doquier.

El sangrante búfalo de plata a punto de extinguirse, última manada de luz, al borde del fusilamiento. Al borde propio de pronunciar sus primeras palabras: Estamos. Fuimos lo que muere del hombre. La soledad.

Y un resumen es, también, un pacto con alguien. Una reconciliación de la letra con la política.

Yo es cero, no tiene explicación. No se puede reducir a nada que termine. Tampoco, al universo. Candado de apertura, yo es cero, es puesta en escena de lo que recién comienza.

Estamos en la época del temblor. El que habla tiene una prenda. El que escribe es un solitario.

Estamos en una edad, donde lo verdadero se confunde con la acción, el resto, por ahora, debemos saberlo, psicoterapias para las almas inexpertas, para los que aún, sin quererlo, y como soportando una desgracia, sostienen la ideología dominante.

La Gran Ideología, la que viene impresa en las proteínas de la leche.

Y acción querrá decir, entonces, transformación radiante, verificable en el campo de las relaciones sociales, donde, ya dijimos, se desarrolla la ética de los poderosos.

En cuanto al psicoanálisis, al marxismo, a la poesía, decimos que son, sólo, instrumentos de conocimiento. Entre nosotros, no es preciso que se salve nadie.

Los fusiles, las religiones, la pobreza, son patrimonio de una dialéctica asesina. Donde lo que se legaliza es la esclavitud y la pena de muerte.

Y un amor, codificado en el terreno de la fidelidad y la seguridad, hablan, claramente, de los efectos sobre el hombre de una dialéctica, que no acepta, ni aún en sus transformaciones, la existencia de más de dos términos. Donde uno tiene el don y, el otro, el deseo.

Una teoría construida por indígenas frente al descubrimiento de la posibilidad especular.

Una religión construida sobre el miedo a la muerte da, como resultado, una sociedad esclavista, donde el goce tiene que ver siempre con la muerte, porque el deseo lo tiene el que no sabe, el que no tiene, el que no duda, en fin, el deseo lo tiene un perfecto idiota, condenado a muerte.

Donde el saber tiene que ver con el poder ya que, el que puede, por poder, no desea y sabe.

Como vemos, una teoría del dolor, en todas direcciones.

Nos oponemos a todo. La nada, también queda cuestionada.

De las drogas aceptamos, todavía, algunos de sus usos médicos. En general, las drogas, prometen una resolución por vías más rápidas que las habituales. Y si bien es cierto que lo habitual no tiene porqué ser modelo de vida, también es cierto, que no se conoce ninguna droga que haya solucionado el problema del tiempo.

Decimos que cualquier droga, también el alcohol, cuando trata de ser más que una escaramuza del saber, se esteriliza, se pudre, exactamente igual que la mujer amada muerta entre los brazos.

La necrofilia queda prohibida en todos los casos. Y de la sexualidad actual pensamos, que está organizada sobre los pilares de la oferta y la demanda.

Heterosexualidad y homosexualidad son, claramente, formas de una dialéctica, donde lo femenino y lo masculino (en última instancia dos organizaciones sindicales) rigen el destino de la humanidad.

El amor, como vemos, no existe. Por ahora existen las reivindicaciones. Al hombre, a la mujer, aún no le ocurre nada.

Hoy cumplo 38 años y, al cumplir 38 años, lo único que veo claramente es, cómo la gente se mata por doquier.

Tomar una posición, desde hace unos siglos a esta parte, es decidir a quién se va a matar, o bien, si uno es un simple ciudadano, decidir en manos de quién se va a morir.

Un mundo perverso, insisto, donde todo tiene que ver con la muerte. Por ahora, no quiero tomar ninguna decisión. Matar o morir, dos formas de vida, que tampoco me interesan.

38 años, y pongo nuevamente mi vida en cuestión.

¿Cómo quiero vivir? ¿Qué es vivir?

