3 de noviembre de 2014

ACARICIANDO LÁGRIMAS

La tarde en que lo vi,
volaban las gaviotas
entre fieras salvajes.
Todo fue oscura eternidad,
desencuentros del alba,
muerte sin agua,
sin luz y sin palabras.
La tarde en que lo vi,
acariciando lágrimas,
imaginé su muerte
envuelta con inocentes sedas,
detrás de la luz tenue
que tienen los secretos.
Cerré la puerta
y el golpe descartó toda juventud
en la intemperie
Resucitaron los reyes
y se volatizaron
en el aire del sueño.

LUCIA SERRANO

5 comentarios:

  1. Bien podría, con esa cantidad de imágenes desoladoras, ser la última tarde; aunque sobre el final se hallen unas pizcas o intentos de vida...

    Es lo bueno de la poesía: deja volar los lápices de nuestra imaginación haciéndolos danzar a su antojo :)

    Siempre es un gusto leerte, lucia.
    Buena semana :)

    ResponderEliminar
  2. versos que atesoran ese aroma
    de intensa bondad.

    enhorabuena!!!

    ResponderEliminar

https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2826493871469319904#postandcommentsettings