28 de junio de 2009




A LA DERIVA

Esperaba antes de zarpar, custodios del agua,
fantasías de hadas persiguiendo el nombre de la noche
Los gestos amables eran escenas de un film no realizado,
circunstanciales historias para un tirano.
Siempre había después en la deriva.
Mansa espera que sabe de lo turbio,
punto de paz que ofrecen las orillas.
Todo era paisaje en esa entrega.
Nadie era el capitán y sin embargo el barco se movía.
Extraña ternura abrazando mi piel en ese andar.
Paisaje de infancia mirándome.
Navegaba por las noches, donde las mareas
conquistaban al dios que vivía debajo de las aguas.
Guarida no alcanzada, huecos sin escondites.
Ancla para ver la deriva y seguir en ella, con ella,
inventando un amor que siempre llegará mañana.
A la deriva vive la poesía, imperceptible saber
que tiene rumbo y detesta a los desesperados,
enfurecidos, entristecidos y alarmados,
por una detención que no es ninguna.
Vanas soledades acompañadas.
Incomprensible seda del esfuerzo.

(del libro inédito de Lucía Serrano REVIENTE)

27 de junio de 2009

INSOMNIO

Tiempo que masticas en bandejas luminosas,
el mal sazonado con pimienta negra.
Cierre de lo que no pasó nunca.
Voz metálica.
Paredes de espejos divisan tu estatura.
Pero vos no te ves.
Llegó la noche y pasó la tarde y la mañana,
ni siquiera descubriste a otros en el espejo.
De pronto se apagan las luces
y la tiniebla te hace seguir buscando.
Tirada en una cama gris, alrededor de un tiempo gris.
Desnudez para las tumbas que aún no han construido.
Plan perfecto para los sedientos.
Bienes embalsamados,
arrojados al mar para su conservación.

(del libro inédito de Lucía Serrano "REVIENTE")

25 de junio de 2009

FALLECE EL VIAJERO

Fallece el viajero por satisfacer el humo de cualquier intemperie.
Vencido en anticipados cementerios de papel.
Experiencias pasajeras que no lo saciarán,
doblan su timón, y él es quien maneja.
¡Oh viajero!
¿cuáles son las alianzas en las rutas que llevas andando a tus deseos?
¿dime viajero, acaso no te importan los derrumbes?
Pasajeros instantes, donde el diablo
se cuela sin palabras, te detienen el viaje.
Fallecen los valores en tu ausencia.
Desesperan los ángeles en tu olvido.
Exquisitos manjares te aguardaban
No aceptaste ser el merecido.
Hacedme a un lado viajero,
de la quietud que tienen las tumbas que te siguen.
Olvídate del cielo y del infierno.
Desbordan los aires, que he dejado pasar al esperarte.
Sobreviviente, tengo todas las edades que no he conocido,
y dejo de aguardar tu presencia en los caminos.
Me separo de ti.
Abdico.

(del libro inédito de Lucía Serrano "MASCARAS")

22 de junio de 2009

DECIA NAPOLEON

"Los sabios son los que buscan la sabiduría; los necios piensan ya haberla encontrado."
NAPOLEÓN BONAPARTE
Emperador de Francia (1804-1815)

21 de junio de 2009

HOY COMIENZA EL INVIERNO



Explicaciones mitológicas del invierno

En la mitología griega, Hades, dios del inframundo, secuestra a Perséfone para hacerla su esposa. Zeus le ordena a Hades que la devuelva y se la entregue a Deméter, diosa de la tierra y su madre. Sin embargo, Hades engaña a Perséfone y le hace comer la comida de los muertos, por lo que Zeus le ordena a Perséfone que pase seis meses con Deméter y seis meses con Hades. Durante el tiempo en que su hija está con Hades, Deméter se entristece y provoca el otoño y el invierno.

18 de junio de 2009

ADIOS FERNANDO PEÑA

ME EXCITA LA CONFUSION

Escribo para agotar la excitación.
Amé los desvíos y no hubo más allá. Mi amor carece de deseos,
ama todo.
Los hombres poderosos siempre cometen delitos desconocidos.
Tonterías de un ser sensible a las certezas.
Es otra vez de noche tarde y una vez más, mi piel no tuvo la
mirada de un amante descarado.
Mientras lo busco en los ensueños, debo reconocer que me
excita la confusión del alma.
Amada antes de nacer, tuve alas para el amor.
Rapidez de la ráfaga que a veces me atraviesa, haciéndome
sentir múltiple.
Sin testigos, no tuve respuestas ciertas de la sangre.
La propuesta era ir a tientas.
Esta noche, quisiera pintar la lentitud.
Notas doradas despiertan los latidos del artista.
Angel que ensordeció decepcionado y decidió habitar el
desamparo.
Poeta maldito, desechó las riquezas para poder soñar.
No quiso salvarse violentamente.
Se acostumbró a vivir en el sagrado desorden de su espíritu.
Esperó durante años, la magia de un corazón maravillado, que
latía lejos de cualquier pensamiento.

