29 de diciembre de 2011

DETESTE TUS MENTIRAS

Universo ligero y frágil fue nuestro amor desarrollándose entre
tantas mentiras.
Jugamos amenazando las horas del placer que acercaba
nuestros cuerpos. La sensación de ser amado, aumentaba las
mentiras.
Todo sucedía de cualquier manera, no teníamos ninguna
certeza, sólo el rayo del amor que nos unía, interrumpía nuestros
sueños de muerte y nada ni nadie podía reemplazarnos.
Sofisticadas máscaras desafiando al destino que teníamos
escrito y olvidado.
Confusa seducción que a tu lado perdía su objetivo.
Artificio cruel para el corazón que siempre esperó no simular la
irrealidad de un amor que vivía en medio de oscuros desafíos.
Detesté tus mentiras, tu religión, tu familia, tu falta de amigos,
tus mujeres ausentes y a tí mismo.
El desconcierto de las apariencias lo confundieron todo y yo
deseé no obstante, conocer la gracia que calculaba la naturaleza
de tanta cercanía.
Víctimas del devenir, nos quedamos mansos y solos, porque
temíamos que el desafío fuese brutal. Cerco inviolable para un
amor tan alto que no soportaría más mentiras.

(del libro de Lucía Serrano "La Ineptitud de los Vampiros")

27 de diciembre de 2011

SE CANTA AL MAR




Nada podrá apartar de mi memoria
La luz de aquella misteriosa lámpara,
Ni el resultado que en mis ojos tuvo
Ni la impresión que me dejó en el alma.
Todo lo puede el tiempo, sin embargo
Creo que ni la muerte ha de borrarla.
Voy a explicarme aquí, si me permiten,
Con el eco mejor de mi garganta.
Por aquel tiempo yo no comprendía
Francamente ni cómo me llamaba,
No había escrito aún mi primer verso
Ni derramado mi primera lágrima;
Era mi corazón ni más ni menos
Que el olvidado kiosko de una plaza.
Mas sucedió que cierta vez mi padre
Fue desterrado al sur, a la lejana
Isla de Chiloé donde el invierno
Es como una ciudad abandonada.
Partí con él y sin pensar llegamos
A Puerto Montt una mañana clara.
Siempre había vivido mi familia
En el valle central o en la montaña,
De manera que nunca, ni por pienso,
Se conversó del mar en nuestra casa.
Sobre este punto yo sabía apenas
Lo que en la escuela pública enseñaban
Y una que otra cuestión de contrabando
De las cartas de amor de mis hermanas.
Descendimos del tren entre banderas
Y una solemne fiesta de campanas
Cuando mi padre me cogió de un brazo
Y volviendo los ojos a la blanca,
Libre y eterna espuma que a lo lejos
Hacia un país sin nombre navegaba,
Como quien reza una oración me dijo
Con voz que tengo en el oído intacta:
"Este es, muchacho, el mar". El mar sereno,
El mar que baña de cristal la patria.
No sé decir por qué, pero es el caso
Que una fuerza mayor me llenó el alma
Y sin medir, sin sospechar siquiera,
La magnitud real de mi campaña,
Eché a correr, sin orden ni concierto,
Como un desesperado hacia la playa
Y en un instante memorable estuve
Frente a ese gran señor de las batallas.
Entonces fue cuando extendí los brazos
Sobre el haz ondulante de las aguas,
Rígido el cuerpo, las pupilas fijas,
En la verdad sin fin de la distancia,
Sin que en mi ser moviérase un cabello,
¡Como la sombra azul de las estatuas!
Cuánto tiempo duró nuestro saludo
No podrían decirlo las palabras.
Sólo debo agregar que en aquel día
Nació en mi mente la inquietud y el ansia
De hacer en verso lo que en ola y ola
Dios a mi vista sin cesar creaba.
Desde ese entonces data la ferviente
Y abrasadora sed que me arrebata:
Es que, en verdad, desde que existe el mundo,
La voz del mar en mi persona estaba.

NICANOR PARRA
De Poemas y antipoemas

24 de diciembre de 2011

TE AMO

Te amo escondida en nuestra pasión por los secretos.
Te amo terrible, alucinando un día tenerte todo para mí.
Te amo exaltada por tus brillos que se escapan en cualquier
dirección y tengo miedo.
Te amo amor, te amo, ni el odio ni la sed te alejan de mi lado.
Te amo amor, te amo, y es tan lejos el más allá, que esta vez no
he podido escribirlo.
Te amo en esta soledad, donde tu cuerpo entero está a mi lado,
donde ya no te extraño.
Donde ningún temor se une a mi futuro, juntos vencemos a la
muerte.
Te amo rey de mi corazón y no diré nada a nadie.
No dejaré que los hambrientos desciendan confundidos hasta
nosotros.
Te amo amor, te amo, y es tan fugaz el tiempo que te espera a
mi lado, que vence enamorado todas las distancias.
Te amo amor, te amo, y hoy he decidido atormentada por la
verdad, seguir amándote.
Fuegos ausentes, desconocen la intención del vuelo que nos une.
Te amo amor, te amo, y audaz ante el secreto, decido quedarme
quieta como una piedra antigua y esperar mil veces más tus
palabras de amor, entre invisibles lágrimas, a mi lado.

(del libro de Lucía Serrano “La Ineptitud de los Vampiros” – 1996-1999

22 de diciembre de 2011

QUIERO VOLVER BUENOS AIRES

Quiero volver Buenos Aires
a tu cortina alienante
de muchedumbre sin rostro
A tu calle Corrientes
que nunca duerme
pero tiene las ojeras
de los desesperados.
Y el llanto de los pibes
que duermen junto a los perros callejeros.

Quiero volver vieja metrópolis
a tus payasos de los mil circos.
A tú río de color león
que como un mar sucio
esconde el horizonte.

A tus varietés, tus minas, tus espectáculos,
que nos venden la diaria ilusión.

Quiero perder mis ojos
en cada una de tus luces
y extraviar mi espíritu
en procura de tu alma

Quiero volver, mi reina
para despertarte de tu sueño parisien
Y decirme hoy:
Que París está muy lejos
y que vos ya has crecido un poco.

Que tu rouge se ha corrido
vieja prostituta
Y que América sangra esperándote.

Quiero volver porque:
soy tu hijo
tu cliente
y tu amante.

Para amarte y amarte
como te aman los locos
como te aman cada uno de tus habitantes.

Hasta vaciarse
hasta saciarse.

Y luego lentamente morir.

Ricardo Alberto Giménez - Bogotá 1979
(del libro "Del Ande y del Hombre"
mi amigo Richy "Matafuego" Pantusso

19 de diciembre de 2011

Yalal al - Din RUMI

En las adoraciones y bendiciones de los hombres rectos

Las alabanzas de todos los profetas están amasadas juntas.

Todas sus alabanzas se mezclan en una corriente,

Todos los vasos se vacían en una sola jarra.

Pues El que es alabado es, de hecho, solamente Uno,

En este sentido todas las religiones son sólo una religión.

Porque todas las alabanzas están dirigidas hacia la luz de Dios,

Sus numerosas formas y figuras están tomadas de ella.

Los hombres nunca dirigen sus alabanzas sino al Ser considerado digno,

Se equivocan a través de opiniones erróneas de Él.

Así, cuando una luz cae sobre un muro,

Ese muro es un eslabón en conexión entre todos sus rayos;

Sin embargo cuando arroja ese reflejo de nuevo a su fuente,

Erróneamente muestra lo grande como pequeño, y detiene sus alabanzas.

O si la luna se refleja en un pozo,

Y alguien está pretendiendo alabar a la luna,

Aunque, por ignorancia, mira dentro del pozo.

El objeto de sus alabanzas es la luna, no su reflejo;

Su infidelidad surge del error de las circunstancias.

Ese hombre bien intencionado está equivocado en su error;

La luna está en el cielo, y él la supone en el pozo.

Por estos falsos ídolos la humanidad está perpleja,

Y conducida por vanas codicias a su dolor.

RUMI

17 de diciembre de 2011

ES UNA APUESTA LA VIDA

(a mis amigos)

No dejes que me calle
aunque yo calle,
tú sabes bien
que no hubiese llegado
hasta ti, de no tener mensaje.

No dejes que me enrosquen
los tontos pasajeros de la lluvia,
resguardándose de sus gotas,
mientras yo me baño
con el agua que cae en mi cabeza.

No hay ruinas cuando llueve,
el agua hace correr
el mal congelado en los surcos,
pasos por donde anda el camino.

Una mansa deriva
para los soñadores aún despiertos,
apostando al naipe más alto de la vida,
que seguramente algún día saldrá.

Es una apuesta la vida.

A veces me parece no estar en ella,
y otras me duele el tiempo
por donde mi ser camina,
y me encuentra el alma en cada esquina,
y hago silencio para seguir viajando,
para no ser descubierto, y silbo.

6 de diciembre de 2011

TUS HIJOS (Khail Gibran)




Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.

No vienen de tí, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no pueden visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes
a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación en tu mano de arquero
sea para la felicidad.

KHAIL GIBRAN

4 de diciembre de 2011

A UN MUERTO PREMATURO

Oh, él ángel negro, que furtivo salió
del interior del árbol,
cuando éramos dulces compañeros de juego en la tarde,
al borde de la fuente azulada.
Nuestro paso era sereno, los ojos redondos
en la frescura parda del otoño.
Oh, la dulzura púrpura de las estrellas.