Y así voy por la vida, sintiendo que no quiero ser un borracho, y no quiero ser un drogadicto, y no quiero ser un científico, y no quiero ser un poeta, y hombre y mujer me parecen demasiado poco para el hombre. Y las familias monogámicas me dan asco y los putos también.

Defender, en general, no defiendo a nadie.

La religión se hunde entre cuantiosas cifras. Las matemáticas desbordan su posibilidad de transformación de lo real, con el paso de los años serán un dogma.

El sol se extingue. La energía atómica escapa a todos los controles. Hiroshima se olvida. Rusia retrocede. Y los famosos tigres de papel están a punto de comerse parte del arroz.

La humanidad toma un rumbo desconcertante, y eso me desborda.

Querer, quisiera llevarme bien con alguien y, sin embargo, escribo que el vaivén de la intersubjetividad es demasiado familiar para el gran mundo.

Eso me parece.

Prefiero confiar en mi fuerza de trabajo y, sin embargo, mi escritura es sanguínea, vital, difícil de vender.

La literatura no me interesa y la vida no sé bien lo que es.

A veces, pienso: la vida todavía no ha comenzado.

Ser una brisa o bien, ser una ráfaga son, por ahora, las tan naturales ambiciones de cualquier pasión.

El hombre se debate, quiere ser y no puede. Puede y, cuando puede, ya no le interesa.

Los ojos, la boca, el ano, un alma abierta, o bien, un corazón cerrado son, todavía, los límites de dicha imposibilidad.

Agujeros demasiado pequeños para que el hombre caiga por ellos en el ser.

Agujeros demasiado pequeños para que, por ellos, entre la humanidad en el hombre.

Sangre y vergüenzas, leches marinas, pechos turbulentos para las bocas más sedientas, opulento semen ascendiendo por las nacaradas paredes de tu celda son, todavía, tan sólo onomatopeyas de lo humano.

Un intento, vano como otros, de capturar, con el nombre, lo nombrado.

Mi tiempo no responde a ninguna cronología. Mi tiempo, más que transcurrir, estalla.

Más que transcurrir lentamente, mostrándole al pequeño hombrecito, que la vida pasa, el tiempo es, un invento de la crueldad del hombre, contra sus propios sueños.

Un límite preciso: la noche. Un comienzo seguro: la mañana.

Como si el tiempo fuera una figura que puede dividirse. Una forma posible, y no vendavales y nieves oscuras, hambre y cólera, donde su esencia es siempre lo que fui.

La realidad es sólo lo que digo, y el tiempo, una manera de seguir creyendo que la realidad estaba allí, esperándome -precisamente a mí- desde ayer.

La imaginería del hombre no tiene límites. Su locura es infinita.

Es capaz de creer que los secretos se guardan en el corazón.

Es capaz de creer que la verdad es más de lo que es: Instante, en la producción de cualquier obra, de cualquier amor.

Tiempo de locos, este tiempo, donde ni yo existo.

Álgebra marina, álgebras y vientos del mar, y pequeñas historias. Pequeñas y misteriosas historias, entre las que se oculta la cifra secreta de mi ser.

Mientras escribo, siempre me acosa la misma preocupación: escribir algo que se entienda.

Me miro y se me nota. Soy exactamente una encrucijada. Un tironeamiento visceral, contra otro tironeamiento visceral. En la misma mirada, dos odios, dos amores.

En el mismo fuego, dos llamaradas, dos cenizas.

Cuando la sangre acontecía, era contra la propia sangre. Tan roja una como otra. Turbulentas manos, con un esfuerzo comparable a morir, desarticulan el mecanismo:

El número dos no existe, es siempre, un desdoblamiento de la imagen.

¿Escribir es parte de la farsa o escribir es mi superioridad, mi hombría?