(Lucía Serrano de su libro "Mística del Caos")

17 de junio de 2009

EL PERFUME DEL DESEO



EL PERFUME DEL DESEO

Escondido y silencioso intenta pasar como un aroma que no se siente.
¡Oh caramelo!
Así es el deseo.
Marca los labios de hombre que nunca fueron.
No hay razones.
Hambrientos son los olores del deseo.
Grita el suicida como un miserable del destierro, ¡quiero pan!
Pero no seas idiota hombre que ya te dieron, pide otra cosa, tengo hambre,
olvidé las ilusiones del comienzo por seguir viviendo.
Los pasos que voy dando son ciegos, me llamo ese perfume que no recuerdo.
Infinito nudo pegajoso cubierto de miel.
Abejas reinas y macho incierto.
Atacad todo aroma que no tenga el perfume del deseo.
Y el deseo solo tiene el aroma de lo muerto.
Es inasible el sitio, inencontrable el hueco, no tiene pistas,
y la acústica olvida, que buscabas al comienzo.

(del libro inédito de Lucía Serrano “Reviente”

13 de junio de 2009

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE FERNANDO PESSOA



FERNANDO PESSOA

Nació en Lisboa el 13 de junio de 1888, Fernando Antonio Nogueira Pessoa, pierde a su padre a los cinco años y a raíz del nuevo matrimonio de su madre con el cónsul portugués en Durban, pasa a radicarse desde 1896 a 1905 en esa ciudad de África del Sur.
La de Fernando Pessoa no es lo que suele denominarse una personalidad fácil y tampoco lo es, en el sentido más riguroso del término, su poesía.
Pero de la gran cantidad de temas que han llevado a numerosos críticos y ensayistas a sentirse en la obligación de ocuparse de él, uno hay que suele considerarse como fundamental y extraordinario: los heterónimos.
Porque Fernando Pessoa no sólo se negó a construir una “obra” o a alimentar la vacuidad de un “nombre”. El suyo es el de cuatro poetas, además de claramente diferenciables, plenamente valederos: Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Alvaro de Campos, Pessoa mismo.
Dice Pessoa en su ya famosa “Carta sobre la Génesis de los Heterónimos”:
“No podrá decirse que son anónimas o seudónimas, pues en realidad no lo son.
La obra seudónima es la del autor en su personalidad, salvo en el nombre con que firma, la heterónimo es del autor fuera de su personalidad, es de una individualidad completa fabricada por él, como si fueran los parlamentos de cualquier personaje de cualquier drama suyo.
Puse en Caeiro todo mi poder de despersonalización drmática, puse en Ricardo Reis toda mi disciplina mental, investida de la música que le es propia, puse en Álvaro de Campos toda la emoción que no debo ni a mí ni a la vida.
Las obras de estos tres poetas forman un conjunto dramático y se halla debidamente estudiada la interacción intelectual de las personalidades así como sus propis relaciones personales.
Fernando Pessoa se proponía alcanzar “la armonía entre lo que la razón niega y lo que la sensibilidad desconoce”. Porque “toda la emoción verdadera es mentira en la inteligencia, pues no se da en ella. Toda la emoción verdadera tiene, por lo tanto, una expresión falsa. Expresarse es decir lo que no se siente. Así, también FINGIR ES CONOCERSE”

EL MISTERIO DE LAS COSAS


" IV
El misterio de las cosas, Dónde está?
Si apareciese, al menos,
para mostrarnos que es misterio
qué sabe de esto el río, qué sabe el árbol?
Y yo, que no soy más, qué se yo?
Siempre que veo las cosas
y pienso en lo que los hombres piensan de ellas,
río con el fresco sonido del río sobre la piedra.

El único sentido de las cosas
es no tener sentido oculto.
más raro que todas las rarezas,
más que los sueños de los poetas
y los pensamientos de los filósofos,
es que las cosas sean realmente lo que parecen ser
y que no haya nada que comprender.

Sí, eso es lo único que aprendieron solos mis sentidos:
las cosas no tienen significación, tienen existencia.
las cosas son el único sentido oculto de las cosas.