Pero aquel bajó los pétreos escalones de Mönschberg
con una sonrisa azul, y en la extraña crisálida
de su más tranquila infancia murió.
En el jardín quedó el rostro plateado del amigo
atento en el follaje o en las antiguas rocas.

El alma cantó la muerte, la verde corrupción de la carne,
e imperó el murmullo del bosque,
la queja febril del animal.
Siempre tañían desde torres
las azules campanas de la tarde.

Llegó la hora en que aquel vio sombras en el sol púrpura,
veladuras de podredumbre en el ramaje desnudo;
en la tarde, cuando en el muro crepuscular
cantó el mirlo,
y el espíritu del muerto prematuramente
apareció silencioso en la alcoba.

Oh, la sangre que fluye de la garganta del dios,
flor azul; oh, las lágrimas ardientes
lloradas en la noche.

Nube dorada y tiempo. En solitario recinto
hospedas con frecuencia al muerto.
Y caminas en diálogo íntimo bajo los olmos
bordeando el verde río.

Georg Trakl

14 de noviembre de 2011

LOS FANTASMAS DEL DESEO

A Bernabé Fernández-Canivell

Yo no te conocía, tierra;
con los ojos inertes, la mano aleteante,
lloré todo ciego bajo tu verde sonrisa,
aunque, alentar juvenil, sintiera a veces
un tumulto sediento de postrarse,
como huracán henchido aquí en el pecho;
ignorándote, tierra mía,
ignorando tu alentar, huracán o tumulto,
idénticos en esta melancólica burbuja que yo soy
a quien tu voz de acero inspirara un menudo vivir.

Bien sé ahora que tú eres
quien me dicta esta forma y este ansia;
sé al fin que el mar esbelto,
la enamorada luz, los niños sonrientes,
no son sino tú misma;
que los vivos, los muertos,
el placer y la pena,
la soledad, la amistad,
la miseria, el poderoso estúpido,
el hombre enamorado, el canalla,
son tan dignos de mí como de ellos yo lo soy;
mis brazos, tierra, son ya más anchos, ágiles,
para llevar tu afán que nada satisface.

El amor no tiene esta o aquella forma,
no puede detenerse en criatura alguna;
todas son por igual viles y soñadoras.
Placer que nunca muere
beso que nunca muere,
sólo en ti misma encuentro, tierra mía.
Nimbos de juventud, cabellos rubios o sombríos,
rizosos o lánguidos como una primavera,
sobre cuerpos cobrizos, sobre radiantes cuerpos
que tanto he amado inútilmente,
no es en vosotros donde la vida está, sino en la tierra,
en la tierra que aguarda, aguarda siempre
con sus labios tendidos, con sus brazos abiertos.

Dejadme, dejadme abarcar, ver unos instantes
este mundo divino que ahora es mío,
mío como lo soy yo mismo,
como lo fueron otros cuerpos que estrecharon mis brazos,
como la arena, que al besarla los labios
finge otros labios, dúctiles al deseo,
hasta que el viento lleva sus mentirosos átomos.

Como la arena, tierra,
como la arena misma,
la caricia es mentira, el amor es mentira, la amistad es mentira.
Tú sola quedas con el deseo,
con este deseo que aparenta ser mío y ni siquiera es mío,
sino el deseo de todos,
malvados, inocentes,
enamorados o canallas.

Tierra, tierra y deseo.
Una forma perdida.


Luis Cernuda

16 de octubre de 2011

MADRE MIA QUERIDA

Madre mia querida,
por mi corazón,
por el alma que no tuve, querida,
por mis ideas,
las que para estar a tu lado,
era preciso renunciar.
Querida por el mundo
de los seres humanos,
de las plantas,
de los animales mitológicos
Jamás te acercaste
a un animal doméstico.
Cotidiana como las hadas
en los cuentos mayores,
Rebelde frente a la injusticia,
Cruel como la memoria,
siempre presente.
Vamos madre,
que tú y yo moriremos juntas.
No te irás de mi lado
ningún día de mi vida.
Desafío a los monstruos
de la muerte
queriendo escribir este poema.
Los secretos escondites de tu hogar
forman tu mundo
y estoy siempre a tu lado,
en tus palabras madre,
en el amor de escuchar a los vencidos,
al ciego, a los pobres, a los sabios.
Tú madre, tan soberbia,
tan creadora de verdades,
tan infiel
para encontrar el mal.
Ningún mundo de abajo conociste
y sin embargo
sabias que algo iba a faltar
en el camino.
Haremos juntas madre
todos los jardines
que alivien nuestros ojos,
que serenen la furia de la muerte.
No entrará cuando quiera
sin avisarnos antes de la cita
La esperaremos madre
siempre estaremos juntas.

Lucia Serrano

15 de octubre de 2011

MADRE MIA QUE ESTAS EN UNA CARTA

Madre mìa que estàs en una carta
y un regaño antiguo que no encuentro,
quèdate para siempre aquì en el centro
de la rosa total que no se aparta.

Madre mìa que estàs tan lejos, harta
de la nieve y la bruma, espera que entro
a ponerte a vivir con sol dentro,
madre mìa que estàs en una carta.

Puedes darle al misterio alguna cita,
convenir con las sombras hechiceras,
puedes ser una piedra que se quita

o secarte ahora mismo las ojeras;
pero acuèrdate, madre , de tu hijita
¡ No te atrevas a todo, no te mueras!

Carilda Oliver Labra

8 de octubre de 2011

CON TINTA BLANCA





Preso de una edad donde ya no hay mas razones que buscar,
el escritor se dijo: ¡queda la plegaria, escríbela!
Yo vivía en las manos de ese eco encantador y maldito
Apretaba los labios por temor al desborde.
Empecé a escribir con tinta blanca,
Y el olvido forzó nuevamente la sed del desconcierto.
Vacío,
silencios,
ruidos.
Pasos dormidos del pasado, anhelan vivir entre mis páginas.
A esta fiera salvaje que solo tiene sed de conquistas,
me la tragaré gota a gota sin derramar ni una sola lagrima.
Antes de que me interrogue, diré que olvidé el tiempo transcurrido
Ya nadie cree en mezquinas aventuras de hombres arriesgados.
Tinta Señor!, quiero tinta para no usar mi sangre y hacerla ley de mi raza.
Metamorfosis saturada de imágenes sacras.
No viviré en sueños, haré caminos, lisos, amplios, sin piedras.
Diseños mágicos, con tinta blanca.

Lucía Serrano

6 de octubre de 2011

APARIENCIAS VERBALES

Hay tiempos perdidos en el tiempo,
Hay horas sin ser que las viviese
Hay meses y años,
Todos los años conmovidos.
Terrenal apariencia marrón,
Verdes que han partido,
Césped sin sed.

Pantallas enarboladas
Con el misterio del viento.
Azul digo y todo el cielo
Me pertenece,
Hasta mágico digo
Y es mío el universo.
Apariencias verbales.

Después las sombras,
También de las mañanas,
Claros alelíes, hortensias, jazmines
Y colibríes volando.

El sauce esta tarde
Llora para mí,
Los pájaros acompañan
Los llantos del jardín.
Encantado país
¿adónde has marchado?

(del libro inédito de Lucía Serrano "La sangre que faltaba"

4 de octubre de 2011

LA MADUREZ ES TODO

No imaginaba que el tiempo era ese aprendíz
enaltecido por un porvenir amenazante,
recostado a la vera de todos los caminos,
aguardando un poco mas de vida,
deseando los deseos nunca sidos.

Quería repetir la frase que se alejaba de mi memoria
y no era posible repetirla, en el intento,
busqué desesperadamente las palabras
que hablaran de todo lo conquistado
con esfuerzo olvidado, con trabajo sin cansancio,
con amores idos, con la espera sabia y serena.

La madurez era un niño brillante que se acercaba
a mi alcoba despacito por las noches,
y al oído nítido del silencio nocturno
me contaba cuentos donde el héroe
se había marchado para siempre
y toda la ganancia era del tiempo por venir.

Lucía Serrano

29 de septiembre de 2011

Q U I Z A S

Quizás te amenazan las flores.
Quizás tu enemigo es el viento.
El gusto ansioso de una fruta.
El volcán negro de tu sexo.
Enrique Molina

Quizás nunca te enteres del perfume
De los cuerpos sobre el césped,
Ni del oficio de una bestia inocente,
Ni de las olas que golpean furiosas,
Cuando el amor se detiene.

Quizás no te acostumbres
A los lujos pueriles,
Ni al fuego intenso
Que tienen las fogatas

Quizás ningún relámpago
Iluminó tus pasos
Amenazados siempre.

Era en abril la memoria y el insomnio,
De los días que alejaban la ternura
Y el tiempo se detenía
Como un perro acobardado.

Este espejismo de niebla,
No tiene caricias ni lejanía.

Retomo con la cabeza
El perfecto círculo
De tus movimientos
Y tomo vino
Para mojar mis labios
Que alejan los demonios
De tu entierro.

Ruge la pólvora y con ojos
De fiera enjaulada, imagino
Prender el pasto seco
Que rodea la cabaña
Y partir por las huellas
De todas las pisadas.

Espera el universo
En mi garganta,
quizás
Un hombre y una mujer,
Sobre estas sábanas blancas.