Al borde del descuartizamiento,

un hombre debería gritar, pidiendo socorro,

un hombre debería gritar, pidiendo

un hombre debería gritar,

un hombre debería

un hombre

Y, sin embargo, un hombre también es: una caída estrepitosa, un amante de su propia masacre, un exquisito recuerdo de sus desgarramientos. Una historia que se viene repitiendo desde siglos.

Encuentros desesperados, no tengo más, en general, no tengo encuentros. Todo estalla. Todo es sublime.

El cuerpo y la palabra, así escritos son, debemos saber, bordes de una dialéctica.

Y en esa endemoniada lucha, entre la existencia y la esencia, siempre triunfa: La realidad. La verdad. El síntoma.

Hombres, mujeres, encaprichados, en las famosas y viejas relaciones, entre libres y esclavos. A mí, me gustaría comenzar todo de cero. Frente a ese vacío. Frente a esa imposibilidad. Humos y barbarie. Y una lenta tarde, donde todo transcurra como si fuera poco, como si fuera lejano su transcurrir.

Brisa marina, arcángel de la noche. Toco su boca, perfume y violencia entre las tinieblas.

Desencadeno en mi ser, los ritos del amor. Vendimia seca. Florezco entre tus jugos.

Entretejo mi vida entre tus helechos. Ancla y mar, tus olores, tus peces abiertos y desordenados.

Ojo de bestia. Vaca. Vaca de la soledad.

A veces pienso que lo mejor es, beberse salvajemente los néctares.

A veces pienso que lo mejor es, comerse salvajemente los frutos.

Tengo conmigo, lo sé, frutos y néctares, para comerme y beberme salvajemente. Y, sin embargo, escribir siempre es, una alegría para el corazón.

Emerger de las sombras, emerger de las sombras del mar. Canguro acuático.

Horas de una vida siempre desesperada y viva. Pequeñas palabras, irán haciendo el mundo. Tercos galopes, irán cubriendo las distancias. Entre bellezas marinas rasgo tu piel, escenifico mi vida, en los contornos de tu ritmo, te detecto imprecisa, entre las leves hojas de papel.

Al viento. Al tiempo. A la poesía.

Tenaz entre tus muertos, loca y viva, iridiscente ojo molecular, llama de amor, la poesía, tenaz, álgebra purificadora, ardiente antiséptico contra los pequeños animalitos del bosque.

Nervio nocturno y luz, músculos y masacre, carnes, vendimias de la carne, la poesía, en el futuro, contra lo que pueda oler a podrido.

Al viento. Al tiempo. A la poesía.

Rosas ambarinas y, también, rosas de colores comunes y espinas de rosas sanguíneas y carnosas. Y también espinas salvajes de una perfumada rosa blanca, -como alguna vez ocurrió- antiguas y delicadas, espinas del amor. Corona de espinas enamoradas sobre la cabeza del pequeño niño dicelotodo.

El poeta, fiel y empecinado corruptor del sentido. Soldado de lo inevitable. Sombra expectante sobre todo. El poeta, pequeño niño, no se sostiene sobre sus piernas. No sabe lo que quiere. Es arrastrado por el afán social que pesa sobre él de denunciarlo todo. Y en cada denuncia, en cada encuentro con la verdad, es todos, vale decir, ninguno.

Su ser, escandaloso y solitario a la vez, vaga sin saber. Hilo de agua, tenue y vivaz entre las montañas, horadando las piedras.

El poeta, una vejez y su vértigo. Una juventud y su decadencia. Siempre un punto fijo, una detención sublime, para que el mundo gire por un instante, enloquecido, a su alrededor. El poeta añora la libertad.

Hay días en que quiere morir. El brutal encadenamiento sólo le permite, pequeños y, por qué no decirlo, reglamentados movimientos. Entre la poesía, diosa indiscutible, o bien, serpiente única capaz de ahogar mil páginas en un verso. Metáfora ardiente de todo lo vivido. Y el límite que impone lo social; sumergirse, entre las máquinas y sus desperdicios.

