BUSCO UNA ENFERMEDAD QUE NO ME ACABE...
Busco una enfermedad que no me acabe
sino el dolor constante de la vida:
algo para fingir que estoy dormida
detrás de este temblor de escarcha grave.
Busco un agua cósmica que lave
la lágrima terrible que me oxida;
busco el morir distinto, y voy herida
por la pena vulgar que nadie sabe.
Y así me marcho, sonriendo a todos,
luminosa de gracia y desventura,
con el secreto horror hasta los codos;
callándome en el verso y en la prosa,
para que escriban en mi tierra dura:
esta mujer ha muerto de dichosa.
Maravillosa mujer poeta, mujer dura, de las que contienen el ardor puertas adentro de la piel...
ResponderEliminarUn regalo esta madrugada sin sueño ;))
Un beso,
A.