Un día me dije
frente al llano,
es ésta mi mañana,
ésta mi noche,
éstos mis días.
Puse la mirada
más lejos aún que de costumbre
y me tendí al sol,
a esperar que no me visitaran
los antiguos fantasmas.
Lo humano fue,
un pájaro herido
tirado a mi lado,
como si yo mismo
hubiese sido el asesino.
Después la vida
se convirtió
en aquél roble,
plantado por mi abuelo
en Andalucía.
Un recuerdo distraído.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2826493871469319904#postandcommentsettings