Hombres de plástico. Gobernantes perversos. Niños asesinados a patadas antes de nacer. Pequeños navíos de la alegría, hundidos antes de zarpar. Y sumergirse, en toda la inmundicia que transcurre en las cloacas y, también, en los blancos hospitales, en los dormitorios mejor arreglados, y en el lento transcurrir de las horas.

En la serena tarde donde un crimen se hace pedazos contra el sol. En los baños, en los baños públicos donde el olor es lo que finalmente mata, o bien, en los baños de las iglesias donde la purificación cobra sus víctimas.

Y las inmundicias transcurren sobre todas las cosas humanas.

Y el poeta transcurre sobre todas las inmundicias. Pequeño niño dicelotodo, transcurre entre la mierda sublime de los grandes dioses, o bien, tenues cagaditas de algún ave de paso.

Y lo social, decíamos, y el contenido arrasando con las formas. Y las formas deteniendo en su precisión, en su perfecto mecanismo de relojería, los gritos deformes del hombre.

Meter en una jaula su propio corazón desesperado. Fijar, como se fijan después de muertos, los órganos podridos. Silenciar, para siempre, las inquietantes imprecisiones del amor.

El amor, alegría y blasfemias, pequeños dioses impotentes, luchando vanamente contra demonios, siempre invencibles, cuando se trata del amor.

Fuego y luz.

Apocalípticos demonios de la sangre, donde la palabra pierde su poderío.

Demonios enloquecidos por el hambre, devoran, pequeños dioses preocupados en cuidar las formas.

Y todo es estallido, cuando la magia nos acompaña hasta los confines del miedo.

Bajo el sol, contra el sol, o bien, un sol saliendo de mi pecho, o multicolores soles acuáticos y jóvenes y arrogantes soles, precisamente a causa de esa juventud.

Y un sol, pequeño y fulgurante entre mis labios. Incendio. Luz. Fuego entre los fuegos. Vertiente incontenible de calor.

Cien mil grados, derritiendo a los pequeños dioses de la moral.

En mi cuerpo, fríos metales caen. Heladas nocturnas detienen por un instante, su filo mortal.

El silencio se parte y los espejos, no pueden reflejar tanta luz.

Desierto y sed, y los últimos barrotes de la cárcel -tu propia mirada-, ceden, frente a lo que ya no se puede nombrar: ha pasado el amor.

Yo también soy un hombre. Dejo que el resto lo vaya produciendo, una infinita conversación entre todos.

Blancos y corpulentos caballos, sobre verdes praderas, corriendo alegremente, casi sin darse cuenta, contra el viento.

Nunca un ser humano me hizo verdaderamente mal. Estoy agradecido. Estoy contento.

Soy, un perfecto idiota entre la espesa niebla.

Mis ideas, ya no necesitan, ni siquiera de mí.

MIGUEL OSCAR MENASSA

Del libro “Grupo Cero ese imposible y Psicoanálisis del líder”

CANDIDATURA DE MIGUEL OSCAR MENASSA AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010

Estimado amigo:

Tenemos la alegría de comunicarle la candidatura de Miguel Oscar Menassa al Premio Nobel 2010.

Le adjuntamos:

- Carta de presentación de la candidatura, a cargo de la IWAA.

- Breve nota biográfica de Menassa.

Y, por si Usted desea apoyar esta candidatura, un sencillo modelo de carta que puede enviar directamente a la Comisión del Premio Nobel, cuya dirección es:



Literature Nobel Prize/ Nobel Stiftelsen

Box 5232 S.-102 45

Stokholm / SWEDEN


BREVE NOTA BIOGRÁFICA

Miguel Oscar Menassa nació en Buenos Aires en 1940, y reside en Madrid desde 1976.
Médico, Psicoanalista, Poeta, Pintor, Editor, Director de Cine, actor…

En 1961 publicó su primer libro de poesía Pequeña Historia.

