ELLA
Y EL
Ella amaba las intrigas, extravagancia
estética en los atajos del
camino, vivía entre velos.
El, medida de todos sus placeres, la
esperaba.
Ella, heredaba en sueños un amor
impecable, que obstinado y ciego,
circulaba entre consonantes por sus hojas
en blanco.
El, permanecía a su lado, la inquietaba.
Ella amaba los aeropuertos, el comienzo
de otros viajes, roce blanco
para los múltiples escenarios sin
espejos.
Ella era para él, su máximo descubrimiento,
vivía en todos sus
experimentos, no estaba obligada a nada.
El, orfebre como era, conocía las joyas
de los reinos, origen mítico
de una alternancia que alumbraba
lejanías, pocas ilusiones.
Ella amaba las certezas, los máximos
peligros, los errores
ambicionando toda la creación.
El era un hombre parecido a una mujer,
digo, todo un hombre,
amaba los desvíos, esa era toda su
cárcel.
Ella, no podía amar a un hombre
encadenado por sus propias cadenas.
Tuvo todos los amores menos uno, heredó
la condena infinita
de esa ausencia.
El, era un torbellino de polvo en los
caminos,
siempre estaba allí, esperándola.
Ella, un delgado hilo de nácar, que en
manos de un titiritero
reclamaba imposibilidades.
El tenía muchos sueños, odiaba la
política, era inoperante.
Los unía el recuerdo de ciudades
térmicas, en las que nunca
habían estado.
Conservaban un aire desprejuiciado,
ajeno, indiferente,
una insolencia poseída por diferente
furia.
El, fiera entre los animales domésticos,
le fue prohibido ser su
inmemorable fuerza.
No quisieron ver en trono a la noble
igualdad.
Decidieron vivir bajo tierra, en estado
de descomposición.
(del libro de Lucía Serrano “BLUES PARA
LA CORONA”)
Éstas palabras me atraen la reminiscencia de un "Él" tocan de fondo mi existencia, gracias.
ResponderEliminartambién a mí me atrae ese EL, que nunca recuerdo como fue, adonde estamos, quien nos rompio la baraja....jajaja después creo que mi vida es toda de la poesía, allí lo imposible es posible, ellos dos amaban sin piedad las ilusiones, besos
EliminarEntiendo... a veces prefiero azucarar los recuerdos con poesía, esa es la razón por la escribo
EliminarTrès joli poème auquel je suis sensible...
ResponderEliminaryessssssssssss
EliminarBueno me he divertido muchísimo leyéndote. Esa nobleza de él, es casi normal en el hombre. Ella, más independiente, como una oveja descarriada, con ganas de ver y conocer mundo, y lo que ese mundo le ofreciese. El, mucho más conservador, con miedo de hacer las cosas y a que lo conociesen, le gustaba estar al margen, de todo lo que era la política y ese mundo entre miradas,a él, le gustaba estar pendiente de ella, esperándola siempre, impaciente por estar a su lado. Ella, no le gustaba el control ni sentirse controlada por él y así se lo hacia saber, con sus acciones...me lo he pasado bien, un besito Lucia Serrano, suerte con el el libro BLUES PARA LA CORONA)...muchos existos
ResponderEliminarhola josé me alegra que la hayas pasado bien, aunque en verdad es casi una tragedia. El próximo año se cumplen 20 años de la publicación de este mi primer libro "Blues para la Corona", este 2014 presenté mi sexto libro que se llama "Caramelo", un placer el placer bye
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