28 de abril de 2014

ESPERANDO VOLVER NUNCA HE LLEGADO

Esperando volver nunca he llegado,
llegado sin saber, nunca he partido,
ya ves, amada, mis cosas están claras,
mi ánimo, despejado, sin direcciones.
Si me besas aquí, pienso en otrora,
si el océano me llama, me aferro a ti,
a tu fragante boca enamorada y loca
y el pobre océano pierde sus orillas.
Estoy, no tengo, no consumo nada.
No olvido, no recuerdo, no perdono.
Toda la venganza está en mis ojos,
en mis labios inmensos fuera del tiempo,
en mis tiempos, amores, fuera de la vida,
en mis sencillos versos fuera del amor .
Miguel Oscar Menassa
De “Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista”, 1987

ITINERARIO CONOCIDO


Amar la ausencia para ellos dos, era un itinerario conocido.
Al final se quedaron solos una vez más en la intemperie del vivir, adelantados a las épocas brillantes de extrema lejanía.
Creencias había por todas partes.
Estaban convencidos de la inutilidad de todas las palabras, pero no de algunas, por eso hablaban largas horas hasta el amanecer, donde los sorprendía el tiempo cotidiano en el que no vivían.
Habían nacido para ser hombres famosos, admirados por eminencias de este mundo.
Sus opiniones que eran muchas, daban luz a cualquier tiranía.
Despreciaban las falsas emociones y las seguridades de vanas esperanzas.
Privados desde los orígenes de la llama oscura en noches donde el fuego se hacía signo etéreo de lo humano, no buscaron certezas.
Caminando sobre todas las audacias, la vida no alcanzaba para ellos.
Tiempo de luz para que el corazón brille impecable y encuentre las diferentes posibilidades de transformarse en compañía.
Solo tenían para vivir una sed insaciable, un itinerario conocido.

LUCIA SERRANO "COMO LA MISMA PASIÓN"

20 de abril de 2014

JACQUES PRÉVERT

PARA HACER EL RETRATO DE UN PÁJARO Pintar primero una jaula con la puerta abierta pintar después algo bonito algo simple, algo bello, algo útil para el pájaro. Apoyar después la tela contra un árbol En un jardín en un soto o en un bosque esconderse tras el árbol Sin decir nada, sin moverse A veces el pájaro llega enseguida Pero puede tardar años antes de decidirse. No hay que desanimarse Hay que esperar Esperar si es necesario durante años La celeridad o la tardanza En la llegada del pájaro No tiene nada que ver Con la calidad del cuadro. Cuando el pájaro llega, si llega observar el más profundo silencio esperar que el pájaro entre en la jaula y una vez que haya entrado cerrar suavemente la puerta con el pincel. Después borrar uno a uno todos los barrotes cuidando de no tocar ninguna pluma del pájaro. Hacer acto seguido, el retrato del árbol, escogiendo la rama más bella para el pájaro, Pintar también el verde follaje Y la frescura del viento, El polvillo del sol y el ruido de los bichos de la hierva en el calor estival y después esperar que el pájaro se decida a cantar. Si el pájaro no canta, mala señal, Señal de que el cuadro es malo, Pero si canta es buena señal, Señal de que podéis firmar. Entonces arrancadle delicadamente una pluma al pájaro Y escribid vuestro nombre En un ángulo del cuadro.

19 de abril de 2014

HAY QUE ESTAR SIEMPRE EBRIO


Hay que estar siempre ebrio. Nada más; esa es toda la cuestión.
Para no sentir el peso horrible del tiempo, que te quiebra la espalda y te inclina hacia el suelo, tienes que embriagarte sin cesar.
¿De qué? De vino, de poesía o de virtud, como quieras.
Pero embriágate.
Y si alguna vez, en las escaleras de un palacio, en la verde hierba de una zanja, en la soledad sombría de tu cuarto te despiertas, porque ha disminuido o desaparecido tu embriaguez, pregúntale al viento, a las olas, a las estrellas, a los pájaros, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que gira, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntale qué hora es; y el viento, las olas, las estrellas, los pájaros, el reloj, te contestarán: "¡Es la hora de embriagarse!"
Para no ser un esclavo martirizado por el tiempo, embriágate; embriágate sin cesar.
De vino, de poesía o de virtud, como quieras
CHARLES BAUDELAIRE