En 1971 fundó el movimiento científico cultural Grupo Cero y redactó el Primer Manifiesto.

En 1974 fundó la Editorial Grupo Cero.

En 1981 fundó la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero en Madrid.

En 1982 presentó su primera exposición de pintura.

En 1979 es incluido en la "Antología de la Poesía Argentina", con selección e introducción de Raúl Gustavo Aguirre.

En 2000 es nombrado Profesor Honorario de la Facultad de Psicología de la Universidad Abierta Interamericana.
Ese mismo año, la Sociedad Argentina de Letras, Artes y Ciencias le concede el Diploma de "La Orden S.A.L.A.C. al Mérito

Miembro de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles.
Miembro de la Unión Hispanoamericana de Escritores y de la Red Mundial de Escritores.
Parte de su obra puede encontrarse en la Biblioteca Digital Hispánica, de la Biblioteca Nacional Española.

Algunos de sus libros más destacados:
-En Poesía: Yo Pecador, El amor existe y la libertad, La patria del poeta, La poesía y yo, Al Sur de Europa, La mujer y yo, El hombre y yo, La maestría y yo.
-En Psicoanálisis: Freud y Lacan Hablados 1 y 2.
-Narrativa: Cartas a mi mujer, Novela Rosa y el Sexo del amor. Aforismos y decires.

A partir de 2005, comienza su andadura cinematográfica. Mi única familia (2008), es la última película que ha dirigido y donde, además, actúa.

Actualmente dirige las publicaciones periódicas: Las 2001 Noches, Extensión Universitaria e Indio Gris y coordina la dirección de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero.

Para más información, puede visitar:

http://menassapremionobel.blogspot.com
http://lacomunidad.elpais.com/menassapremionobel
En facebook: Menassa candidatura Premio Nobel
www.miguelmenassa.com

ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE ARTISTAS Y ESCRITORES

Teresinka Pereira, Presidenta
Dr. Georg Reiff, Director de Internet
Miembro de la Unión para las Libertades Civiles de América
Miembro para el Consejo para el Humanismo Secular
Miembro de la Asociación de Naciones Unidas
y del Consejo de Negocios para las Naciones Unidas
Representante de la UNESCO: Emérito Dr. Francis Dessart
Embajador de la IWA en la UNESCO y en la UN
Dr. Jorge Alberto Costa e Silva
ADDRESS: P.O. Box 352048
Toledo, OH 43635-2048, USA
tpereira@buckeye-express.com
WEBSITE: http://www.international-criters-association.com/

* * * *
Equipo de Directores
Peter Bemski (USA) Lívia Paulini (Hungary-Brazil)
Igor Mikhailusenko (Russia) Maria do Carmo G. De Oliveira (Brazil)
Kazuyosi Ikeda (Japan) Baek Han-Yi (Korea) Oscar Flores Tamara (Colombia)
Radana Parmová (Czech Rep.) Lazhar Baaziz (Algeria)
Andrej Zivor (Serbia( Juana García Abas (Cuba)
Chris Mestas (France) Conceiçao Piló (Brazil) José Franco (Panama)

* * * *



Madrid, 25 de noviembre de 2009


Al Comité del Premio Nobel de Literatura


Este año la IWA (Asociación Internacional de Escritores) ha sugerido al poeta Miguel Oscar Menassa, de Argentina, para ser considerado como candidato para el Premio Nobel de Literatura para el 2010. Emigró a España en 1976 y ha desarrollado allí un gran Movimiento Científico Cultural, uno de los más importantes en el mundo desde la segunda mitad de este último siglo. Junto con esta carta, pueden encontrar una página con una pequeña nota biográfica y una muestra de su poesía, su dirección es

Poeta Miguel Oscar Menassa
Grupo Cero
Calle Duque de Osuna, 4
28015 Madrid
España

La IWA fue fundada en 1978. Apoya los derechos y las libertades en la Declaración Universal de Derechos Humanos para todo el mundo, en todas partes. Nosotros valoramos: El respeto y la comprensión de todas las culturas y tradiciones étnicas, la libertad de expresión y la diversidad con la meta de un mundo justo. Más que luchar por la libertad de expresión y la diversidad, nosotros rechazamos el racismo, el sexismo, el “tribalismo” y la discriminación por edad.

