Yo creìa que el mar era siempre violento
y me recostaba en las arenas tibias,
esperando el frìo brutal de todos los inviernos.
Yo querìa tener fe para amar el aroma
dormido en los encierros.
Desesperada me aproximaba siempre a los barrancos,
esa era la lìnea de llegada,
y allì, nunca pensè en lo imposible
de toda búsqueda sagrada.
Allì, siempre me hipnotizaba el abismo,
la caìda constante,
la falta de voz que me enseñaba.
Allì, la bestia iluminada que vivìa conmigo,
me proponìa nuevamente la caìda,
y era tanta la altura, que yo aceptaba.
(del libro inèdito de Lucia Serrano “REVIENTE”)
Me ha gustado mucho. Un placer.
ResponderEliminarSaludos.
Excelente Lucia... tremendo tu poema, intenso...
ResponderEliminarUfff de "bestias invasoras" entiendo un rato. Lo mejor es escucharlas y dejarlas que se desahoguen... al final una bestia relajada no es tan bestia como la pintan y desahogada acaba por dejarte ser tú. Me encantó el poema. Besos
ResponderEliminarMe ha gustado myucho tu poema . Un beso. milagros
ResponderEliminarUna vez más, toda la intensidad en las palabras justas. Un placer leerte...
ResponderEliminarUn beso,
A.
Me encanta este poema, es un placer visitarte y leer en tu blog,
ResponderEliminarBesitos corazón!
en esta poesìa se ve toda tu valentia
ResponderEliminarBello poema :)
ResponderEliminarAbrazozzz
genial me ha encantado
ResponderEliminarbesitosssss
que bello...deberías editar el libro.
ResponderEliminarbesitos linda!
La intensidad surca el mar
ResponderEliminarsus mareas se agolpan en los versos.
Un placer leerte, un abrazo.