1 de marzo de 2010

ESTA LUZ NO ME CIEGA

Es silencioso el arte de este desencuentro
y cristalino
el teatro que le han construído.
No hay huellas de aquellos
manuscritos,
y hasta dios se fue lejos
después de saber
que lo habían visto.

Es profundo el silencio en las ciudades
de un mundo que no vuelve
sobre los pasos crueles del destino,
e ilusorio los sueños que lo siguen.

Los espejos alarman mi vanidad
y la historia no cuenta
que nosotros dos nos amamos
desesperados,
aquél día furtivo.

Lucía Serrano

7 comentarios:

  1. Pequeñas historias que pueden ocultarse bajo la enormidad de la ciudad o quizá lo profundo de un silencio.

    Un abrazo!

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  2. No hay huellas y si las hay forman parte del teatro.

    Besos y amor
    je

    PD
    Gracias por visitarme.

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  3. Los espejos alarman la vanidad es cierto pero mas allá de los que espejos reflejan hay un mundo lleno de manuscritos mas valioso que tesoro arqueológico …donde el tiempo no hace mella …y nos cuentan tantas historias ungidas por la tinta de la vida …un profundo poema lleno de reflexión …besos Lucia

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  4. lucia profundo, muy profundo, me gusto mucho

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  5. Los silencios siempre son buenos confidentes, y los espejos sirven para duplicar nuestros miedos.
    Los amantes siempre tendrán historias que contar, esta es una muestra de todo aquello.

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