La IWA tiene muchos miembros distinguidos como: El Marqués K. Vella Harber, Gran Prior Internacional y Cabeza del Ejecutivo del Supremo Consejo de la Orden de San Juan de Jerusalén (Malta); El Principe Waldemar Baroni Santos (Brasil); Don Ciro Punzo, Príncipe de Cnosso y Manzanilla (Italia); Lord Viktor Busá, Presidente del Parlamento de los Estados Internacionales por la Seguridad y la Paz; El Príncipe Dom Duarte Nuno Joao Pio de Orleáns y Braganza, de Portugal; Dr. Denis Kelleher Muhillym, Presidente de la Universidad Internacional Americana; Dr. Fernando Enrique Cardoso, Presidente saliente de Brasil, de 1994 a 2002, Frei Betto, y escritores famosos como: Ernesto Sábato (Argentina), Noan Chomsky (USA), Fernando Alegría (Chile), Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992, Guatemala, Fidel Castro, Cuba. Entre los inmortales: Dr. Jean Bernard (Francia), Carlos Drummond de Andrade (Brasil), Alberto Moravia (Italia), Ella Fitgerald (USA), Eugene Ionesco (Rumanía), Jorge Guillén y Francisco García Pavón (España), Juan Carlos María Onetti (Uruguay), Augusto Roa Bastos (Paraguay), Juan Rulfo (México), Julio Cortázar y Manuel Puig (Argentina); Margerite Durás (Francia), Dr. Rosemary C.Wilkinson, Presidente de WAAC (Asociación del Oeste para la Conservación del Arte), Melina Merkuri (Grecia) y muchos otros, aproximadamente 1.430 asociados en 130 países en los cinco continentes del mundo.
Espero merecer su atención en este asunto y le envío mi respeto y consideración.
Sinceramente,


Teresinka Pereira
Presidente de la IWA


MODELO DE CARTA PARA APOYAR LA CANDIDATURA DE MIGUEL OSCAR MENASSA AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010

Nombre, Profesion y cargo
Direccion
Codigo Postal, Provincia, Pais


Comité del Premio Nobel de Literatura:
Literature Nobel Prize/ Nobel Stiftelsen
Box 5232 S.-102 45
Stockholm / SWEDEN


a ....... de ..................... de 2010


Excelentísimos Señores:
Comunico mi recomendación y apoyo (es conveniente que figuren las palabras recomendación y apoyo, pero puede usted incluirlas en la redacción de la carta como desee) a la candidatura de Miguel Oscar Menassa al Premio Nobel de Literatura 2010. (Unas lineas argumentando el apoyo a la candidatura).
Atentamente:

Nombre, Profesion
Firma:

VERDE QUE TE QUIERO VERDE DE FEDERICO GARCIA LORCA, LEIDO POR MIGUEL OSCAR MENASSA

13 de enero de 2010

IMPORTANTE !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

APOYO A LA CANDIDATURA DE MIGUEL OSCAR MENASSA AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA



Me dirijo a todos vosotros, con el honor de poder apoyar al candidato Miguel Oscar Menassa al Premio Nobel de Literatura.

Además de su trayectoria como Médico y Psicoanalista y de su extensa obra literaria a la que se suman otras profesiones como las de pintor, editor, director de cine y actor, he de destacar la función que desempeña en la actualidad como Director de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero, a la cual pertenezco desde hace 38 años, como trabajadora, como psicoanalista y como poeta.

Mi admiración por el hombre que representa Miguel Oscar Menassa, excede a sus magníficas cualidades como profesional, he de destacar también, la calidad humana que, desde que tengo el gusto de conocer al Dr. Menassa, he podido encontrar en él.

