Es así mi tiempo, todo un juego donde vuelan los pájaros que nunca veo.
Y esta semblanza de niña preocupada por el futuro incierto,
ya no tiene la fuerza que anhelaba,
ya no cabalga montañas empinadas,
ya no tiene caballo aguardándola.
Nunca volaron los pájaros que yo miraba.
Estoy cansada, agotada de más por tanto volar alrededor de una almohada.
Cama de los residentes en el cielo.
El odio los dejó vivir sin agua, sin amantes ciertos.
Todo pasaba.
Solo quedaron las flores disecadas,
los experimentos inmóviles y obsoletos,
los absurdos razonamientos,
los inventos.
Sin sueños posibles de soñar,
todo era un infierno en llamas.
Vuelan los pájaros, pero no los que yo veo.
Esta quietud tan antinatural,
se la debo a dios,
que me invitó hace mucho tiempo,
a vivir con él, a su lado, en el cielo.
(del libro inédito de Lucía Serrano "REVIENTE")
creo que ya te lo he dicho, pero leerte me causa escalofríos, me sensibiliza de una manera tremenda, tus letras son vívidas!
ResponderEliminarcariños!
=) HUMO
Vistos dede la tierra o desde el cielo, los pájaros, vuelan.
ResponderEliminarbesos
volar, puede ser dificil, si vamos con alas prestadas. Nunca nos dán la suficiente confianza.
ResponderEliminarun abrazo
juank
esto... te tengo de seguidora. Estas de paso, o comentaras? Lo digo para ponerte el blog, o quitarte. gracias.
ResponderEliminarAbsolutamente demoledor.
ResponderEliminarUn saludo.
Increíblemente bueno.
ResponderEliminarBesos,
*Lisa*