1 de octubre de 2012


Martín Micharvegas
San Fernando, Argentina - 1935
Antioliverio 12

se reprochan se selan se reselan
se mochan se desmochan se taladran
se percuten se espían se persiguen
se siguen se desdoblan se amenasan
se gritan se insolentan se abren fuego
se pasan y traspasan
se atormentan
se tormentan con rayos
con truenos y relámpagos senteyas
con granisos con chubascos
siclones tifones maremotos
nadan contra la nada
se ahogan se sofocan se perviven
se afilan como filos de navaja
se emboscan se atentan se trampean
se mienten se sustraen se esconden
se trituran y machacan y sofritan
se reflejan en espejos deformantes
se flejan con los flejes de la piltra
se flajelan se violan se sevisian
se mastican y mastican remastican no se tragan
se hacen piedras cascotes duros digestiones ásidas
se eructan se vomitan a chorros el uno sobre el otro
y se mandan a lugares innombrables
al mismísimo carajo a la mierda en bote
a la concha puta de sus respectivas santas madres
y así no hay iglesia ni templo ni mesquita
 que los albergue y/o retenga
ni pacto sosial ni código sivil
ni laso eterno ni estalinismo adinerado
ni capitalismo salvaje que valga
eyos ya no dan más de sí
eyos ya no dan más
eyos ya no dan
eyos ya
yo


Buenos Aires, 1863NE
 ( 7 abril 2006 d.C. )

2 comentarios:

  1. Tremendo poema contra los extremos excluyentes que nos incluyen a todos/as en sus inacabables disputas. Al fin, el interés en juego es sólo el de unos pocos, aunque, en el fiel de la balanza, entremos todos/as como moneda de cambio, como peones necesarios y desechables. Y, entre ellos, dónde el yo.

    ResponderEliminar
  2. Estoy muy grata por verte en mi bloggue; gracias por su visita. Sus poemas son muy bonitos. Feliz de estar aca con ustedes.

    ResponderEliminar

https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2826493871469319904#postandcommentsettings