Aún la tibia caricia intimida mi cuerpo amigo,
desde aquella pena que retorna enamorada,
tendida sobre el campo, bajo las ramas
retorcidas de los árboles altos,
el tiempo engendra jóvenes cuerpos,
para que sus miembros vibren
en la cercanía turbada del silencio.
Ninguno de nosotros quiso ver secarse
el río fuera del ímpetu del viento y el rocío.
Me jacto de zambullirme en un mar
donde todas las lágrimas anteriores
vuelven cálido su aspecto tibio
y desaparecen, manchadas
por el perfecto hastío
bajo las estrellas,
que alborotadas danzan,
antes del amanecer.
Lucía Serrano
Inundados de nostálgias tus versos. Las lágrimas y el mar son las aguas que bañan nuestros recuerdos.
ResponderEliminarTe dejo un beso
y yo también a tí
EliminarLos recerdos son lo único cierto que tenemos, aunque sean luz o cruz... Bellisimos tus versos!!!! Besitos
ResponderEliminarlos recuerdos que tenemos son el pasado y también el futuro, vamos por ellos, besos
EliminarHermosos y nostálgicos versos que evocan el recuerdo de "una pena que retorna enamorada".
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
nunca estoy triste pero el poeta escribe su mundo y yo acepto
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