30 de diciembre de 2008

FELICES FIESTAS


POR UN AÑO MAS QUE ESTAREMOS JUNTOS RESISTIENDO POÉTICAMENTE.

¡VAMOS TODAVÍA!, QUE LOS AIRES DEL MUNDO NOS ENCUENTREN BRINDANDO CON EL AMOR DEL CORAZÓN, LOS QUIERO
(EL CUADRO ES DE MIGUEL OSCAR MENASSA -
"CRECIDA EN EL TIGRE"

29 de diciembre de 2008

poema

ANGEL MIO

A mi hijo Emiliano

Angel mío,
cristal de la noche,
encuentra:
sueños en las noches,
flores en las noches,
vientos en las noches.
Después,
apaga la luz
y acróbata del tiempo,
duerme.

Lucía Serrano

poema

NACI MUCHAS VECES

A mi hijo Leandro

Ningún remedio sanará
a un débil corazón.
Mi amor,
alma de lobo,
malabarista exiliado,
jinete desobediente,
piedra preciosa.
Imprudentes brillos
en los pasatiempos.
Hacedor de palabras,
nací muchas veces,
y desde entonces sueño.

Lucía Serrano

28 de diciembre de 2008

poema

AMOR SUBLIME

A mi hijo Alexis

Niño de cristal,
magia en tu mirada,
descubrirás fronteras
en todos
los caminos largos.
Tiéndete al sol,
respira hondo,
y cree
una
vez
más.
Tus posibilidades
son todas,
por que has nacido
del cuerpo de una mujer
donde lo más sublime
es el amor.
El amor,
que hoy tengo por ti.


estos son mis hijos, izquierda Leandro y derecha Emiliano
este es mi hijo Alexis
AMOR DE MI VIDA

El calendario pasado es pobre cuando te pienso.
Contemplo en éxtasis solitario, como pasa la noche en la ciudad.
Detengo mis veloces pasos, para que el látigo nocturno no golpee
la sangre de mis versos.
Crecí como un soñador triunfante y eso pareció alcanzarme.
Fue necesario ser cruel frente a mis ingenuidades.
Ser extranjero, fue una verdadera extravagancia siendo local.
Alucino tu cuerpo en mi ventana y la vida pareciera alcanzarme.
Extraño tu furia usada sin ninguna dirección y retrocedo.
Pacto para no morir, desacuerdos creando eternidades que carezcan de información acumulada.
Amor de mi vida, imagino tus besos, tus abrazos, tus caricias sobre
mi cuerpo y nada hay mas excelso que recordar lo que no ocurrió
nunca en mi desierto.
El reloj está llegando a completar el curso de sus horas, la vida que
he vivido minutos antes.
Construyo mi última máscara, obligada a sacrificios impuestos por
ideales insaciables y apago las luces para que nadie vea nuestros
cuerpos muertos.