Lucía Serrano

19 de septiembre de 2011

TRISTEZAS QUE TIENE LA OSADIA




La evidencia de seguir viviendo, abre espacios y tiempos
que nos embarcan en una nave frágil.
La cronología deja de funcionar, lo que fue deja de ser.
El amor, vuelve soberano a cerrar las heridas de amor.
Las palabras no son definitivas, y ciegas frente al camino
por venir, un fluir comienza.
Detesto todo progreso que me aleje de los seres amados.
Las malas acciones, evidencian la inutilidad de todas las
razones.
Claridad del ojo reprochando los desencuentros.
Hay lo inconfesable cuando estoy triste.
Silencio quise, oscuridad para el que lo vió todo, sordera
del que aturdido gritó muy fuerte, como un loco, asustando a
los hombres que sólo necesitaban del amor su poder.
Cuando estoy triste, prefiero embarcarme en aquella nave
frágil y yo con ella.
Olvido los rumbos y soporto esa deriva hasta la próxima vez.
Jóvenes pensadores del futuro con alocadas pasiones, in-
sisten en vernos juntos sin testigos prisioneros, que todo lo or-
ganizan por el temor a perder.
La separación es un triunfo de la ambivalencia.
Recuerdo que amarte fue mi mayor delirio. Se acercaban
a mi escucha, signos que nadie conocía, para contarme el
plan que nos unía pero tuve que callar.
Sabía que el Día del Juicio, el Soberano Bien tendrá la
palabra final.
Deseando mostrarles a todos la luz de tanta maestría, des-
perté en lo que nos rodeaban, sentimientos bárbaros, deseos
de muerte y salvajes caballos alados alejaron mis pasos.
Para estar juntos, tuvimos que separarnos
Tristezas que tiene la osadía.

LUCIA SERRANO

(del libro “Blues para la Corona” - Bs.As.-Argentina – 1995)

2 de septiembre de 2011

EL POETA MURIO AL AMANECER - RAUL GONZALES TUÑON



Sin un céntimo, solo, tal como vino al mundo,

murió al fin en la plaza frente a la inquieta feria.

Velaron el cadáver del dulce vagabundo

dos musas: la esperanza y la miseria.

Fue un poeta completo de su vida y su obra,

escribió versos casi celestes, casi mágicos,

de invención verdadera

y como hombre de su tiempo que era

también ardientes cantos y poemas civiles

de esquinas y banderas.



Algunos, los más viejos, lo negaron de entrada.

Algunos, los más jóvenes, lo negaron después.

Hoy irán a su entierro cuatro buenos amigos,

los parroquianos del Café,

los artistas del circo ambulante,

unos cuantos obreros,

un antiguo editor,

una hermosa mujer

y mañana, mañana,

florecerá la tierra que caiga sobre él.



Deja muy pocas cosas, libros, un Heine, un Whitman,

un Quevedo, un Darío, un Rimbaud, un Baudelaire,

un Schiller, un Bertrand, un Becquer, un Machado,

versos de un ser querido que se fue antes que él,

muchas cuentas impagas, un mapa, una veleta

y una antigua fragata dentro de una botella.

Los que le vieron dicen que murió como un niño.

Para él fue la muerte como el último asombro:

tenía una estrella muerta sobre el pecho vencido,

y un pájaro en el hombro.

15 de agosto de 2011

D E S N U D A




A 36 años del asesinato de Roque Dalton

Desnuda

Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros,
como hace el agua
cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites,
me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como a un niño perdido
que en ti dejara quieta su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que se nutre;
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a la sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

Roque Dalton

10 de agosto de 2011

LAS LAPIDAS SON DESAFORADAMENTE PESADAS

No comprendés, la distancia es el mar, las mil leguas marinas que nos separan irremediablemente.
Cuando estábamos todos en el puerto, todos éramos iguales.
Después llegó la hora de embarcarse, la nave construida, las amarras rotas.
Yo preferí el mar, vos la tierra.
Desde el mar te tiré los cabos necesarios, las escalas necesarias. Fue imposible. Desde la arena me hacías señales luminosas incomprensibles; recuerdo una noche que me entretuve en las señales, casi me voy a pique.

Después el mar me fue ofreciendo nuevas palabras, nuevas conjeturas, mi piel en tanto iba adquiriendo las características de los viejos lobos de mar. Mis aullidos eran aullidos desprovistos de fe. Lo importante era emitirlos y no que alguien los escuchara.

Mi barco era pequeño y veloz, vos no pudiste soportar tanta velocidad.

Miguel Oscar Menassa

--

1 de agosto de 2011

DESPUES DE LA MUDANZA




EL niño triste mira con asombro
el patio donde había cielo.
La marca que dejó en el muro
la fotografía de la boda.
El sitio donde estuvo el piano
(su música, como la lluvia).
La ventana donde el otoño
daba su luz a los malvones.
¿Y cómo la verá un día,
vaga, distante, en el recuerdo?

La carta que cayó del mueble
como una hoja del tiempo.

Raúl Gonzalez Tuñón

DE PUÑO Y LETRA

Me doy por vencido.
La religión la mafia
la política y el fútbol
el ejército y la moda
mueven más gente que yo.

Son millones o pocos
pero totalmente decididos
al todo por el todo.
Yo sólo tengo que ver
con las pequeñas multitudes
de un cine de trasnoche
con la soledad de los jugadores
que ofician una partida de ajedrez
con la tibieza de algunas mujeres.

Leo
vuelvo a ver una vieja película
hago noche en Coltrane
y estiro el brazo y acaricio a mi bella
que fume y ahora me convida.

Mario Trejo

30 de julio de 2011

UNA CARTA DEL POETA MIGUEL HERNANDEZ A SU ESPOSA JOSEFINA MANRESA



Carta a Josefina Manresa

Miguel Hernández
Madrid, 12 de septiembre de 1939

Mi querida Josefina:
Esta semana, como las anteriores, llega martes y no ha llegado tu carta. También empiezo a escribir ésta para que me dé tiempo a echarla después, cuando el correo me traiga la tuya, que no creo que falte hoy. Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros y desesperarme. Prefiero lo primero y así no hago más que eso, además de lavar y coser con muchísima seriedad y soltura, como si en toda mi vida no hubiera hecho otra cosa. También paso mis buenos ratos espulgándome, que familia menuda no me falta nunca, y a veces la crío robusta y grande como el garbanzo.

Todo se acabará a fuerza de uña y paciencia, o ellos, los piojos, acabarán conmigo. Pero son demasiada poca cosa para mí, tan valiente como siempre, y aunque fueran como elefantes esos bichos que quieren llevarse mi sangre, los haría desaparecer del mapa de mi cuerpo. ¡Pobre cuerpo! Entre sarna, piojos, chinches y toda clase de animales, sin libertad, sin ti, Josefina, y sin ti, Manolillo de mi alma, no sabe a ratos qué postura tomar, y al fin toma la de la esperanza que no se pierde nunca. Así veo pasar un día y otro día, esperanzado y deseoso de correr a vuestro lado y meterme en nuestra casa y no saber en mucho tiempo nada del mundo, porque el mundo mejor está entre tus brazos y los de nuestro hijo.

Aún es posible que vaya para el día de mi santo, guapa y paciente Josefina. Aunque yo, la verdad, creo que estos amigos míos llevan las cosas muy despacio. Han estado de vacaciones fuera de Madrid y han regresado esta semana pasada. No han podido venir a verme porque ahora es imposible para todo el mundo. Es casi seguro que los veré la semana que viene. Me decías en tu anterior que guardara la ropa cuanto pudiera. No te preocupes, que si no tengo ropa cuando salga, con ponerme una mano en el occipucio y otra en el precipicio, arreglado. Así y todo procuro conservarla y uso la más vieja y todo son cosidos y descosidos y ventanas por todas partes. El pijama se me ha roto y le he puesto un remiendo que es media camisa, porque se me veía toda la parte de atrás y era una verdadera vergüenza. Por lo que a mí me pasa, me figuro lo que os pasará a vosotros y como esto siga así, me veo contigo como Adán y Eva en el Paraíso.

¡Ay, Josefina mía! No nos queda otro remedio que aguantar todo lo malo que nos viene y nos puede venir, para el día que nos toque aguantar lo bueno. ¿Verdad que llegará ese día? Yo nunca he dudado de que llegará y de que seremos más felices que hasta aquí hemos sido. Esta separación nos obliga a respetar a nuestro Manolillo más que respetamos al otro. Manolillo del que no dejo de acordarme nunca. Dentro de un mes hará un año que se nos murió. Eso de que el tiempo pasa de prisa, para nadie es más verdad hoy como para nosotros y a mí me cuesta trabajo creer que ha pasado un año desde que cerró nuestro primer hijo los ojos más hermosos de la tierra.

Dios, a quien tú tanto rezas, hará que el día diecinueve de octubre lo pasemos juntos, si no hace que lo pasemos el día ventinueve de este mes. No quisiera pasar, ese día lejos de ti. Iremos a dar una vuelta al campo y si tú eres decidida, visitaremos la tierra donde nos espera. Tengo ganas de hablar contigo. La otra noche soñé a Manolillo ya con cinco o seis años de edad. Cuídalo mucho, Josefina que crezca fuerte y defendido contra toda enfermedad. Cuando te sea posible come mucha fruta y mucho vegetal, principalmente patatas. Es lo que más conviene a tu salud y a la de nuestro sinvergüencilla.

No me dices muchas cosas suyas. Supongo que ya hablará más que un loro. Si supieras que ganas tengo de oír su voz: se me ríen los huesos sólo de imaginarla, con que mira lo que me voy a reír el día que la oiga de verdad. Dime el peso que tiene, que no lo has pesado hace mucho tiempo. Estoy enfadado con Manolo y con las Marianas, a ninguno de los cuatro se les ocurre escribirme unas letras. No se acuerdan de mí, que no los olvido. Dime también algo de la abuela y la tía, que tampoco me han mandado una sola letra (...).

