18 de octubre de 2016

AMANTE DESVELADO

Entre lágrimas,
debajo del túnel
que conduce al infierno,
encontré las luces del misterio.

Sangre de un cuerpo que no es mío.
Amenazante hacha
del hombre que cortó los hilos.

Todas las noches
termino tan desnuda,
que pretendo un amante desvelado,
un hombre sin oficio repetido.
y quisiera mil días y mil noches,
permanecer desnuda ante su cuerpo.

Un ser habitado por fisuras,
por marcas encarnadas,
por ausencias,
por nadas.
Un habitante de otras galaxias.
Alguien, que logre enamorarla.


LUCIA SERRANO 

14 de octubre de 2016

MAJESTADES  SATANICAS (del libro de Lucia Serrano “Mìstica del Caos”)

Agotados los diferentes venenos no hay comienzos ciertos.
En la ciudad todos están de luto y Dios se aburrió de acompañar
a los idiotas.
La belleza indolente, no encuentra las heridas por más que
busque sin descanso.
El corazón sediento no quiere frenos en su viaje y se desliza
implacable sobre un espejismo lejano.
Un análisis final del pecado triunfante, origina majestades satánicas.
La humanidad está aburrida de amores dominados por un cielo
ausente y la mirada inquieta no divisa mañanas enamoradas sin
ninguna queja.
Satán despierta por los gritos de los hombres avergonzados,
dominados por virtudes somnolientas, que no encuentran entre
sus pasos el bienestar esperado.
Enamorados de placeres ridículos donde el alma resplandece
entre muros de amores irrisorios, alzan sus cabezas al cielo,
pero nadie contesta.
Por un placer inexistente, se inclinan hasta llegar a atrocidades.
Cruzan tinieblas sin fin y se arrastran más torpes que los ciegos
sin ver la salida.
El caos reinante los insulta todos los días desde las alturas.
Vuestro padre inmortal desde lejos, los sigue con ternura.
Sombras de la gracia que nadie reconoce, temerosas de existir
avergonzadas reclaman sueños divinos y al no encontrarlos,
se despiden de la vida con solemne adiós.
Tanta tristeza frente a los pasos inseguros que no ven la gloria
prometida, crean el alma de majestades satánicas.
¡Basta ingenuos, son restos de una humanidad mediocre la que
acompaña feroz vuestros mejores sueños, para que no se cumplan!

¡Nadie os saluda antes de morir!