Santiago en ruinas
abril de 1992
No necesito nada más esta
noche, no quiero oír viejas
anécdotas de poetas. No sé
si veré el futuro, si al
menos lo veré pasar por
estos ojos.
Espero en la única gloria
de los castrados
Me abandonaré al silencio
como un criminal abandona
las armas y el placer
de la sangre.
(de Dame tu sucio amor)
Te he leído, Lucía, y sé que hay mucho más por venir. Enhorabuena (por ambos, tú por tu blog y yo por encontrarte). Un abrazo
ResponderEliminaren horabuena por el encuentro, un abrazo
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