Bueno. Voy a dejar el lápiz y a esperar tu carta, a ver qué me trae de bueno. Nada. Hoy no recibo carta tuya. No me gusta que te retrases en escribirme. Vaya plantón que me he llevado al pie del que vocea el correo. No hay derecho. Espero que me digas algo de nuestra familia de Orihuela, de mi madre especialmente y de la de Pepito. Anteayer he recibido una carta de un amigo de la huerta, Trinitario Ferrer, muy amigo de mi hermano y me dice que se ve con él todos los días. Di a Vicente que le diga que por ahora no puedo contestarle, pero que me alegra mucho saber de él. Voy a terminar mi carta diciéndote que seas menos perezosa conmigo o de lo contrario no te voy a escribir en un mes. Y nada más porque no parezca larga ésta a la censura y porque hagan todo lo posible para que llegue a tus manos.

Manolillo: adiós, un beso ¡pum! Otro beso ¡pum! Otro, otro, otro, ¡pum, pum, pum!

Manolo: escribe, dejando a un lado por un rato las barbas y las perezas.

Marianas: a ser buenas y a pelearos una vez a la semana solamente.

Josefina: recibe para ti y para nuestro hijo y para nuestros hijos mayores el cariño encerrado y empiojado y ... perdido de tu preso

Miguel

¡Adiós!

En la fotografía que ilustra el post aparecen el poeta Miguel Hernández y su esposa, Josefina Manresa ,durante los años de paz de la II República Española.

25 de julio de 2011

TODOS LOS CUENTOS TERMINAN CON LA VIDA O CON LA MUERTE

Cuando vuelvas por el camino de la tierra
no detendrás tu mano ni ninguna palabra
me recordarás simplemente tendido y esperando
que el viento y la lluvia
mojen o enfríen
ay, tu quieto, tu terco corazón.

No volverás florida
ni empecinadamente revueltos los vestidos
ni nada de alegría
en tu cuerpo de haber estado antes en la ciudad
y antes todavía en el campo.

Mi amada, en esta realidad puñados de oro
saltan y golpean para que el río vuelva.
la soledad no vuelve o no es la misma.

El río no vuelve.

El amor puede quedarse dormido entre las sábanas
o las escaleras del puerto
donde los rufianes con sus amigos y los pescadores
lentamente silban su dolor
porque no viene nadie.

Amada, aquí no hay río que humedezca y alegre tu piel
Aquí la soledad.

Miguel O. Menassa

--

21 de julio de 2011

HAGAMOS UN TRATO

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué es flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Mario Benedetti

16 de julio de 2011

EL ENEMIGO SIEMPRE ES MAS DEBIL

Cuerpo de cuerpos,
clavado,
arrodillado,
extinguido,
marcado.
Temperamento sagrado,
tuvo que cobijarse
entre enemigos.
Dominando
soberbia injusticia,
se hizo piel,
sonrisas,
óptica ambarina.
Diamantes del adversario,
iluminaron las ruinas del coloso.
La vida toda se hizo de un color.
Los enemigos no pudieron ser los enemigos.
Deliberadamente,
al borde de los bordes,
el robot computado,
los convirtió en estatuas de sal.

(del libro "Blues para la corona" de Lucía Serrano)

12 de julio de 2011

UNA CERTEZA EXTRAÑA

Con tus tibias caricias en mi cuerpo,emprendo la marcha
esta mañana.
Camino mi vida recordando tiempos inmortales y sutil co-
mo un húesped en medio de la intemperie, observo el silencio.
Dejo los ojos abiertos, para no ver el mundo que sucede.
Ignorando todas las nostalgias, aumenta mi osadía, llegan-
do al interior de la mudez, indiferente y ajena para despistarla.
Este amor que te tengo, me desnuda el alma.
Quiero susurros de las noches amadas y signos para al-
canzarlas.
Suspendida cualquier sospecha, vuelvo a recordar que te amo
y como un guerrero en medio del desierto, espero sabiendo
que ya pasará la caravana.
Ya llegará el día donde todos soporten vernos juntos.
Alcancemos la altanería de un amor perfecto, sin despedidas.
Si nos olvidamos, no habrá oraciones que alcancen la calma.
Una certeza extraña que el amor posee, sin poder explicarla,
supone que es posible y yo amo la ilusión que no tiene amenazas.

(del libro de Lucía Serrano "Blues para la corona")

26 de junio de 2011

UN POEMA DE PIEDRA

Causas mis deseos hambrientos
que deslizan sus garras frente a mí
y te siento llegar.

Invisible caricia que cierras
los caminos abiertos a la vida
y te quiero encontrar desvanecido,
muerto entre turbulencias aéreas
que me ciegan.

Produzco un movimiento
y se que es siempre inapropiado
porque vuelven las causas
y los errores se pasean soberbios
frente a mis vuelos.

Y yo, pobre, sucia de barro,
sola entre las piedras,
detenida y quieta,
soy una de ellas.

Encubro las faltas de mi reino.


LUCIA SERRANO

2 de junio de 2011

POR OSADIA

Cuando por osadía imagino la monárquica hermosura de enamorarme de ti.
Veneno de la serpiente dorada a quien sólo mis pasiones amenazan.
Pierdo las ansias en todos los caminos largos.
Desconfío.
Engañada la sirena miente y tiene miedo de perderse.
Decide entonces, no partir.
Engaño consciente que la voz provoca.
Dócil hermosura que todo lo confundes.
Halago los cuidados de tu boca,
en palabras que lejanas se refieren a mí.
No respetaré tus penas, tus tristezas, tus silencios, tus ausencias.
No acordaré con tu muerte, aunque el día que te conocí ya habías muerto.
Yo amé la palidez, lo blanco de tu rostro enamorado de la confusión.
Furioso corazón destrozado, inadvertido.
¡Oh Paris, tu extravagante ausencia es lo que yo quisiera!
¡Oh Paris, la inquietud de la sagrada mercancía transportada en las orillas del Sena!
¡Ven libertad, estatua sin vuelo!
Esta inmensa batalla es mi vida.
Yo amaba el silencio de los atardeceres, donde el amor exaltaba su huída, su particular manera de haberse marchado.
No presentí ningún milagro, no tuve inquietud por las apariencias.

(del libro inédito de Lucía Serrano "MASCARAS")

30 de mayo de 2011

VUELVO PORVENIR

Adiós
andrajos,
ayeres
majestuosos,
estatuas
de
elefantes
blancos.

Vuelvo porvenir
para encontrarte.

Lucía Serrano

23 de mayo de 2011

LOS MAS RAROS - CHARLES BUKOWSKI

no es frecuente verlos
porque donde hay multitud
no están
ellos.

esos tipos raros no son
muchos,
pero de ellos
provienen
los pocos
cuadros buenos
las pocas
sinfonías buenas
los pocos
libros buenos
y otras obras.

y de los
mejores tipos
raros
tal vez
nada.

ellos son
sus propios
cuadros
sus propios
libros
su propia
música
su propia
obra.

a veces me parece
verlos;
por ejemplo
cierto
viejo
sentado en
cierto banco
de un cierto
modo
o
un rostro fugaz
en un anutomóvil
que pasa
en dirección
contraria
o
cierto movimiento
de manos
del chico o la chica
del supermercado
mientras meten
la compra
en las bolsas.

a veces
es incluso alguien
con el que has
estado viviendo
un
tiempo:

notas
una
mirada
de rápida iluminación
que nunca
le habías visto
antes.

a veces
sólo notarás
su
existencia
repentinamente
en un
vívido
recuerdo
algunos meses
algunos años
después de que se hayan
ido.

recuerdo
a uno:
tenía unos
20 años
iba borracho a
las 10 de la mañana
se miraba en
un espejo
resquebrajado
de Nueva Orleans.

un rostro soñador
contra los
muros
del mundo
¿qué
ha sido
de mí?

FISONOMIA (Ana Cristina César)

No es mentira
es otro
el dolor que duele
en mí
es un proyecto
de paseo
en círculo
un fracaso
del objeto
en foco
la intensidad
de luz
de la tarde
en el jardín
es otro
otro el dolor que duele

22 de mayo de 2011

ALEJANDRA PIZARNIK



Memoria iluminada, galería donde
vaga la sombra de lo que espero.
No es verdad que vendrá.
No es verdad que no vendrá.

Ella no espera en si misma.
Nada de sí misma.
Demasiado ensimismada.

Sólo vine a ver el jardín
donde alguien moría
por culpa de algo que no pasó
o de alguien que no vino.


Ella es un interior.
Todo ha sido demasiado
y ella se irá
Y yo me iré.



Triste cuando deseo y cuando no. Triste cuando con un cuerpo y cuando no.
Triste cuando con su sonrisa y cuando no.


Alejandra Pizarnik - 1972

18 de mayo de 2011

LA NOCHE - VICENTE ALEIXANDRE

Fresco sonido extinto o sombra, el día me encuentra.

Sí, como muerte, quizá como suspiro,
quizá como un solo corazón que tiene bordes,
acaso como límite de un pecho que respira;
como un agua que rodea suavemente una forma
y convierte a ese cuerpo en estrella en el agua.

Quizá como el viaje de un ser que se siente arrastrado
a la final desembocadura en que a nadie se conoce,
en que la fría sonrisa se hace sólo con los dientes,
más dolorosa cuanto que todavía las manos están tibias.

