“no hay nada que hacer contra
la noche que nace”
Vicente Huidobro
Iluminado es este paisaje externo
donde viejas prostitutas callejeras
engendran un aire viciado que me satisface
y coinciden la tierra con el cielo
hasta llegar como un demonio al poema
y amar ese desplazamiento eterno.
Se alarga la vida por las calles
de esa mía ciudad,
carcajadas de las prostitutas
hacen latir sus corazones.
Días enteros bajo las palmeras
esperando el milagro,
donde la pasión vuelve
haciéndome sentir enamorada.
Sin ninguna pregunta me lleva de la mano,
y descanso en su cama.
Esos días, los elementos que componen la poesía
se esparcen por los aires y yo, sometido,
encuentro soluciones,
ascendiendo como pájaros borrachos.
No se vacían las calles en mi ciudad,
los gritos y aullidos despiertan
al deslumbrante palpitar de las horas
que van estremeciendo
los aislados pasos de cualquier transeúnte.
Escucho todos los silencios amordazados
por años lujuriosos
donde se hizo necesario callar
frente a los imbéciles que están de paso
por esas calles de esa mía ciudad.
El mundo interior no pareciera
tener paisaje,
sólo el poema aguarda sin sabiduría
y ejercita mientras dure el día
el hombre aquél
su pálida tentativa de salvación.
Pienso en gritarle ¡ey condenado!
las risas de las mujeres misteriosas
me hacen fácil la letra del poema,
me ausento en esa nave tumultuosa
y vuelvo a ser cualquiera.
¡Oh placer de la deriva!
te entretienen viejas prostitutas callejeras
mientras aguardas un bello amor,
remanso de las gotas de lluvia
a la vera del río,
amanecer, que por antiguo
no llegará jamás.
Mientras tanto los días pasan sin mí
y sin ellas.
Las piedras que deja la muerte en los caminos
no duele, y salvajes ritos
acompañan los próximos pasos
que bien sabemos, no van a ninguna parte,
La muerte vestida con honores
aguarda esa llegada.
¡Oh tiempo!
vertical madera dolorosa,
haciendo añicos los cristales.
Lucía Serrano
Es el discurrir del tiempo, de los días con sus luces y sus sombras. Y andamos en la justa medida del equilibrista... o tropezamos enceguecidos, o enredados en esas sombras...
ResponderEliminarMuchas gracias Lucía.
Un abrazo.
Juan.
Bello ritmo melancólico¡
ResponderEliminarUn saludo¡
Triste como el amor lejano, casi posible de alcanzar si el mar de cemento no separara el alma del corazón.
ResponderEliminarUn gusto visitar tu blog. Saludos
Juan Carlos.
¡¡Joder!!
ResponderEliminarUn verdadero placer pasear por los horizontes de tus versos...
ResponderEliminarFelicitaciones!!!
Besos y saludos sinceros
Bonitas palabras, me encanto visitar tu rincón, es muy bello, y gracias por visitar los míos.
ResponderEliminarYa tienes un fiel seguidor.
Saludos amiga Lucía
No creo que hayan palabras para esto... quizas solo un aplauso sincero... creo que me volvere un adepto a este blog...
ResponderEliminarun saludo!
Hermoso leer tus palabras, y qué decir? Precioso.
ResponderEliminarBuena Vida!!
Realmente me parece muy muy muy interesante esta poesía contemporánea, enhornabuena!!!
ResponderEliminarHermoso haber pasado por las 2001 Noches el domingo pasado, ya voy a llevar para leer, un abrazo, Ig
ResponderEliminarmuy fuerte
ResponderEliminarse alarga el sentir con tus palabras.
ResponderEliminargracias!
Camino contigo imaginariamente por tu hermosa ciudad (que alguna vez espero conocer) junto a esas mujeres que aparecieron con el tango y "escucho todos los silencios amordazados". De verdad, me han impresionado tus versos. Abrazos desde Chile.
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