IX
Todos los días descubro
la espantosa realidad de las cosas:
cada cosa es lo que es.
Que difícil es decir esto y decir
cuanto me alegra y me basta.
para ser completo existir es suficiente.

He escrito muchos poemas.
Claro, he de escribir otros más.
cada poema mío dice lo mismo,
cada poema mío es diferente,
cada cosa es una manera distinta de decir lo mismo.

A veces miro un piedra.
no pienso que ella siente,
no me empeño en llamarla hermana.
Me gusta por ser piedra,
me gusta porque no siente,
me gusta porque no tiene parentesco conmigo.

Otras veces oigo pasar el viento:
Vale la pena haber nacido
sólo por oír pasar el viento.

No se que pensarán los otros al leer esto;
creo que ha de ser bueno porque lo pienso sin esfuerzo;
lo pienso sin pensar que otros me oyen pensar,
lo pienso sin pensamientos,
lo digo como lo dicen las palabras.

Una vez me llamaron poeta materialista.
y yo me sorprendí: nunca habia pensado
que pudiesen darme este o aquel nombre.
ni siquiera soy poeta: veo.
Si vale lo que escribo, no es valer mío.
el valer esta ahí, en mis versos.
todo esto es absolutamente independiente de mi voluntad. "

POEMAS DE LEOPOLDO LUGONES




EL NIDO AUSENTE

Sólo ha quedado en la rama
un poco de paja mustia
y, en la arboleda, la angustia
de un pájaro fiel que llama.
Cielo arriba y senda abajo,
no halla tregua a su dolor,
y se para en cada gajo
preguntando por su amor.
Ya remonta con su queja,
ya pía por el camino
donde deja en el espino
su blanda lana la oveja.
Pobre pájaro afligido
que sólo sabe cantar
y, cantando, llora el nido
que ya nunca ha de encontrar.


EL HORNERO

La casita del hornero
tiene alcoba y tiene sala.
En la alcoba la hembra instala
justamente el nido entero.

En la sala, muy orondo,
el padre guarda la puerta,
con su camisa entreabierta
sobre su buche redondo.

Lleva siempre un poco viejo
su traje aseado y sencillo,
que, con tanto hacer ladrillo,
se la habrá puesto bermejo.

Elige como un artista
el gajo de un sauce añoso,
o en el poste rumoroso
se vuelve telegrafista.

Allá, si el barro está blando,
canta su gozo sincero.
Yo quisiera ser hornero
y hacer mi choza cantando.

Así le sale bien todo,
y así, en su honrado desvelo,
trabaja mirando al cielo
en el agua de su lodo.
Por fuera la construcción,
como una cabeza crece,
mientras, por dentro, parece
un tosco y buen corazón.

Pues como su casa es centro
de todo amor y destreza,
la saca de su cabeza
y el corazón pone adentro.

La trabaja en paja y barro,
lindamente la trabaja,
que en el barro y en la paja
es arquitecto bizarro.

La casita del hornero
tiene sala y tiene alcoba,
y aunque en ella no hay escoba,
limpia está con todo esmero.

Concluyó el hornero el horno,
y con el último toque,
le deja áspero el revoque
contra el frío y el bochorno.

Ya explora al vuelo el circuito,
ya, cobre la tierra lisa,
con tal fuerza y garbo pisa,
que parece un martillito.

La choza se orea, en tanto,
esperando a su señora,
que elegante y avizora,
llena su humildad de encanto.

Y cuando acaba, jovial,
de arreglarla a su deseo,
le pone con un gorjeo
su vajilla de cristal.

LEOPOLDO LUGONES - ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO




A TI ÚNICA

Un poco de cielo y un poco de lago
donde pesca estrellas el grácil bambú,
y al fondo del parque, con íntimo halago,
la noche que mira como miras tú.

Florece en los lirios de tu poesía,
la cándida luna que sale del mar.
Y en flébil delirio de azul melodía,
te infunde una vaga congoja de amar.

Los dulces suspiros que tu alma perfuman,
te dan, como a ella, celeste ascensión.
La noche...tus ojos...un poco de Schumann...
y mis manos llenas de tu corazón.

DIA DEL ESCRITOR - LEOPOLDO LUGONES



13 de junio. En la Argentina se celebra el Día del Escritor

“La poesía no es del que la escribe sino del que la necesita”, dice en el filme El Cartero uno de sus protagonistas. Y en esa frase parece estar escondida sin más vueltas la función del escritor: llevar pensamientos, historias, fantasía, sentimientos, narraciones o simplemente palabras con sentido a sus lectores. Es lo que hacía por ejemplo Leopoldo Lugones, uno de los más prestigiosos escritores de nuestro país, a quien hoy recordamos.