LENTO ES EL ANDAR DE LOS QUE SABEN


Amable a los recuerdos amados, la piel nocturna, mastica la
clemencia de aquel orgasmo entre tus brazos.
Las palabras que nos dijimos eran todas de amor y sin embargo
por la impertinencia de la duda, tuvimos que consultar a los
científicos.
Teniendo tantos emblemas, no hubo ceremonias.
Las aventuras se hartaron del saber acumulado.
Los ignorantes buscando el triunfo inmerecido, seguían nuestros
pasos equivocados.
Máscaras perversas, desconocían las alteraciones producidas por
lo maravilloso.
Lento es el andar de los que saben, que los labios se resecan
con las horas que pasan sin besarnos.
Amor ven, haz de mis sequedades cataratas.
Búscame hasta encontrarnos, que todo sea un escándalo
milagroso, incógnitas de los momentos mágicos que ya olvidamos.
Lento es el andar de los que saben, que el amor es manso y
tiene sus propios planes.

LUCIA SERRANO "LA INEPTITUD DE LOS VAMPIROS"

18 de abril de 2014

LUCIA SERRANO - "BLUES PARA LA CORONA"

AMANTE DESVELADO

Entre lágrimas,
debajo del túnel
que conduce al infierno,
encontré las luces del misterio.

Sangre de un cuerpo que no es mío.
Amenazante hacha,
del hombre que cortó los hilos.

Todas las noches,
termino tan desnuda,
que pretendo un amante desvelado,
un hombre sin oficio repetido.
Y quisiera mil días y mil noches,
permanecer desnuda ante su cuerpo.

Un ser habitado por fisuras,
por marcas encarnadas,
por ausencias,
por nadas.
Un habitante de otras galaxias.
Alguien, que logre enamorarla.
1

MI LLANTO


He roto tantas brisas con mi llanto,
he llorado romper hasta el mañana
y rompiendo la mar lloré bravío
y el mundo conquisté con este llanto.
Llanto de amor, llanto de furia, tonto llanto.
Clavado en el dolor ajeno lloré de espanto.
Abierto a mi dolor, vidrios lloraba.
Te amaba tanto, tanto, que hasta de amor lloré.
Y luego las vendimias, el vino turbio,
la lágrima rubí, diamante enamorado,
tu cuerpo como caído pero volando.
Cada llanto me recuerda un amor,
todos los llantos sólo uno, llorando.
Arranco de mis ojos las últimas perlas
y me las como para seguir llorando.
Llorando como un buey, vaca, ternera degollada.
Aljibe desterrado del agua,
lloro estos hierros viejos, óxidos lloro,
lágrimas quejumbrosas rotas por el amor,
como salidas de un bandoneón herido.
Bella lágrima oculta me la guardo,
por si algún día alguien la necesita,
entonces, aunque la ame, lloraré esa lágrima.
Y esa otra lágrima desnuda
que no desea abandonarnos
para ser llorada una vez más.
Amor de lágrimas, llantos de océanos,
cataratas de perlas desaparecidas,
majestuoso río cayéndose en mis ojos.
Lágrimas del alcohol, vinagre, envenenadas,
lágrimas del odio hasta el asesinato,
húmeda mortaja de cal ardiente,
ojos desorbitados por la sorpresa
de verse ardiendo, vivos, en la cal.
Era una lágrima fuerte la que lloraba,
lágrimas de una guerra, una muerte violenta,
lágrimas trágicas del exilio.
Hijo, Padre, Madre, todo el mundo llorando.
Había en ese instante lágrimas a montones.
A veces, para recordar haber sufrido tanto,
llorábamos y llorábamos, mas sin motivos.
Era un llorar abierto, tenía ritmo, música.
Cuando llorábamos por nada,
cada lágrima tenía compasión de sí misma,
al caer lo hacían con delicadeza, con elegancia.
Nunca terminaban de caer
y era hermoso verlas danzar de amor,
cayendo sin caer, suave danza del sexo.
Vinos oscuros, licores aromáticos,
mares embalsamados en los ojos,
maremotos retenidos en la mirada.
Vengo desde el centro mismo del agua,
a llorar un dolor tan grande como el mundo.
Hay cosas que no dejan esperanzas,
son cosas como hielos frente al sol.
Como querer encontrar en un mar lejano,
traído por las olas,
aquel beso, de aquel amor perdido,
donde aún no habíamos aprendido a llorar.
Hoy lloraré las cosas no lloradas.
Una amor, una muerte, aquella embriaguez.
Músicas del dolor, llantos amados,
tiernas agüitas de la infancia,
lago escondido entre los árboles,
donde los enamorados se ahogan de llorar.
Lágrimas como piedras despeñadas,
montaña caída sobre la belleza,
seda perforada por las balas del tiempo,
tapándome los ojos, ya cerrados para dormir.
Una pequeña lágrima atraviesa el porvenir,
arranca un ojo de la noche
y lo aprieta con fuerza contra su corazón
y la noche comienza a llorar,
lágrimas de un continente perdido.
Llanto o mujer.
Laberinto, agua sin retorno,
perdida luz,
hambre sin saciar, abierta.
Lloro este verso ahora
porque termina el canto.
Agua de mí, por mí, para mis cosas.
Ese dolor de mí, del universo en mí.
Llanto llorado escribo en el poema
por una muerte en mí, que se repite.
MIGUEL OSCAR MENASSA