Sí. Como ser que, vivo, porque vivir es eso,
llega en el aire, en el generoso transporte
que consiste en tenderse en la tierra y esperar,
esperar que la vida sea una fresca rosa.
Sí, como la muerte que renace en el viento.

Vida, vida batiente que con forma de brisa,
con forma de huracán que sale de un aliento,
mece las hojas, mece la dicha o el color de los pétalos,
la fresca flor sensible en que alguien se ha trocado.

Como joven silencio, como verde o laurel;
como la sombra de un tigre hermoso que surte de la selva;
como alegre retención de los rayos del sol en el plano del agua;
como la viva burbuja que un pez dorado inscribe en el azul del cielo.
Como la imposible rama en que una golondrina no detiene su vuelo...

El día me encuentra.

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “La destrucción o el amor”

14 de mayo de 2011

TODO ERA ENTRE NOSOTROS

Todo era entre nosotros.
Nos esperaba el Rey en Jaen.
Nuestras costumbres no nos hacían acordar con ningún plan.
La lluvia calmaba las tristezas.
Eramos adictos al cuerpo del otro.
Lentamente perderá la corona.
La esperarán fantasmas que no violarán sus formas.
Pienso en esa especie autosuficiente y necesito tener en cuenta
mis propios planes.
Buscaba la consumación obsoleta de la locura.
Imaginaba que habitaba entre mi cuerpo y mi alma,
la unidad del amor que mi amor posee.
Fracaso frente al anonimato,
que necesita la crueldad de todos los mitos.

(del libro inédito de LUCIA SERRANO, "M A S C A R A S")

11 de mayo de 2011

5 de mayo de 2011

P A R A Í S O

un poema de CHARLES SIMIC (Belgrado, Yugoslavia 1938)


En un vecindario llamado alguna vez “Cocina infernal”
donde un mendigo decía hacer el rol del segundo de Nerón
mientras la ciudad ardía en mitad del verano;
donde una peluquera que se hacía llamar Cleopatra
esgrimía las tijeras del destino sobre mi cabeza
y corría el peligro de perder mis orejas y mi nariz;
donde un hombre y una mujer caminaban desnudos
por un callejón a la hora del crepúsculo.

Debo estar soñando, me dije.
Fue como encontrarme con una pareja de esfinges.
Esperaba que tuvieran alas, cuerpos de leones:
él con su amplio pecho tatuado;
ella con sus enormes, colgantes pechos.

Pasó muy rápido y hace mucho tiempo.

¿Conoces tú ese instante antes de que el día reviente
cuando uno suspira por quedarse entre las sábanas frescas
en un cuarto con las persianas cerradas?
La hora en que los bellos suicidadas
recostados, uno a un lado del otro, en la morgue
se levantan y caminan hacia la luz primera.

Las cortinas de hoteles baratos vuelan por las ventanas
como gaviotas, pero todo lo demás en silencio…
El vapor subiendo de las entradas del metro…
Los cuerpos brillantes por el sudor…
¡Locura, y hasta se podría decir, paraíso!

(traducción de Gabriela Cantú)

LA CIEGA Y SUS ESPEJOS

Como no quiero descubrir la nada,
como me gusta el aire de esta escena,
ignoro si enmudece o si resuena
el corazón de tórtola cazada.

Como no admito golpe ni embajada
pues creo que la muerte nunca es buena,
la pobre que alimento casi cena
una tonta merienda, enamorada.

A veces conversando con el plomo:
arráncame -le digo- trapos viejos,
y volveré del vino este que tomo
en ceremonias con el no y el lejos;
terca en mi eternidad, porque soy como
ciega que se mira en sus espejos.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De "Antología poética"

4 de mayo de 2011

ULTIMA CONVERSACIÓN CON ROLANDO ESCARDÓ

Alegre huésped del espanto,
convidado del hambre,
fabuloso,
ya puedo hablar contigo.

Es aquella hora
en que tu voz de solitario restableció mi casa;
aquella hora de ti
-tramposo paseando en la violeta,
desorejado ilustre de la Plaza del Vapor-;
aquella hora de ver tus huesos juntos.

¡Qué hora para siempre!

Hora de despedirnos sin saberlo,
de ver últimamente
tus ojos de pantano estrellado,
tus ojos de caramba y quiero
que la miseria usaba como dos trapos verdes;
tus ojos que luego cerré
para que no se llenaran de muerte.

No lloro,
no capitulo,
no maldigo;
en honor tuyo sean los murciélagos
y las brumas que amabas.

Pienso que tu sangre reverbera en las cooperativas,
que eres esa vuelta en redondo de las ceibas,
esa frente de pobre salvándose
y que tu jeep sigue dando tumbos por la Revolución.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De "Antología poética"

28 de abril de 2011

APARIENCIAS VERBALES

Hay tiempos perdidos en el tiempo,
Hay horas sin ser que las viviese
Hay meses y años,
Todos los años conmovidos.
Terrenal apariencia marrón,
Verdes que han partido,
Césped sin sed.

Pantallas enarboladas
Con el misterio del viento.
Azul digo y todo el cielo
Me pertenece,
Hasta mágico digo
Y es mío el universo.
Apariencias verbales.

Después las sombras,
También de las mañanas,
Claros alelíes, hortensias, jazmines
Y colibríes volando.

El sauce esta tarde
Llora para mí,
Los pájaros acompañan
Los llantos del jardín.
Encantado país
¿adónde has marchado?

Lucia Serrano

27 de abril de 2011

25 de abril de 2011

EN BOCA DE UN POETA

Guárdame un trozo de violenta espuma,
guárdame un rifle, guárdame un arado,
y que lo pongan en mi sepultura
con una espiga roja de tu estado,
para que sepan, si hay alguna duda,
que he muerto amándote y que me has amado,
y si no he combatido en tu cintura
dejo en tu honor esta granada oscura,
este canto de amor a Stalingrado.

Pablo Neruda (Canto de amor a Stalingrado)

22 de abril de 2011

ME DUELE LA LEJANIA

Me duele la lejanía y sin embargo siempre estoy lejos.
Máscaras tienen los seres que me rodean, para espiar las hazañas
de un perdedor.
Venid idiotas, venid a verme morir al lado de los muertos.
Mi vida es invisible, tener mis ansias, será imposible.
Vampiros bajo el sol del mediodía, no verán la luz de las estrellas
que miramos.
Amor, enséñame a estafar a los que nada pueden, para poder volar
con el poeta, hasta encontrarte en la niebla lejana que alucino.
No volveré a llorar tu ausencia, siempre estaré contigo.
La insistencia no extraña tu cuerpo, posee tu corazón.
Solo el saber es el rey en esta noche.
La memoria que convoca mis pasos hacia tu encuentro, desea un
acto cualquiera, una insistencia absurda para la ceguera que tiene la
falta de ternura.
Cuando mi voz calla tu nombre, una vieja herida se cierra y espero
al ser inaccesible del poeta que no tiene tiempo.
Un más allá del horizonte.
Peligrosamente bella, nuestra última aventura será la mejor.
Absurdos pasos antes del amanecer, donde ya no sufro y las palabras
silencian el eco lejano de tu voz.
Te buscaré amor, igual que a los tesoros escondidos en arcones debajo
del mar, lugares perdidos para los seres humanos.
Encrucijada fatal para la justicia de esta tierra.
Una ilusión de indiferentes glorias.
Una iracundia nueva.
LUCIA SERRANO
(del libro inédito “COMO LA MISMA PASION”- Bs.As. 1995

20 de abril de 2011

COMO ELEFANTE TRISTE

Deseo hacer el amor en pleno verano,
como en mi tierra hacían los sin-tierra,
se reclamaban los unos a los otros
y ya no había amor.

Hacer el amor, me digo, con determinación,
con cierta alevosía,
como les pasaba a las mujeres de mi pueblo,
con sus amores únicos.

Hacer el amor hasta romper
el equilibrio que me permite amar.
Como las flores que agonizan,
quemadas, rotas,
por el mismo sol que les dio vida.

Ahora, en esta lenta mañana de verano,
quiero que el viento produzca,
ese sonido, agudo y desgarrado,
del amor sin barreras.
Como hacen el amor las mariposas,
donde gusano y alas,
se juntan para morir.

Hoy quisiera practicar el amor bestial.
Como los cerdos hacen y las gaviotas,
y los vampiros quietos y las vacas.
Hembra y macho, animales en celo,
sin palabras.

Y un día dije:
hoy quiero amar todo lo que pasó.
Y mi vida se llenó de muertos.
Confieso haber sido como ellos,
llegué a gozar sentado en una silla,
quieto, sin alma, esperando un verso.

Y, después, me gustaría amar,
de país a país, de océano a montaña
y dejarme caer como los soldados
que mueren abrazados al arma que los mata.

Tengo que amar, me digo, tengo que amar.
Como aman los jóvenes en primavera,
sin importarles nada, burlándose del mundo.

Me gustaría, porqué no, hacer el amor
tendiéndome en un verso,
como las letras,
las palabras hacen
y me pongo celoso
porque no puedo tanto
y lloro como una mujer,
lo que defendiendo como hombre
no sirvió para nada.

Amar, hoy me dejaría amar.
Sería el hombre muerto-vivo,
que la mujer desea.
Quedarme quieto, digo,
atarme, sin más, al porvenir.
Besar la boca que besa el universo
y apagar la luz.

