9 de marzo de 2010

SIN AZAR, NI FORTUNA

Disuelvo en las arenas
los siete pecados capitales
y no hay caída, ni guerra
desangrando los pasos en la tierra.

No se alcanza la materia inerte,
y todos los campesinos
trabajan bajo el sol del mediodía
y mueren una noche cualquiera
de rodillas.

Inevitable es el horror del cielo
y tú estás sometido a ese fuego.
Sutil agita el ave su cordura
y no cae bajo el mármol rosa
de una luna llena.

Sin azar, ni fortuna,
miro y soy mirado
por un rostro insensato,
que se bien no es el mío.

Hay un dios que no duele
en las mañanas
e infinitos silencios
lo acompañan

Lucía Serrano

7 comentarios:

  1. BUENAS TARDESSSSSSSSSS LUCIA QUE LINDO POEMA, QUE TERMINES GENIAL TU DIAAAAAAAAAAAA, SALUDOS DE TU AMIGO CHRISTIANNNNNNNNNNNN

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  2. Qué infinita belleza bate sus alas en este poema. Calidad, estilo y talento! Brillante. Me ha encantado. Felicitaciones! Un abrazo.

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  3. Hola Lucía:
    Es la primera vez que entro en tu espacio, el primer poema tuyo que leo y me ha gustado mucho. No alcanzo a interpretarlo del todo ni a comprender las claves que encierran tus palabras, pero percibo mucho belleza entre sus lineas. Con tu permiso, seguiré leyendote en el afán de conocerte un poco más.

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  4. todos soportamos el destino de dolor, es uno de los encantos misteriosos, de ser humanos.
    y si, los dioses suelen callar ante el dolor, dejan que los hombres se alivien a si mismos.
    un saludo cordial, estimada Lucia

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  5. "...Hay un dios que no duele
    en las mañanas
    e infinitos silencios
    lo acompañan..."

    Realmente, qué poderosa imagen. Un gusto.

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  6. Un poema reflexivo, cargado de incomprensiones; capaz de atender el detalle de lo que se piensa es el olvido divino. Muy sobrio,con don de sencillez y apreciacion.

    Gracias por seguirme. Un gusto leerte.

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