(del libro de Lucía Serrano “Mística del Caos”)
ADIOS AMIGO

Al violinista Jorge Pinchevsky

Humedades del invierno en el que partiste, me recuerdan tu voz,
Violín sangrante frente a los últimos gestos del olvido.
Los infiernos y el cielo jugaban a encontrarnos en las sombras acústicas..
Orgullo del desdén que tienen los instantes no elegidos.
Amenaza sagrada, misterios,
Alucinaciones para que nadie pueda y nadie sepa
que habíamos sonreído un día temprano en todas las praderas.
Después no necesitamos recompensas, vivíamos saciados.
La humedad de la noche siempre nos hacia pensar en los amigos muertos,
En las paredes nuestros nombres nos llamaban, pero quedábamos ciegos.
Te fuiste amigo, disolviendo en tu viaje todo comienzo.
Ayer me pregunté quien eras, y tú me respondiste
Nunca estuve aquí, solo fueron ilusiones las que nos acercaron a los puertos vírgenes.
No había allí embarcación a punto de zarpar a tierras prometidas,
A nuestras costumbres bárbaras.
Sueños milenarios, inscripciones sobre las piedras que borró el tiempo,
nos vieron pasar juntos.
Ningún recuerdo, todas las historias murieron con tu muerte.
El tiempo se hizo piel del hastìo, vago mutismo, alienado silencio.
Encendí las antorchas y el rojo fuego fue la nueva sed con la que te despedí de lejos.
Llamas que se ofrecían a ser devoradas por cualquiera de nosotros dos,
sin darnos cuenta que ya nos habíamos tragado el universo.
Porvenir de fosforescencias que nunca más tendremos.
Ahora solo queda el oficio que un día nos reconocimos, éramos náufragos.
Usamos mucho tiempo en querer encontrar la inmensidad del amor,
que nos rescató para hacernos estatuas, sal marina para el viento.
Tú no aceptaste ninguna movilidad y así quedaste quieto.
Extrañabas del aire los perfumes inciertos
Debo reconocer que no era fácil saber que te alejabas,
y te dejé partir sin atavismos. Nada fue verdadero.
Todo encandiló las transparencias frente a tu muerte.
Yo no quise saber como fue tu última caída.
El telón de la plateada obra fue negro.
Sin visiones, te fuiste. Nadie fue testigo.
Nostalgia desesperanzada porque los aires pudieron con tu cuerpo.
Una rebeldía intacta, inmaculada, hoy me dice que ya no gastas,
Que no quisiste reconocer tus huesos enmascarados.
Viejas ternuras que no eran de tu raza.
Adiós Amigo, esta sustancia que intenta llenar los huecos que nosotros mismos
defraudamos, es la deriva. Antares te aguardaba.
Una realidad que nunca tuvo sed, te alejó del lado de los amigos.
Clausuro frente a tu partida todas las puertas del deseo y te digo adiós, a solas
Cuerpo caído en las planicies donde nadie estuvo presente.
La eternidad nos encontrará mas lejos que el lejano mundo que nos consumía.
Te fuiste amigo y te volveré a encontrar entre las letras,
con el hambre que tienen los mendigos.
No habrá cielo y toda saciedad se hará imposible
Innoble paz antes de abrir el último escenario a los recuerdos,
Intemperie inabordable del sueño.
No pienso, dispongo a mi antojo los objetos que rodean esta melancolía
y permanezco sutil frente al último suspiro.
Victima de un tropiezo jamás imaginado, golpe ascendiendo por atrás del jardín, que jamás inventamos.
Olvidos, inconstancia de las sensaciones dejadas por nuestros besos,
en lo más incierto de cualquier madrugada.
Todo adiós nos recordaba los comienzos.
Despliego la memoria, intolerables reflejos de una frontera que nunca fue nuestra.
Estarás en cualquier lugar del mundo.
Lejos de todos, de ti, de mí, de todos.
lucia serrano

ANSIABA ROBARTE EL CORAZON

ANSIABA ROBARTE EL CORAZON


Cuando nos quedábamos a solas en la azotea,
me emocionaba buscar esa razón ausente,
las luces trasnochadas de un corazòn hueco.
Elèctrico y siniestro,
aproveche de todas las mentiras escondidas,
y como un gato, roce en tu alma, paredes,
cercos, medianeras, portones abiertos
a todas las maravillas.
Buscando entre las sombras,
encontré las llaves que abrirían esperanzas,
buenos humores, certidumbres de otra existencia.
Como un ladrón, tenia un único apetito,
ansiaba robarte el corazón.

(del libro de Lucía Serrano: ”Blues para la Corona”)

NAUFRAGIOS

NAUFRAGIOS

En las orillas
donde aguardan los barcos
encallados
siempre un viejo naufragio
amenaza la seguridad
del tiempo cierto

La bruma es ley del paisaje
naufragios para el amor
banquete marino
mundo brutal de abajo

Lucía Serrano

LA SANGRE QUE FALTABA

LA SANGRE QUE FALTABA

Con los ojos de la niñéz,
ignoro que fuego hay también en el cielo.
Encuentro en la monotonía de un amor pequeño,
la anatomía de un animal salvaje,
enfurecido por la nebulosa locura
que hay en los encierros.

Ni tú, ni yo, ni él, escalamos
indecisos los rincones del tedio
que tiene un alma solitaria,
y oculta toda furia, cayendo
en sus mejillas con máscaras.

No reconozco que el amor fue
la clínica donde castraban
a los niños recién nacidos
para que no sea posible ver
crecer el oro en las espigas
y las señales buscaban en las venas,
la sangre que faltaba

Lucía Serrano