16 de abril de 2014

ES LA BABA


Es la baba.
Su baba.
La efervescente baba.
La baba hedionda,
cáustica;
la negra baba rancia
que babea esta especie babosa de alimañas
por sus rumiantes labios carcomidos,
por sus pupilas de ostra putrefacta,
por sus turbias vejigas empedradas de cálculos,
por sus viejos ombligos de regatón gastado,
por sus jorobas llenas de intereses compuestos,
de acciones usurarias;
la pestilente baba,
la baba doctorada,
que avergüenza la felpa de las bancas con dieta
y otras muelles poltronas no menos escupidas.
La baba tartamuda,
adhesiva,
viscosa,
que impregna las paredes tapizadas de corcho
y contempla el desastre a través del bolsillo.
La baba disolvente.
La agria baba oxidada.
La baba.
¡Sí! Es su baba...
lo que herrumbra las horas,
lo que pervierte el aire,
el papel,
los metales;
lo que infecta el cansancio,
los ojos,
la inocencia,
con sus vermes de asco,
con sus virus de hastío,
de idiotez,
de ceguera,
de mezquindad,
de muerte.


OLIVERIO GIRONDO(Argentina-1891)
De “Persuasión de los días

MELANCOLÍA DEL ANOCHECER -

Un grande GEORG TRAKL
MELANCOLÍA DEL ANOCHECER -
El bosque que va creciendo muerto...
y a su alrededor hay sombras como setos.
Trémulo abandona el venado su refugio,
al tiempo que un arroyo se escurre quedamente
y persigue helechos y piedras antiguas
y luce como plata entre guirnaldas de hojas.
No tarda en oírsele en negros barrancos...
Es probable que ahora brillen las estrellas.
La oscura llanura parece ilimitada,
aldeas dispersas, pantano y estanque,
y algo que aparenta ser una hoguera.
Un frío resplandor corre por las calles.
Se vislumbran movimientos en el cielo,
emigra una legión de aves silvestres
hacia las hermosas comarcas diferentes.
El ondulante junco sube y baja.
GEORG TRAKL (Salzburgo 1887-1914)
(Traducción del poeta y traductor rosarino Héctor A. Piccoli)

15 de abril de 2014

ESCOLLOS DEL CAMINO CAPITÁN

Veía los navíos en la aurora.
Veía perfumados llanos que ya no existían.
Veía surcos, arrugas en la mente, trozos.
Regiones inhóspitas donde sólo vive el poeta.
Hasta los huesos sangran. Escollos del camino capitán.
Exploradores intentando descifrar una lengua.
Confusiones diversas en puertos extranjeros.
Las islas que yo veía eran de oro falso.
La gran palabra deberá ser la que enmudece.
La muerte es esa esfinge dominada por sus propias cenizas.
Profundidades y extensiones.
Tracé la línea de combate y entre equívocas sonrisas,
confundí tierra firme. Llegué casi a no necesitar la luz.
Postales en mis ojos, universos,
te buscaron capitán hasta dar contigo.
Mujer noctámbula, no teme que la oscuridad
haga de los campos sembrados, baldíos cenagosos.
Hay semillas destinadas a germinar entre las piedras.
Que el monzón no llegue antes de que crezcan.
Temblarán las nubes y todo el cielo agasajará nuestros pasos.
Velas encendidas de secretos.