Hoy es una tarde calurosa
de verano en Europa.
Y quien se lo imaginara
no hubiera podido nunca
imaginarlo así:

Sentado y escribiendo,
haciendo el amor en las cloacas de mi ciudad.

Conociendo a fondo la vida cotidiana.
“Amor y odio se parecen”
amor y odio se parecen,
gritaba el condenado
y se abrazaba
con ardor a sus propias palabras
y amaba
todo lo que no podía ser y caía,
se dejaba caer sobre su cuerpo.

Así quisiera amar, así quisiera.
Con el alma partida de soledad,
sin que nadie me vea llorar por lo perdido,
como elefante triste que no verán morir.

Miguel Oscar Menassa

10 de abril de 2011

DESCONSOLADAS LAGRIMAS

Palpitaba en el fondo
demente de la noche,
la lujuria de haberse equivocado,
de volar en los alrededores
de la luna,
un cuerpo sin excusas.

Provocaba al olvido
con delicadas máscaras
construidas al comenzar
los otoños
y se sentaba bajo el sauce,
para que alguien llorara
en las mañanas.

Detrás del telón,
se arrastraban
desconsoladas lagrimas,
Ídolos celestes,
bajo el escenario
que construyó en silencio
la irrefutable sombra iluminada.

LUCÍA SERRANO

9 de abril de 2011

SUEÑOS DE LA PRISION

La sabiduría,
los romances
y la lujuria,
sanaron
mis desdichas.

Todo dolor
fue inapropiado.

Lucía Serrano-Madrid 2002

7 de abril de 2011

6 de abril de 2011

¿DONDE?

¿Me extravié en la fiebre?
¿Detrás de las sonrisas?
¿Entre los alfileres?
¿En la duda?
¿En el rezo?
¿En medio de la herrumbre?
¿Asomado a la angustia,
al engaño,
a lo verde?...

No estaba junto al llanto,
junto a lo despiadado,
por encima del asco,
adherido a la ausencia,
mezclado a la ceniza,
al horror,
al delirio.

No estaba con mi sombra,
no estaba con mis gestos,
más allá de las normas,
más allá del misterio,
en el fondo del sueño,
del eco,
del olvido.

No estaba.
¡Estoy seguro!
No estaba.
Me he perdido.

OLIVERIO GIRONDO
Argentina-1891
De “Persuasión de los días”

* * * *

31 de marzo de 2011

MALÚ URRIOLA

Santiago en ruinas
abril de 1992

No necesito nada más esta
noche, no quiero oír viejas
anécdotas de poetas. No sé
si veré el futuro, si al
menos lo veré pasar por
estos ojos.
Espero en la única gloria
de los castrados
Me abandonaré al silencio
como un criminal abandona
las armas y el placer
de la sangre.

(de Dame tu sucio amor)

30 de marzo de 2011

"EXTASIS" de John Donne

Donde, como una almohada sobre un lecho,
una Preñada ribera se erguía
para que las violetas reclinen sus cabezas,
nos sentamos los dos, cada uno lo mejor del otro.

Firmemente asidas iban nuestras manos
por un fuerte bálsamo que de ellas provenía,
se entrelazaron las miradas, tejiendo
en una doble trenza nuestros ojos.

Rizar así nuestras manos era entonces
el único medio de hacernos uno,
y las imágenes de nuestros ojos
fueron nuestra única propagación.

Como entre dos Ejércitos iguales, el Destino
aplaza la victoria incierta,
nuestras almas (que a conquistar su condición
salieron de los cuerpos) cuelgan entre ella y yo.

Y mientras ahí nuestras almas negociaban,
yacíamos como estatuas sepulcrales,
todo el día, en la misma posición nos mantuvimos,
y no dijimos nada, todo el día.

Si alguien, tan refinado en el amor
que comprenda el lenguaje de las almas,
y que por el buen amor se hiciera todo espíritu
se detuviera a distancia conveniente,

podría (aún sin saber qué alma hablaba,
porque ambas decían, ambas significaban lo mismo)
hallar un nuevo elixir
y partir más puro que cuando aquí llegó.

Este Éxtasis nos ilumina
(dijimos) y nos revela lo que amamos;
vemos así que no era sexo,
vemos que no veíamos la causa:

pero como cada alma contiene
una amalgama de elementos para sí desconocida,
el amor vuelve a mezclar estas almas diluidas,
haciendo de ambas una –ésta y otra–.

Trasplanta una simple violeta
y su fuerza, tamaño y color
–cuanto en ella era escaso y miserable–
crecerá aún y se multiplicará.

Cuando una con otra el amor
vivifica dos almas,
el alma enriquecida que de ahí fluye
controla los defectos de la soledad.

Nosotros, que somos esta alma renovada,
sabemos de qué estamos compuestos y hechos,
pues los Átomos de los que crecemos
son almas a las que ni un cambio puede invadir.

Mas, oh, ¿por qué tanto tiempo, tan distantes,
nuestros cuerpos hemos olvidado?
Ellos son nuestros, aunque ellos no nos constituyan,
Nosotros somos las inteligencias y ellos la esfera;

les debemos gratitud, pues,
desde el inicio, nos acercaron a nosotros mismos;
nos cedieron sus fuerzas, su sentido
y no son para nosotros escoria sino alivio.

No obra así en el hombre la influencia del cielo,
sino que antes imprime el aire,
para que el alma pueda fluir en el alma
aunque primero repare en nuestro cuerpo.

Como nuestra sangre se afana en engendrar espíritus
en lo que puede semejantes a las almas,
pues tales dedos necesitan tejer
ese sutil nudo que nos hace hombres:

así deben descender las almas de los amantes puros
a los afectos y facultades,
que los sentidos puedan alcanzar y aprehender.
De lo contrario, un gran Príncipe yace encarcelado.

Tornemos pues a nuestros cuerpos, para que
débiles puedan contemplar el amor revelado;
los misterios del amor crecen en el alma,
pero aún el cuerpo es su libro.

Y si algún amante, tal como nosotros,
ha escuchado este diálogo de uno,
déjenlo que nos siga atendiendo;
que vea los pequeños cambios
cuando a nuestros cuerpos hayamos retornado.

"ÉXTASIS" de John Donne

Donde, como una almohada sobre un lecho,
una Preñada ribera se erguía
para que las violetas reclinen sus cabezas,
nos sentamos los dos, cada uno lo mejor del otro.

Firmemente asidas iban nuestras manos
por un fuerte bálsamo que de ellas provenía,
se entrelazaron las miradas, tejiendo
en una doble trenza nuestros ojos.

Rizar así nuestras manos era entonces
el único medio de hacernos uno,
y las imágenes de nuestros ojos
fueron nuestra única propagación.

Como entre dos Ejércitos iguales, el Destino
aplaza la victoria incierta,
nuestras almas (que a conquistar su condición
salieron de los cuerpos) cuelgan entre ella y yo.

Y mientras ahí nuestras almas negociaban,
yacíamos como estatuas sepulcrales,
todo el día, en la misma posición nos mantuvimos,
y no dijimos nada, todo el día.

Si alguien, tan refinado en el amor
que comprenda el lenguaje de las almas,
y que por el buen amor se hiciera todo espíritu
se detuviera a distancia conveniente,

podría (aún sin saber qué alma hablaba,
porque ambas decían, ambas significaban lo mismo)
hallar un nuevo elixir
y partir más puro que cuando aquí llegó.

Este Éxtasis nos ilumina
(dijimos) y nos revela lo que amamos;
vemos así que no era sexo,
vemos que no veíamos la causa:

pero como cada alma contiene
una amalgama de elementos para sí desconocida,
el amor vuelve a mezclar estas almas diluidas,
haciendo de ambas una –ésta y otra–.

Trasplanta una simple violeta
y su fuerza, tamaño y color
–cuanto en ella era escaso y miserable–
crecerá aún y se multiplicará.

Cuando una con otra el amor
vivifica dos almas,
el alma enriquecida que de ahí fluye
controla los defectos de la soledad.

Nosotros, que somos esta alma renovada,
sabemos de qué estamos compuestos y hechos,
pues los Átomos de los que crecemos
son almas a las que ni un cambio puede invadir.

Mas, oh, ¿por qué tanto tiempo, tan distantes,
nuestros cuerpos hemos olvidado?
Ellos son nuestros, aunque ellos no nos constituyan,
Nosotros somos las inteligencias y ellos la esfera;

les debemos gratitud, pues,
desde el inicio, nos acercaron a nosotros mismos;
nos cedieron sus fuerzas, su sentido
y no son para nosotros escoria sino alivio.

No obra así en el hombre la influencia del cielo,
sino que antes imprime el aire,
para que el alma pueda fluir en el alma
aunque primero repare en nuestro cuerpo.

Como nuestra sangre se afana en engendrar espíritus
en lo que puede semejantes a las almas,
pues tales dedos necesitan tejer
ese sutil nudo que nos hace hombres:

así deben descender las almas de los amantes puros
a los afectos y facultades,
que los sentidos puedan alcanzar y aprehender.
De lo contrario, un gran Príncipe yace encarcelado.

Tornemos pues a nuestros cuerpos, para que
débiles puedan contemplar el amor revelado;
los misterios del amor crecen en el alma,
pero aún el cuerpo es su libro.

Y si algún amante, tal como nosotros,
ha escuchado este diálogo de uno,
déjenlo que nos siga atendiendo;
que vea los pequeños cambios
cuando a nuestros cuerpos hayamos retornado.

