30 de octubre de 2012




¡OH BESTIA!

Oh Bestia!, maravillosa y áspera fue siempre tu presencia.
cálido corazón a pleno sol, vivo en tus fuerzas.
Beso y acaricio tu permanente escucha.
Amo tus recuerdos y nuestro plan.

Oh Bestia! Oscuro viento
guardó en el aire nuestros mejores besos.
Habitante poseedor de todas las respuestas,
abre mi corazón, quiero quedarme contigo.

Oh Bestia!
                   Contigo,
                                 contigo,
                                               solo es contigo.

No volví a reconocer nuestro perfume en el exilio.
La frialdad de la violencia donde circula el miedo,
no encuentra mis lágrimas.
Petrificada belleza, me declaro enamorada de ti.

Es tu alma mi Poesía.
Tus océanos la furia de mis noches
La calma de mis tardes, las caídas.
El vértigo perfecto de tus llamas.

Oh Bestia! Cielo abierto, blanca espuma,
relámpago sin estruendo, ven, te necesito cerca.
Hoy recuerdo los grandes abismos
que conocimos sin estar juntos.

¿Quiénes son los hambrientos Bestia?

El espanto tiene la claridad y el aroma de nuestro destino.
Invoco tus sombras, te encuentro siempre en las tragedias,
y vuelvo a festejar las marcas que grabaron nuestros pasos.
Vacío de lo incierto.

Oh Bestia!
                  El tiempo,
                                   se parece a ti,
                                                           es inatrapable.... 

Espío la realidad mientras te espero y desconfío del Bien.
Ajena en tu ausencia, retrocedo, desvío, me pierdo.
Ambiciono la máxima fragilidad cuando te encuentro,
algo que me detenga para no volver a separarme de ti.

Osadía del latido que suena lejos.

Las viejas cartas de amor entre nosotros,
marcan el rumbo empecinado del desierto,
condenado a encontrarnos en esa invisibilidad
de las ausencias que nosotros vemos.

Oh Bestia, nuestro amor es tan bello!

LUCIA SERRANO (del libro inédito "Una Leyenda de Amor"


TANTO SOÑÉ CONTIGO



Tanto soñé contigo que pierdes tu realidad.
¿Todavía hay tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar
sobre esa boca el nacimiento de la voz que quiero?
Tanto soñé contigo que mis brazos habituados a cruzarse sobre
mi pecho cuando abrazan tu sombra, quizá ya no podrían
adaptarse al contorno de tu cuerpo.
Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona y
me gobierna desde hace días y años,
seguramente me transformaré en sombra.
Oh balances sentimentales.
Tanto soñé contigo que seguramente ya no podré despertar.
Duermo de pie, con mi cuerpo que se ofrece a todas las
apariencias de la vida y del amor y tú, la única que cuenta
ahora para mí, más difícil me resultará tocar tu frente
y tus labios que los primeros labios y la primera frente
que encuentre.
Tanto soñé contigo, tanto caminé, hablé, me tendí al lado de
tu fantasma que ya no me resta sino ser fantasma entre
los fantasmas, y cien veces más sombra que la sombra que
siempre pasea alegremente por el cuadrante solar de tu vida.

ROBERT DESNOS



18 de octubre de 2012

DICE LA FUERZA DEL AMOR



Entre mis sufrimientos entre la muerte y t
Entre mi desaliento y la razón de ser
Existe la injusticia y el dolor de los hombres
Que no puedo admitir existe mi furor

Existen los maquís color sangre de España
Existen los maquís color cielo de Grecia
El pan la sangre el cielo y el derecho a esperar
Para los inocentes que detestan el mal

Siempre la luz está muy cerca de apagarse
Siempre la vida está expuesta a ser basura
Pero la primavera renace y no desmaya
Surge un brote en la sombra y se instala el calor

Y el calor triunfará sobre los egoístas
sus sentidos raquíticos no lo resistirán
Oigo el hablar del fuego que ríe de tibieza
Oigo a un hombre decir que no ha sufrido

Tú que fuiste conciencia sensible de mi carne
Tú a quien por siempre amo tú que me has inventado
No soportabas la opresión ni la injuria
Y cantabas soñando la alegría en la tierra

Soñabas con ser libre y yo te continúo.

PAUL ÉLUARD

8 de octubre de 2012

R U M I.

Baila, como si nadie te estuviera mirando,
Ama, como si nunca te hubieran herido,
Canta, como si nadie te hubiera oído,
Trabaja, como si no necesitases dinero,
Vive, como si el cielo estuviese en la tierra.

