A los veinte años nos dijeron: “Hay
Que sacrificarse por el Mañana”.
Y ofrendamos la vida en el altar
Del dios que nunca llega.
Me gustaría encontrarme ya al final
Con los viejos maestros de aquel tiempo.
Tendrían que decirme si de verdad
Todo este horror de ahora era el Mañana.
José Emilio Pacheco
Preciosa reflexión y poema
ResponderEliminarEl mañana es incierto para todos, en un segundo puede cambiar el rumbo de la vida.
Besos
Grande, Jose Emilio.
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