ES INFINITA ESTA RIQUEZA ABANDONADA

Es infinita esta riqueza abandonada
esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos
de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no impota tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
suben murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío

no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada

Edgar Bayley
De La vigilia y el viaje , 1961

29 de marzo de 2011

ODA A LA BELLEZA - CHARLES BAUDELAIRE

¿Vienes del cielo o de salir del abismo
O belleza? sus ojos infernal y divina,
Derrama confusamente la benevolencia y la delincuencia,
¿Y por qué podemos comparar con el vino.

Usted tiene en sus ojos la puesta del sol y el amanecer;
Usted dispersión perfumes como una noche de tormenta;
Tus besos son un filtro y tu boca un ánfora
Que hacen que el héroe de un cobarde y un niño valiente.

¿Viene usted del hoyo negro o descender de las estrellas?
Destino, embrujado, sigue tus faldas como un perro;
Que se siembra en alegría al azar y el desastre,
Y usted gobierna todo y respuesta para nada.

Usted camina en la belleza muerta, te ríes;
De tus joyas, horror no es la menos encantadora,
Y el asesinato, entre sus más queridos baratijas,
Sobre tu vientre orgulloso danza amorosamente.

La polilla deslumbrada vuela hacia ti, vela,
Crujidos, las llamas y ha dicho: Bendigamos esta antorcha!
El amante jadeando inclinado sobre su bella
Con el aire de un moribundo acariciando su tumba.

Si usted viene del cielo o el infierno, lo que sea,
O Belleza, monstruo enorme, espantoso, ingenuo!
Si tus ojos, tu sonrisa, tu pie, abierta para mí
En el Infinito que amo y que nunca han conocido?

Satanás o Dios, a quién le importa? Ángel o Sirena,
Lo que sea, si usted hace, - Fay con los ojos de terciopelo,
Ritmo, perfume, luz, mi única reina! -
El universo menos horrible y más ligero momentos.

Charles Baudelaire (a partir de "Flores del Mal)

25 de marzo de 2011

R E V I E N T E

Esta noche saldré a cantar por la ciudad la canción del reviente,
lo haré en voz baja, mirando al sur,
seducida por los rostros detenidos frente al vitral.
El deseo del terror tatuado en todos los costados de mi cuerpo,
amanecerá con los locos del tiempo.
Sonará el clarinete y el saxo,
orquesta jóven para los poderosos que perduran
bajo el tic tac del reloj abandonado y antiguo.
¡A preparar las maletas amigos, que ya no hay mas reviente!
Todas las sábanas son blancas y los que duermen,
se acuestan con trajes de alpaca negro,
para perturbar el cansancio de los pasajeros del viento.
Trabajo fragmentado, partes que no alcanzan el vuelo.
¿Cuándo abrimos el juego?
¿Quién estará en la partida?
Todas apuestas vencidas de antemano.
¿Quién será el ganador de esta farsa?
Reviente, tu rosa mística se ha quedado sin nombre,
y ya nadie necesita tu oficio cruel.
Sólo quedan lejanas imágenes del triunfo que buscabas.
Anda a encontrarlas, ya tienen libertad para seguir tus pasos,
cansados por esa lucha.
Y si no, déjalo todo así, igual que siempre,
hasta que llegue el monzón y con su fuerza,
devuelva señales al guerrero caído en el reviente.
Será acusiante y fatal la bienvenida.
¡Pase guerrero!,
aquì estàn las fotografìas de todos los ensayos que usted ha pedido.
Elija tranquilamente las que vayan afìn con su filosofìa.
Las demàs, pueden quedar en el baùl sin tapa,
abierto para las que faltan.
Sin ninguna furia se saludan para no verse nunca màs.
Y asì estàn salvados.
Curioso entretenimiento, màs o menos malvado.


(del libro inèdito de Lucia Serrano "REVIENTE")

24 de marzo de 2011

CORAZÓN SALVAJE

Húmeda la noche, intenta enfurecida encontrar los caminos
de un corazón abandonado.
Perfumado canto que no tiembla.
Cuerpo suspirando primaveras en todos los inviernos.
Raíces de sus alas vuelven.
Caminante, ¡dime alguna mentira para que palpite mi corazón salvaje!
Junto al mar, entre los marineros que esperan, descanso de las calles.
Engarzo en la espuma, círculos que marcan la línea de combate.
¡Tradúceme el canto de los cuerpos más bellos que navegan
con la luna nueva, los que no tienen miedo!
Amante marino sin cadenas, acuéstate a mi lado sin detener el pulso.
Traspásame el azul de tus ojos abiertos.
En la otra orilla, guardo una lágrima antigua para ti.
Estelares pensamientos, despertarán mañana al corazón salvaje.
Hoy los fantasmas ascienden conmigo al firmamento y aguardan
a mi lado, el tiempo donde resuene el eco.
Soy un extraño en este mundo, un demente en las profundidades
que ascienden desnudas.
Salgo a encontrar la luz, el mundo de los genios.
Los latidos de un corazón salvaje, hacen que las debilidades pierdan
poder y ciego de sí mismo, intoxicado, estremecido y agitado,
grita: ¡Amor ven a buscarme, te amo!
El que viene a rescatarme es un desconocido y me promete en su
ausencia los siglos futuros, el fuego eterno de mis mejores sueños.
Compruebo una vez más, que no hay tentación para un corazón
Salvaje.
Esta deidad que me acompaña, toma posesión de mí y me

esconde entre las nubes para poseerme siempre, mientras dice:
¡Sígueme, no tengo palacios para darte, sólo alas para
encontrar el recorrido.

(del libro de Lucía Serrano "Mística del Caos")

16 de marzo de 2011

RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN - Argentina 1905

DONDE TODO TERMINA

A Alberto Sánchez
(pintor y escultor)

I

Donde el carbón se junta con la sangre
y la ametralladora bailarina
lanza sus abanicos de metralla.
donde todo termina.

Ya vienen las mujeres con sus hijos
de la mano, en los brazos y en el vientre.
Dentro del gran bostezo de la mina
crece un grisú de soledad ardiente.
Donde todo termina.

Apuntad bien, que sobre el barro caigan
donde el terror se junta con la sangre.
Ya están ahí los mercenarios.
Donde todo termina.

Su sangre no es abono.
Por el río que arrastra el grano oscuro
corre la sangre favorable
de obreros fusilados contra el muro.
Donde todo termina.

¡Cómo se pasa del carbón al plomo!
¡Cómo se pasa del esclavo al hombre!
Somos miles de muertos favorables.
Donde todo termina.

Incorporaos sobre nuestra muerte
y en su arsenal de polvo
fundid las nuevas armas.
Donde todo termina.

Donde el carbón se junta con la sangre
pronto desbordará los horizontes
el ejército muerto que dirige
un mariscal de hueso y de ceniza.
Donde todo termina.

II

Escuchad la tormenta,
bata el palo sobre la ropa oscura.
Lavad, mujeres de mineros,
la ropa oscura.
la ropa del carbón y de la muerte,
del barro y de la arena
que en el Nalón y en el Caudal arrastran
las aguas de la cuenca.
¡Veteranas!

Bandera el overol agujereado,
espectro del coraje el trapo comunero.
Detrás del viento entre hulla y escarcha
viene el invierno con el hambre.
Viene el invierno fusilando muertos,
decretando osamenta,
persiguiendo a los hijos de los muertos
donde madura el grito de los muertos,
donde la dignidad va madurando.

Va madurando sobre la derrota
donde se junta el aire con el humo
y un sol de vidrio opaco, forastero,
ve desfilar hacia el túnel sonoro
mineros y mineros y mineros.
Donde todo termina.

12 de marzo de 2011

C A M B A L A C H E

Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el tres mil, también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo
todos manoseados.
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador…
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón…
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín…
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón.
Siglo veinte, cambalache
problemático y febril…
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás…!
¡Dale, que va…!
¡Que allá en el Horno
nos vamo’a encontrar…!
No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste honrao…
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley…

Letra y música de Enrique Santos Discépolo -argentino-(1935)

CASI LA SOLEDAD

La soledad que a veces sentía
siempre era la misma,
los mismos tonos,
las mismas melodías,
aquella noche interminable,
el día que oscureció sus luces
de tanta soledad.

Esa cara acongojada frente al espejo,
como sí él fuese
pálido y hasta gris,
y atrapara lágrimas
para robar lo sagrado,
encaprichado por ser cruel
y avaro,
y explotar por los aires
en mil pedazos.

Esos días eran lentas
vanidades de la soledad
llamando a una puerta
que nadie abriría.
A lo lejos el horizonte
no tenía ninguna imagen,
ningún nombre,
todo el arrepentimiento del mundo
cabía entre mis horas.

Se iba adormeciendo
también el corazón,
casi la soledad,
y después la llanura opacada
por las tinieblas de la noche
o el resplandor de las mañanas.

Tenía que detener los pasos
para saber que todo lo viviente
me pertenecía
aunque yo creyera
que nada era mío.
Pareciera seguirme
una sombra sin ruta,
ni planes,
sólo mentiras.

Al volver triste
escribía sin reposo
y los hilos del cerebro
que yo misma había construído,
eran finísimas lonjas de oro
en las que una vida
que me pertenecía
me llamaba a mí con mi nombre
y después del destello
todo dejaba de doler.

Ahora recorro coronada
de blancas amapolas,
los costados de este mío jardín
que conozco hace años
y la niña asustada olvida.