¡Ven, ven, quienquiera que seas, ven!
Infiel, religioso o pagano, poco importa.
¡Nuestra caravana no es la de la desilusión!
¡Nuestra caravana es la de la esperanza!
¡Ven, aunque hayas roto mil veces tus promesas!
¡Ven, a pesar de todo, ven!

Hoy, como cualquier otro día, nos despertamos vacíos y asustados.
No abras la puerta del estudio y empieces a leer
Toma un instrumento musical.
Deja que la belleza de lo que amamos sea lo que hacemos.
Hay cientos de formas de arrodillarse y besar el suelo.
..........................
Un momento de felicidad,
tú y yo sentados en la baranda,
aparentemente dos, pero uno en alma, tú y yo.
sentimos el Agua de Vida que fluye aquí,
tú y yo, con la belleza del jardín
y el canto de las aves.
Las estrellas nos mirarán,
y les mostraremos
lo que es ser una fina luna creciente.
Tú y yo fuera de nosotros mismos, estaremos juntos,
indiferentes a conjeturas inútiles, tú y yo.
Los papagayos del paraíso harán el azúcar crujir
mientras reímos juntos tú yo.
de una forma en este mundo,
y de otra en una dulce tierra sin tiempo.


  EN EL REVÉS DEL CIELO 

Somos duros fragmentos arrancados del reverso del cielo,
trozos como cascotes insolubles
vueltos hacia este muro donde se inscribe el vuelo de la realidad,
la mordedura blanca del destierro hasta el escalofrío.
Suspendidos en medio del derrumbe por obra del error,
enfrentamos de pie las inclemencias, la miserable condición del rehén,
expuestos del costado que se desgasta al roce de la arena y al golpe del azar,
bajo el precario sol que quizás hoy se apague, que no salga mañana.
No tenemos ni marca de predestinación ni vestigios de las primeras luces:
ni siquiera sabemos qué soplo nos expulsa y nos aspira.
Apenas si el sabor de la sed, si la manera de traspasar la niebla,
si esta vertiginosa sustancia en busca de salida,
hablan de alguna parte donde las mutiladas visiones se completan,
donde se cumple Dios.
Ah descubrir la imagen oculta e impensable del reflejo,
la palabra secreta, el bien perdido,
la otra mitad que siempre fue una nube inalcanzable desde la soledad
y es toda la belleza que nos ciñe en su trama y nos rehace,
una mirada eterna como un lago para sumergir el amor en su versión insomne,
en su asombro dorado.
Pero no hay quien divise el centelleo de una sola fisura para poder pasar.
Nunca con esta vida que no alcanza para ir y volver,
que reduce las horas y oscila contra el viento,
que se retrae y vibra como llama aterida cuando asoma la muerte
Nunca con este cuerpo donde siempre tropieza el universo.
El quedará incrustado en este muro.
El será más opaco que un pedrusco roído por la lluvia hasta el juicio final.
¿Y servirá este cuerpo más allá para sobrevivir,
el inepto monarca, el destronado, el frágil desertor obligatorio,
rescatado otra vez desde su nadie, desde las entrañas de un escorial de brumas?
¿O será simplemente como escombro que se arroja y se olvida?
No, este cuerpo no puede ser tan sólo para entrar y salir.
Yo reclamo los ojos que guardaron el Etna bajo las ascuas de otros ojos;
pido por esta piel con la que caigo al fondo de cada precipicio;
abogo por las manos que buscaron, por los pies que perdieron;
apelo hasta por el luto de mi sangre y el hielo de mis huesos.
Aunque no haya descanso, ni permanencia, ni sabiduría.
defiendo mi lugar: esta humilde morada donde el alma insondable se repliega,
donde inmola sus sombras
y se va.
 OLGA OROZCO

LOS ESPEJOS

Yo que sentí el horror de los espejos 
no sólo ante el cristal impenetrable 
donde acaba y empieza, inhabitable, 
un imposible espacio de reflejos 

sino ante el agua especular que imita
el otro azul en su profundo cielo
que a veces raya el ilusorio vuelo
del ave inversa o que un temblor agita

Y ante la superficie silenciosa
del ébano sutil cuya tersura
repite como un sueño la blancura
de un vago mármol o una vaga rosa,

Hoy, al cabo de tantos y perplejos
años de errar bajo la varia luna,
me pregunto qué azar de la fortuna
hizo que yo temiera los espejos.