Trabajador de gran tenacidad y perseverancia en todo lo que hace, representa para mí la máxima autoridad de pensamiento y rectitud ante la ciencia y la escritura, dos de las disciplinas que desde sus comienzos han sido, para él, bandera.

A su lado he podido conocer el significado de palabras tan cotidianas como amor, libertad, trabajo, vida y muerte. También, he logrado, hasta la fecha, alcanzar cosas para mi vida que jamás hubiera soñado y, emprenderla con fortaleza y vigor.

Todas las palabras que puedo dirigir hacia Miguel Oscar Menassa son desde el respeto y la admiración que un gran maestro puede despertar en un discípulo, en este caso discípula, mi nombre es Lucía Serrano.

Miguel Oscar Menassa en sus poemas, en sus escritos, a través de sus palabras, consigue alentar mi deseo como persona, como profesional y como ser humano.

Agradezco poder invitaros, a todos, a apoyar la candidatura de Miguel Oscar Menassa al Premio Nobel.

Si alguno de vosotros queréis apoyar la candidatura de Menassa al Premio Nobel de literatura, sólo tenéis que mandar una carta, como la que sigue, con vuestro nombre y firma, a la dirección postal siguiente:

Comité del Premio Nobel de Literatura
Literature Nobel Prize/ Nobel Stiftelsen
Box 5232 S.-102 45
Stokholm/ SWEDEN

La carta tipo, que podéis enviar, es:

En ........................., a ....... de ..................... de 2010


Comité del Premio Nobel de Literatura:
Literature Nobel Prize/ Nobel Stiftelsen
Box 5232 S.-102 45
Stokholm / SWEDEN


Excelentísimos Señores:

A los debidos efectos, comunico el apoyo de .............................................. a la candidatura de Miguel Oscar Menassa al Premio Nobel de Literatura 2010.

Atentamente


Firma
Profesión:
País de origen:


MUCHAS GRACIAS A TODOS
LUCIA C. SERRANO

3 de enero de 2010

EL HOMBRE DE DIOS

El hombre de Dios está embriagado sin vino
El hombre de Dios está lleno sin carne
El hombre de Dios está turbado y aturdido
El hombre de Dios no tiene alimento ni sueño
El hombre de Dios es un rey bajo un manto derviche
El hombre de Dios es un tesoro en una ruina
El hombre de Dios no es del aire y de la tierra
El hombre de Dios no es del fuego y del agua
El hombre de Dios es un mar ilimitado
El hombre de Dios llueve perlas sin una nube
El hombre de Dios tiene cien lunas y cielos
El hombre de Dios tiene cien soles
El hombre de Dios es vuelto sabio por la Verdad
El hombre de Dios no ha aprendido de libros
El hombre de Dios está más allá de la infidelidad y la religión
El hombre de Dios se ha alejado del No-Ser
El hombre de Dios está oculto Shamsudin
El hombre de Dios has de buscar y encontrar.

(este Verso pertenece al libro del Diván de Shams de Tabriz, de
JALLALUDIN RUMI, (poeta persa)

2 de enero de 2010

TU REPARTIRAS JUSTICIA ENTRE TU PUEBLO

Llegarás una tarde sin insignias
y esperarás el nuevo día
para sembrar los campos
al alba muy temprano.

No habrá que huir
desesperado entre sombras,
ni habrá que soportar
extraños rumores.

Piensa que dios es grande,
y olvida la vileza de los pobres,
la miseria de los mentirosos,
la maldad de los tontos.

Tú llegarás maldito,
y serás bienvenido entre los hombres,
¡A trabajar muchachos!
que ya no habrá más amargura
en estos campos nuestros.

Tú repartirás justicia entre tu pueblo
y contarás los días con tu oficio,
para esperar la eternidad viviendo.

Lucía Serrano