LUCIA SERRANO (del libro "CARAMELO")

COMO SI NO EXISTIERA ESTA DISTANCIA



Todos los días te imagino de pie frente a mis sueños,
y respiro a tu lado savia nueva.
La urgencia de la selva no abruma nuestros planes
secretos, empecinados,
que hacen de la imaginación vagos deseos.

Como si no existiera esta distancia entre nosotros,
te escribo, te cuento los recodos del camino,
hablo contigo de los peligros de estar lejos del mar,
y también vivir en medio del océano.

Te digo amor así, en esta distancia
que ahora me parece mínima,
y cierro los ojos para verte brillar
entre las hojas en blanco
del poema aún no escrito.

Amor mío, ninguna distancia
será más delicada
que nuestras pieles amándose.
Pongo cerca de mi almohada,
un autorretrato que vos
mismo has realizado
sobre ti, y luego abro
el cajón de la mesa de luz,
para que nadie sepa
que estuvimos juntos,
tan cerca como
ahora mismo, amor mío

LUCIA SERRANO "CARAMELO"
1

14 de abril de 2014

ESTA VEZ EXTRAÑARÉ TU CUERPO


A Mariano Moure

Una pequeña pena que duerme en los corazones desesperados, 
hace gigante a la noche donde el rey no vino.
Algunos días, acosada por dudas, sin ninguna pasión que nos encuentre,
sin poder conquistar contigo el vientre cerrado de los universos,
quisiera escribir la ineficacia del tiempo no vivido.
Busco las llaves en las diferentes combinaciones que el corazón
le propone a las barreras de tanta soledad.
La alquimia que producen las noches a mi alrededor,
sucumbe frente a los instantes que no ven la claridad de los pasos futuros.
Las calles se vacían si no estás a mi lado.
Me alejo en la insospechada pasión de las precisiones,
y frente a tu cuerpo amado, ninguna tristeza seducirá las valentías.
La extraña canción que nos nombraba,
sorda en la oscuridad por el sonido de las tempestades,
recuerda nuestros bríos.
Caliente la herida, espera respuestas de la sangre.
Imposibilidad del sueño, construyendo la magia de sus aullidos quietos.
Esta vez extrañaré tu cuerpo, no produciré ningún desvío.

LUCIA SERRANO "CARAMELO"
DOORS, EL HOMBRE QUE AMAS ODIAR

Duda amor, cabalga la serpiente dorada que iluminó nuestras cimas.
Pónte anillos de fuego y trepa a través de la marea devorando, las
conciencias humanas que aturden tu alma.
Todo está roto, baila, enciende el fuego de mis cosas favoritas.
Sé mi hermano vagabundo y tráeme champagne.
Al otro lado te aseguro amor, Dios es grande.
Elige el día del día, hasta tener tu propia visión en tan extraño
recorrido.
¡Enfrentemos a la muerte!
Flotan verdades en la brisa y sin embargo hoy, no recuerdo
haber nacido.
Abrázame fuerte, ellos quieren mi muerte cuando sospechan
que aún te amo.
Nunca más miraré a tus ojos y sin embargo siento funcionar
ese universo, sé como funciona.
Todas las miradas aceptan que en el silencio no existen las
trampas.
No sangres más caballo, galopa encima de todos los antifaces y
pónte la máscara adecuada.
¡Ven a buscarme!
Soy, un falso héroe, un dios poderoso islandés que vive en
América, un demonio en cuero blanco, un espía del amor.
Estamos en el borde de algo sagrado.
Conozco la palabra que quieres oir, conozco los sufrimientos
del éxito, la felicidad imprecisa, el ojo nocturno que reclama
urgencias.
Esta vez mi amor, deseo caer, en el escenario.

