28 de abril de 2013


                  ME GUSTARIA HUIR ( a Pajarito Zaguri – 22/4/2013)

                         “Un pájaro que vuela hacia arriba, no alcanza los cielos, pero                  
se eleva por encima de los techos y así escapa” RUMI

Me gustaría huir para quedarme, atravesar la bruma.
Genio iluminando la vida detrás de las miradas,
destrozando olvidos que clausuran el vuelo,
y agitan tenuemente la agonía.
No querer triunfos inmerecidos,
ser ligero como el tigre alcanzando su presa,
evitar el horror de tener que callar frente a la farsa.
Huir del poder que maneja ebrios zarpazos extranjeros,
¡No necesitan nuestras alforjas estar llenas!.
Me gustaría huir de los posibles tesoros prometidos,
que no alcanzan la gloria merecida.
Quisiera no tener vanidad que acompañe mi nombre,
para vivir soñando la llama que el amor posee,
suaves caricias, delicada seda.
Huir de los miserables que sin tener nada .
son reyes de un espacio colmado por ellos mismos,
a su antojo, apariencias de la verdad. 
Me gustaría no tener un único deseo y seguir
el camino aturdido, borracho tránsito dionisíaco.
Aprender del incierto abanico solitario,
del misterio como un ingenuo niño
que deliciosamente juega a ser mañana.
No temer a los pobres que son célebres,
ni querer la monotonía de todos los instantes.
No ser amable con el torturador,
ni ser amigo de cualquier farsante.
Levantar la cabeza para mirar más alto cada día,
y esperar la salida del sol que siempre llega,
sin pretender iluminar la noche oscura con blasfemias.
Huir de lo que el tiempo fue dejando atrás,
no volver a ningún sitio con las manos atadas
sintiéndome culpable de haber perdido algo,
de haberme equivocado.
No encender por las noches fuegos innecesarios,
guardar lágrimas frente al monstruo dorado de la suerte.
Festejar que los muertos estén muertos, “lo que se fue, se vaya”.
Recordar el aroma de las flores y no amar la tortura, ni las armas.
Ser como el cristal, transparente frente a la transparencia,
y opaco frente a las sombras que ocultan las verdades más altas.
Borrar a todo reino que no tenga de alimento bálsamos para el alma,
y en las noches de desilusión, estar con los amigos amables
contando cuentos que nos pertenecen,
historias del camino donde el lenguaje manda.
Me gustaría huir del silencio mezquino que tiene un único interés,
atacar por atrás más confiado, destruir su inocencia.
Me gustaría apagar las luces cuando no queda nadie y esperar
manantiales gloriosos que nos serán ofrecidos
en cada reposo donde detengamos el paso,
para seguir viajando hasta el final del recorrido.
No perdonar al traidor, desenmascararlo,
no temer que la voz se ahogue en sangre,
que los estériles gestos desalmados sean ajusticiados.
Un día el mundo será para los santos, vasto jardín sembrado,
en cada puerto se escuchará,
el canto matinal del viento sin naufragios.
Huir tendrá sus recompensas,
festín para los mendigos cuando llegue el rey
y sean vistos los justos, los amantes, los sabios.
Nadie aceptará la limosna ofrecida por tercos oficiales
de un mundo que se desploma frente a la claridad astral.
El valor de las joyas no se pierde en el fango, y el brillo
lo guarda para ti el amigo, el hermano.
Quisiera huir de mí, para encontrarme.

Lucía Serrano

3 comentarios:

  1. Olá adorei seu blog !
    Já estou seguindo.

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  2. Estoy segura de que quien escribe así, "escapó por encima de los techos"

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  3. A mi siempre me pasó que huyendo encontré recompensas y para encontrarme solo tuve que huir de mí...
    Me gustó mucho y te seguiré muy de cerca en tu poesía, ¡felicitaciones!

    Hortensio Farwel.

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