¡Oh duendes de la fría locura nocturna!, me desnudo ante
ustedes para tentar a los demonios que miran la tristeza en
los espejos.
Musa querida, presencia de fuertes ideas, opio divino para
los cazadores perdidos en carnavales juveniles, ven, te necesi-
to cerca.
Son sílabas antiguas, las que transmitieron a mi sangre el eco
de los laberintos.
Un amor en libertad, es lo único que todavía me exalta.
Los misterios, iluminan la dignidad de un corazón repitien-
do desvíos, a todo lo que ofrece entre sus pasos, posibles sollo-
zos de una sangre cristiana que ama el sacrificio.
Es la inercia de planes no deseados, con hombres que sin
sueños viven entre sombras y viven muertos.
Yo, poseyendo una nave que tiene instrumentos de precisión
y viaja por todas las alturas donde soplan vientos libres, les
hablo de las diferencias.
Ellos sonríen frente al desconocimiento y yo contesto, de no
ser posible, entonces más música, más ruido, más nada.
Cultivemos la bruma, tal vez allí esté la libertad de un hombre.
(del libro "Mística del Caos" de Lucía Serrano)
Me gusta mucho. . .
ResponderEliminar" . . . les
hablo de las diferencias.
Ellos sonríen frente al desconocimiento y yo contesto, de no ser posible, . . ."
Aunque:"La sonrisa del necio es mejor, que la palabra del mentiroso"
Besos
Jim
Boniro, evocador, y lo mejor de todo, hace reflexionar.
ResponderEliminarSaludos
Muy bueno...profundo, reflexivo.. y mientras lleve a la libertad, sublime...
ResponderEliminarCaricias para tu alma.
ha sido maravilloso este cruce de caminos...gracias
ResponderEliminarEste verso me gusto: "Son sílabas antiguas, las que transmitieron a mi sangre el eco
ResponderEliminarde los laberintos".