Se abren las llanuras,
crecen los ríos,
cae de los cielos
sangre nueva
y vamos dispuestos
a cumplir nuestros
sueños.
No importa
el crepúsculo
de esta sed que
desciende silenciosa
a mis costados.
Mujer del aire,
criatura confundida
entre los vivos,
atmósfera de las orillas,
justiciera tierra
de los hombres fuertes.
Imaginarios cauces,
alimentan mi vida.
Lucía Serrano
Es un placer entrar y ver tanta belleza en tus poemas.
ResponderEliminarGracias lucía
Besos
Precioso poema, Lucía
ResponderEliminarmuy bello, aquí otra mujer de aire que te sigue a partir de ahora.
Un abrazo