El escritor es una persona con profunda y permanente necesidad de comunicarse, aunque paradójicamente lo haga en silencio. Y es asombrosa la riqueza que se produce en esa especie de diálogo sin palabras dado entre quien escribe y quien lee lo escrito. Esta forma de comunicación posee la virtud de lo perdurable y la riqueza de lo meditado, porque quien deja algo escrito lo firma para siempre (no como a las palabras, que “se las lleva el viento”), y quien lee tiene a su vez la oportunidad de detenerse a pensar, analizar y digerir lo leído, para luego continuar. Y así puede volver sobre un texto cuantas veces quiera, seguramente encontrando nuevos significados sucesivamente. Este era, precisamente, uno de los grandes dones del gran escritor y aviador francés Antoine de Saint Exupery, autor de El Principito y su indeleble máxima: “Lo esencial es invisible a los ojos”. Esta obra que nunca pasará de moda posee la virtud de generar diversos sentidos según la óptica del lector, e incluso del mismo lector en diferentes edades. Así, por ejemplo, la misma persona que ve en El Principito un simpático cuento infantil al leerlo de niño, podrá encontrar en él una profunda reflexión sobre el sentido de la vida si vuelve a leerlo algunas décadas después.
Hay al servicio de los escritores diversos géneros literarios: novelas, cuentos, poesías (en sus variadas formas), ensayos, artículos periodísticos, narraciones históricas, aforismos, etc. Cada uno frecuenta aquellos con los que siente mayor afinidad y mejor se adaptan a su propio estilo y a lo que quiere transmitir. Así es que Jorge Luis Borges, por ejemplo, nunca escribió una novela. Volcaba su imaginación en los cuentos, su pensamiento en ensayos y su creatividad en poesías.
Leopoldo Lugones, en cuya memoria se conmemora el 13 de junio el Día del Escritor, nos dejó una obra abundante y multifacética, en la que recorre la mayoría de los géneros. Fue precursor de toda una generación de escritores argentinos y fundó la Sociedad Argentina de Escritores.

Leopoldo LugonesLugones nació precisamente un 13 de junio (1874) en Villa María del Río Seco (Córdoba) y falleció el 18 de febrero de 1938 en el Delta del Paraná (Tigre, Buenos Aires). Su familia era tradicionalmente cordobesa y en la capital provincial cursó sus estudios superiores. Hijo de Santiago Lugones y Custodia Argüello, era el mayor de cuatro hermanos, y ya a los diez años se destacaba por su memoria y su gusto por la lectura.
En su etapa universitaria en Córdoba, desarrolló su veta literaria y de periodista. Se definió tempranamente como anticlerical en el pensamiento libre y hasta llegó a fundar un centro socialista, aunque su pensamiento, siempre polémico, fue cambiando con la edad, a tal punto que en 1924 hizo famosa en Ayacucho la frase “ha sonado en América la hora de la espada”. Es que siempre estuvo volcado de lleno a la discusión por el destino de un país que él veía a la deriva y desorientado.
En 1896 su vida dio un vuelco decisivo: se casó con Juana González y se mudó a Buenos Aires, donde se unió a un grupo socialista de escritores rebeldes contra el orden social y político, que integraban José Ingenieros, Roberto Payró, Alberto Gerchunoff, Miguel Ugarte, Ernesto de la Cárcova.
Ganó prestigio como poeta, orador y polemista, y comenzó a publicar en periódicos como el socialista La Vanguardia (desde allí canta a la ciencia y a la igualdad, llama a la lucha por las ideas y hasta deja traslucir sus dolores) y el roquista Tribuna, y también en La Nación (gracias a su amigo Rubén Darío), donde llegó a dirigir el suplemento literario.
En 1897 nació su único hijo y publicó su primer libro: Las montañas del oro (poesía). Fue la primera obra de su prolífico legado, que lo convertiría en una de las figuras centrales de la cultura argentina.

11 de junio de 2009

INVITACION A LAS 2001 NOCHES

"Si es posible el poema es posible la vida"
MIGUEL O. MENASSA

LAS 2001 NOCHES
Ciclo Poético - Musical
en LA FORJA
Café Cultural
Bacacay 2414 Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Coordinan los poetas y psicoanalistas:

LUCIA SERRANO y JORGE MONTIRONI

Te esperamos el domingo
14 de Junio a las 18 hs.