Lucía Serrano

5 de marzo de 2011

DORMIR EN LAS TEJAS DEL SOL




Despertar en un sueño es morir
la realidad un fantasma
plasma que navega en los sentidos
un souvenir del Tiempo.

Morir es nacer en otro sueño
hacerse líquido en la vida
arista del sonido.

Morir es acechar la sombra
escupir espejos en la sangre
hasta fatigar mi luz.

(del libro "Licor de Sueños" de mi amigo Víctor Marcelo Clementi

26 de febrero de 2011

21 de febrero de 2011

¡CUANTAS VECES LA VIDA HABRÁ RECOMENZADO!

Vigilia del otoño, pequeña herida
que vuelve a convocar los tiempos.
Aliento perpetuándose bajo la higuera
Reclinada en la siesta
Última presencia
Caída del sol.
La vida comienza otra vez cuando te escribo,
Anónimo poema
Estatuas de cemento
Corazones amantes.
Fugaces momentos,
donde alguna gliscina blanca, alguien.
Recuerdos. Presencias.
¡Cuántas veces lo mucho se hizo poco!
y el color del apuro,
cruzó entre cornisas oscuros escondrijos.
Herrumbre.
Este amor que te tengo vida,
es porque te he visto renacer.
Fabuloso anticuario,
Última esquina, aliento de Benares.

Caminar sin rincones,
apostar impunemente
a fortalecer este loco corazón,
que late condenado en poesía.
Negro pasado,
Quiebre del espejo.
Naufragio que acelera la débil voz
Alud, recomienzos

Lucía Serrano

17 de febrero de 2011

A N U N C I O

La sonrisa en el rincón de los labios
Donde mueren las sonrisas
En la noche cuando las piedras lloran

Lágrimas muy amargas
Alquien sabrá el futuro y su paisaje de astros
Las palabras que llenan el dolor de horizontes de luto

Entra el astrólogo vestido de poemas
Como las nubes de arroyos
Habla y anda como la noche
En la cumbre de sus frases un pájaro se muere

Nada importa
Amor y enigma mantenido
Él es de otra opinión
Porque sólo cree en los fósforos de la inconsciencia
En la espada de la soledad
Que corta en dos nuestro silencio
Para que sea diálogo de aire y nada

Oh noche crucificada sobre el viento
Oh noche
Buenas noches

VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “Ver y palpar”

13 de febrero de 2011

NOSOTROS DOS

III

Interrumpo iluminada por el recuerdo,
los fantasmas de la locura que proviene de los extranjeros.
Intento que el tiempo de nuestro amor nos encuentre libres,
para colmar la sed que producían nuestros besos.
Cuestionado el después, todos los pasos esperan el desorden.
Fuego de las libertades trayendo condenas enamoradas de los movimientos.
Las palabras que nos dijimos nos hacían primitivos.
Sólo el verbo aguardaba ver crecer en extensión,
la armonía lumínica, el poema que nos nombra.
Ninguno de nosotros dos amaba el destierro.
Nosotros dos amor, siempre fuimos extranjeros.

(del libro inédito de Lucía Serrano "MASCARAS"

10 de febrero de 2011

NOSOTROS DOS

II

Serán insuficientes las explicaciones.
El placer estético de la cercanía nos hará lejanos.
Intima es la duda que el corazón silencia.
Todas las sensaciones se hacen clandestinas.
La voz determina la impropiedad de mi tristeza,
y obstinada la razón espera tu soberana presencia.
Signos de puntuación para los amantes ciertos.
Me arrodillo ante el delirio de la sangre.
Voy al encuentro.
Síntomas diversos,
mojados por el rocío de las mañanas claras,
cambian la dirección deseada.
Existe el amor que anticipa el deseo,
de un corazón acobardado
por las señales del destino.
No arrastraré mis pasos,
en el impecable desierto desolado.
Desnudos abismos hacen inalcanzable,
todas las alturas.
Me iré sin ojos.
No volveré.

(del libro inédito de Lucía Serrano "MASCARAS"

5 de febrero de 2011

NOSOTROS DOS



NOSOTROS DOS
I

Resucita amor mío, gigantescos soles y lunas convocan a nuestros corazones vivos.
Los espejos nublados hacen que la tarde sea gris y las sepulturas nos aguarden a ambos.
Tiemblan sueños desterrados y la miseria de los alrededores hace que las fantasías sean vagas.
Nosotros dos, ya habíamos jurado no olvidarnos jamás.
Esta vez la fiesta será en verano, habrá verde alrededor y no tendremos frío.
Brindo por ti, por mí, por nosotros.

(del libro inédito de Lucía Serrano "MASCARAS"

4 de febrero de 2011

ASI ES

Es
un minuto lento,
lento,
lento,
el que me apura.

(del libro "Blues para la Corona" de Lucía Serrano)

27 de enero de 2011

23 de enero de 2011

EL VERSO DEL TRONO

¡¡Dios!!, no hay más Dios que El, el viviente, el que sostiene,
ni la modorra ni el sueño lo atrapan,
todo lo que el cielo y la tierra contienen a El pertenece
¿Quién intercede ante El sin su anuencia?
El sabe lo que está ante ellos y lo que está detrás de ellos
mientras que ellos nada comprenden de su conocimiento
excepto lo que El desea.
Su trono abarca los cielos y la tierra
y su custodia no le pesa.
El es el sublime, el infinito

(del libro “EL SAGRADO CORAN)

22 de enero de 2011

LA MUERTE NO FRACASA

Amor, voces de un canto inalcanzable, nos traerán amores
perfumados por la lluvia que no cesa.
Vientos nos elevarán en ráfagas doradas hasta llegar al cielo.
Amor, vuelve, resucita para mí.
La muerte no fracasa, no asfixia lo invisible, no se propone
para todos. Aturdida por su danza le grité: ¡llévame a mí
también!
El silencio es el único amante que confía en los infinitos hue-
cos muertos. Será inútil amarte desde mi propio cuerpo.
En todas las madrugadas, siempre nos faltaban lejanías de
una belleza insospechable.
Sabiendo que nosotros conocíamos de nuestra mirada los
abiertos que la convocaban, grité demasiado tarde: ¡no nos
miremos a los ojos amor!
Tu cuerpo muerto tirado en el suelo y yo sin poder parar las
emociones seguía gritando: ¡que no pasen los siglos ausentes
sin encontrarnos!
Muerto tu cuerpo muerto, sospeché en ese acto cruel, que
los actos no conocen la piedad que tienen las palabras.
Frágil y alborotada, no encuentro la belleza que vibraba en
mi cuerpo con tu presencia.
Loca, porque ya no será posible el poseerte, enamorada
de nada, le propongo la guerra al universo.
Ensordecida de tanto silencio, escándalos de las noches
vuelven a traer la melodía de nuestra canción.
Humana, busco en ese amor lejano, la música sacra capaz
de poseerte.
Mariposa quieta para el bestial frenesí del viento, nada
más nos preocupa cuando llega la muerte.
Recuerdo ahora la oscuridad que nos pertenecía, los últi-
mos movimientos de nuestros cuerpos amándose antes de
cualquier final.
Un amor que estallara inquietante y desaforado, encegue-
ciendo a la luz misma con nuestra presencia.
Espero que nada se rompa por las combinaciones que arman
las horas de la noche. Es la presencia de mi propio corazón
latiendo de más, lo que me propone encontrarte.
Apago las luces para dormirme y al no conseguirlo, vuelvo
sobre las palabras, que como pájaros vuelan alrededor de
mi.
Bordes de la nada, esperan ver crecer tanta libertad entre las
páginas blancas.
¡Amor, libérame del alba que siempre vuelve sin cuerpo, sin
nadie, sin ti!.

(del libro de Lucía Serrano “Mística del Caos” – Bs.As.1997

12 de enero de 2011

LLAGAS OCULTAS

No se ven mis heridas. Cuando entrego
por la calle a un amigo mano dura,
él no siente jamás la quemadura
que hace en mi alma el escondido fuego.

Mas cuando inerme por las noches llego
a mi casa desértica y oscura,
mi verdadera imagen que perdura
se vierte en un cristal íntimo y ciego.

Y entonces miro florecer la llaga
de mi subcarne. Ulceración tan vaga
como tú mismo, ¡oh Tiempo que me inmolas!

Así en la oscuridad y ante un espejo
donde incide mi rostro casi viejo,
miro mis llagas florecer a solas.

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "Hay piedras como lágrimas”

7 de enero de 2011

ES INFINITA ESTA RIQUEZA ABANDONADA - EDGAR BAYLEY

esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha
extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos
islas remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levante y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos
de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra que tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío

no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada

Edgar Bayley, Todo el viento del mundo, Grijalbo Mondadori, 2000, Bs. As.

ES INFINITA ESTA RIQUEZA ABANDONADA - EDGAR BAYLEY

esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha
extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos
islas remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levante y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos
de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra que tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío

no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada

Edgar Bayley, Todo el viento del mundo, Grijalbo Mondadori, 2000, Bs. As.

6 de enero de 2011

ENTREVISTA A CARILDA OLIVER LABRA

ALGUIEN IBA A NACER

Algo roza los muros...
Un alma quiere nacer.

Ciega aún.

Alguien busca una puerta,
Mañana sus ojos mirarán.

Un ruido se ahoga en los tapices.

¿Todavía no encuentras?

Pues bien, vete,
No vengas.

En la vida
Sólo a veces hay un poco de sol.

Sin embargo alguien vendrá,
Alguien la espera.

VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “El espejo de agua”