(del libro de Lucía Serrano “Blues para la Corona”)


LA VIDA ES ANCHA - GABRIEL CELAYA



Con todo mi dolor metido dentro
me he asomado a la ventana.
Allí fuera parecía que no pasaba nada.
Los árboles temblaban levemente
y el río, aunque charlaba, no explicaba.
Las estrellas fulgían sin declararse heridas
y la noche parecía una música callada.
Era mentira. Ya sé. Todo me mentía.
Si no serenidad, indiferencia.
Pero el que yo gritara mis pequeñas miserias
ante lo inmenso… ¡mira! ¡Qué vergüenza
creer que mis problemas son cosas medio serias!
No encontraba la paz sino la risa
de un mundo sin sentido y de una explosión perpetua.

1974.

“Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse”

10 de abril de 2014

LA SOMBRA - A.GIRRI



De algún modo soy tu cuerpo,
Me designo en él, me quema
En la mentira útil como un remo,
En la desgracia y la amorosa lucha
Abriendo Los huecos de su máscara.
Pero no me lo permitas,
No me dejes ser sólo tu cuerpo.
De algún modo soy tu cuerpo,
Cuando la rica, inexplicable sangre,
Transcurre en medio de representaciones.
Y lo seré hasta que cenizas
Acaricien tu prestada, última parcela.
Pero no me lo permitas,
No me dejes ser sólo tu cuerpo.
De algún modo soy tu cuerpo,
La opresión que difunde me sostiene,
Y no en otro descienden las palabras,
Urde la disculpa el vejado sermón
Por nuestras pasadas facciones.
Pero no me lo permitas,
No me dejes ser sólo tu cuerpo.
De algún modo soy tu cuerpo
Y si en atención a su dañina mengua
Me cuido bien de mirarlo como esencia,
¿Con qué prodigio, incisivo milagro,
Percibiré tu pasión cuando lo excluya?
Pero no me lo permitas,
No me dejes ser sólo tu cuerpo."

2 de abril de 2014

ARTHUR RIMBAUD - VIDAS





Vidas

I
¡Oh las enormes avenidas del país santo, las terrazas del templo!
¿Qué le ha pasado al brahmán que me explicó los Proverbios? ¡Desde entonces, desde allí, siego viendo hasta a las viejas! Me acuerdo de las olas de plata y de sol hacia los ríos, con la mano del campo en el hombro, y nuestras caricias de pie en las llanuras especiadas. - Un vuelo de palomos escarlata atruena en torno a mi pensamiento. - Exiliado aquí, tuve escenario en que interpretar las obras maestras dramáticas de todas las literaturas. Podría señalaros las riquezas inauditas. Observo la historia de los tesoros que vosotros encontrasteis. ¡Veo la continuación! Mi sabiduría se desdeña tanto como el caos. ¿Qué es mi nada, al lado del estupor que os espera?


II
Soy un inventor cuyos méritos difieren en mucho de los de todos aquellos que me precedieron; soy incluso un músico que ha encontrado algo así como la clave del amor. Ahora, gentilhombre de un campo agrio de cielo sobrio, trato de conmoverme con el recuerdo de la infancia mendicante, del aprendizaje o de la llegada en zuecos, de las polémicas, de las cinco o seis viudeces, y algunas juergas en que mi terquedad no me dejó subir al diapasón de los amigos. No echo de menos mi antigua porción de alegría divina: el aire sobrio de este agrio campo alimenta muy activamente mi atroz escepticismo. Pero como este escepticismo ya no se puede llevar a la práctica, y como, por otra parte, estoy consagrado a una zozobra nueva, - espero convertirme en un loco muy malo.


III
En un granero donde me encerraron a los doce años conocí el mundo, ilustré la comedia humana. En una bodega aprendí la Historia. En alguna fiesta nocturna en una ciudad del Norte, me tropecé con todas las mujeres de los antiguos pintores. En un viejo pasadizo de París me enseñaron las ciencias clásicas. En un magnífico alojamiento cercado por el Oriente entero llevé a cabo mi inmensa obra y transcurrió mi ilustre retiro. He fermentado mi sangre. Me dispensaron del deber. Ya no hace falta ni pensar en ello. Soy realmente de ultratumba, y no acepto encargos.