Espejos de metal, enmascarado
espejo de caoba que en la bruma
de su rojo crepúsculo disfuma
ese rostro que mira y es mirado,

Infinitos los veo, elementales
ejecutores de un antiguo pacto,
multiplicar el mundo como el acto
generativo, insomnes y fatales.

Prolonga este vano mundo incierto
en su vertiginosa telaraña;
a veces en la tarde los empaña
el Hálito de un hombre que no ha muerto.

Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro
paredes de la alcoba hay un espejo,
ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo
que arma en el alba un sigiloso teatro.

Todo acontece y nada se recuerda
en esos gabinetes cristalinos
donde, como fantásticos rabinos,
leemos los libros de derecha a izquierda.

Claudio, rey de una tarde, rey soñado,
no sintió que era un sueño hasta aquel día
en que un actor mimó su felonía
con arte silencioso, en un tablado.

Que haya sueños es raro, que haya espejos,
que el usual y gastado repertorio
de cada día incluya el ilusorio
orbe profundo que urden los reflejos.

Dios (he dado en pensar) pone un empeño
en toda esa inasible arquitectura
que edifica la luz con la tersura
del cristal y la sombra con el sueño.

Dios ha creado las noches que se arman
de sueños y las formas del espejo
para que el hombre sienta que es reflejo

Jorge Luis Borges

6 de octubre de 2012

MURIÓ ANTONIO CISNEROS (PARA DESDICHA DE TODOS)

Nocturno

Vivo en una casa protegido
por mujeres pequeñas, alegres y benignas.

Fuera de eso, el aire es áspero y azul
(y malo para el asma).

Un abra entre las nubes y la tráquea
atrás del horizonte.

Inmóvil dentro y fuera del pulmón,
compacto y plano.

Las hormigas pululan a la luz de la luna
y sin destino.

Las aguas se retiran y nos privan
de todas las especies comestibles.

No tardes, Nora Elvira, amada y lenta.
Lenta mía y bucólica no tienes

ni siquiera la excusa
de algún verde pasado rural.

De "Propios como ajenos" Antología personal
Editorial Inca, Lima, Perú 1989

5 de octubre de 2012

VUELAN LOS PAJAROS




Es así mi tiempo, todo un juego donde vuelan los pájaros que nunca veo.
Y esta semblanza de niña preocupada por el futuro incierto,
ya no tiene la fuerza que anhelaba,
ya no cabalga montañas empinadas,
ya no tiene caballo aguardándola.
Nunca volaron los pájaros que yo miraba.
Estoy cansada, agotada de más por tanto volar alrededor de una almohada.
Cama de los residentes en el cielo.
El odio los dejó vivir sin agua, sin amantes ciertos.
Todo pasaba.
Solo quedaron las flores disecadas,
los experimentos inmóviles y obsoletos,
los absurdos razonamientos,
los inventos.
Sin sueños posibles de soñar,
todo era un infierno en llamas.
Vuelan los pájaros, pero no los que yo veo.
Esta quietud tan antinatural,
se la debo a dios,
que me invitó hace mucho tiempo,
a vivir con él, a su lado, en el cielo.

Lucía Serrano (del libro inédito REVIENTE)

1 de octubre de 2012


Martín Micharvegas
San Fernando, Argentina - 1935
Antioliverio 12

se reprochan se selan se reselan
se mochan se desmochan se taladran
se percuten se espían se persiguen
se siguen se desdoblan se amenasan
se gritan se insolentan se abren fuego
se pasan y traspasan
se atormentan
se tormentan con rayos
con truenos y relámpagos senteyas
con granisos con chubascos
siclones tifones maremotos
nadan contra la nada
se ahogan se sofocan se perviven
se afilan como filos de navaja
se emboscan se atentan se trampean
se mienten se sustraen se esconden
se trituran y machacan y sofritan
se reflejan en espejos deformantes
se flejan con los flejes de la piltra
se flajelan se violan se sevisian
se mastican y mastican remastican no se tragan
se hacen piedras cascotes duros digestiones ásidas
se eructan se vomitan a chorros el uno sobre el otro
y se mandan a lugares innombrables
al mismísimo carajo a la mierda en bote
a la concha puta de sus respectivas santas madres
y así no hay iglesia ni templo ni mesquita
 que los albergue y/o retenga
ni pacto sosial ni código sivil
ni laso eterno ni estalinismo adinerado
ni capitalismo salvaje que valga
eyos ya no dan más de sí
eyos ya no dan más
eyos ya no dan
eyos ya
yo


Buenos Aires, 1863NE
 ( 7 abril 2006 d.C. )