“su potro herrado con alas
jamás ha tenido un desperfecto”
Vicente Huidobro
Fueron pasando los años
dejando una estela
de blancas mariposas
somnolientas, resonancia
que fue feróz entre la niebla.
Profundo cielo adormecido
que ya no tiene sueños
y poco espera del destino,
más yo voy por la vida vulnerable,
deseando ser cada vez
más íntimo al poema
y despierto entre sonrisas
que no me pertenecen
y quiero atrapar lo abierto.
Ya ves, todo está intacto,
y esta ternura es,
infinito semblante desierto.
Las sombras amortajadas
por el tiempo, ya no tiemblan
y aprovecho bailar entre salvajes,
bajo los helados jardines
que sobreviven
aún después del pecado
y el rostro cruel
con el que me encuentro
nada sabe.
Lucía Serrano
Hola, Lucía:
ResponderEliminarEl tiempo pasa y nos deja la nostalgia de los años ya idos.
Abrazos.
El pasado, es la suma de los recuerdos y las nostalgias.
ResponderEliminarBonito poema Lucía.
ResponderEliminarEs cierto, el tiempo pasa y algunos recuerdos no se despegan de nosotros porque se han incrustado en nuestras almas.
Saludos
Tiempos que dejan huella,pero que a la vez abren caminos nuevos.Me gustan tus palabras,un placer descubrirte.
ResponderEliminarSaludos!