Presentaremos la revista virtual de
Poesía, Aforismos y Frescores:
LAS 2001 NOCHES

Dirigida por el Dr. Miguel O. Menassa

MICRÓFONO ABIERTO


INFORMES: Tel./fax: 4749-6127 y 4903-7853

luciaserrano@las2001noches.com jorge_montironi@hotmail.com

GRACIAS POR LOS PREMIOS QUE HE RECIBIDO





GRACIAS CARMEN POR ESTOS PREMIOS

10 de junio de 2009

SUEÑOS DE LA PRISION

Hoy deseeé
repetir
mis llantos
mis memorias
mis estaciones
mis sueños
mis deseos
mis amores,
y comencé
a escribir
una leyenda
inconclusa

Lucía Serrano

NOS AMABAMOS

a Alberto Briscioli

Amábamos las lluvias de neptuno,
los pájaros de fuego,
lo abierto de las flores,
los espejos del alma.
Amábamos cualquier espejismo encapsulado,
las visiones, los malentendidos,
las palabras rotas, el sinsentido.
Sobre todo, amábamos el equilibrio
de los amaneceres,
las raíces liberadas del crecimiento.
Amábamos las piedras preciosas,
las penumbras iluminadas,
y toda certeza inalcanzable.
Amábamos los pieles rojas,
las hendiduras de todos los secretos.
Nos amábamos.

(del libro de Lucía Serrano "Blues para la corona")

SUEÑOS DE LA PRISION

El príncipe amaba las riquezas
la princesa las verdades.
Defecto antiguo
que por desconocimiento
ninguno de los dos
pudo atacar.

Desobedecer al reino
contrarió la belleza
de semejante encuentro.

Lucía Serrano

8 de junio de 2009

LEYENDO A GEORG TRAKL

DE PROFUNDIS

Sobre un campo de rastrojos cae una lluvia negra.
Un árbol pardo se yergue en soledad.
Un viento silbante gira en torno de cabañas vacías.
No hay anochecer más triste.

Al pasar junto al poblado
la tierna huérfana recoge todavía unas pocas espigas.
Sus redondos ojos dorados se demoran en el
crepúsculo,
y su regazo aguarda al celestial prometido.

Al volver a casa
los pastores encontraron el dulce cuerpo
podrido en la maleza.

Una sombra soy alejada de los tétricos poblados.
El silencio de Dios
lo bebí en la fuente de la arboleda.

Un frío metal invade mi frente.
Existen arañas que buscan mi corazón.
Existe una luz que se apaga en mi boca.

Al llegar la noche me encontré en la campiña
cubierto de inmundicias y de polvo de estrellas.
Entre los avellanos
una vez más tintinean ángeles de cristal.


Georg Trakl, traducción de Aldo Pellegrini, Ed. Corregidor

6 de junio de 2009

LA TECLA DE LA VERDAD LA TOCA LA POESIA

La muerte nos escupe a la cara su negritud,

hemos sido arrojados al vacío sin nombre:

mortalmente heridos por la parca,

con el curare de la palabra paralizando nuestros músculos,

La libertad está en matar todas las aves que anidan en nosotros

enjaularlas entre humanas palabras,

para que recuperen el aliento vital,

instilarles el hálito del deseo,

atarlas sin piedad al verbo.

El amor, cuando no es a la letra,

empoza el alma, ciega y ensordece

con su clamor, los ojos más preclaros,

los más altos oídos.

La riqueza está en el camino,

pero ella no son los labios para el último beso,

ella no es el objeto del abrazo final,

su brillo es ácido para los ojos ciegos.

Es a ti poesía, a la que amo,

porque tú me enseñaste a amar al hombre,

a bendecir los partos de la tierra,

a recibir los restos de tu nombre en los jirones

de la ropa raída del poeta.

El poeta sabe que respira por tu boca,

y sólo tu presencia es su luz,

el poeta sabe que mira por tus ojos,

y en esa hendidura por la cual el mundo

se le muestra, deposita las larvas de sus versos.

En este piano que es el mundo,
este concierto de veleidades y de máscaras,
sólo la poesía toca,
con maestría irrepetible,
la tecla de la humana verdad.

Alejandra Menassa de Lucia



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FEDERICO GARCIA LORCA

Huida de Nueva York

Vals en las ramas

Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama.
La monja
cantaba dentro de la toronja.
La niña
iba por el pino a la piña.
Y el pino
buscaba la plumilla del trino.
Pero el ruiseñor
lloraba sus heridas alrededor.
Y yo también
porque cayó una hoja
y dos
y tres.
Y una cabeza de cristal
y un violín de papel
y la nieve podría con el mundo
una a una
dos a dos
y tres a tres.
!Oh, duro marfil de carnes invisibles!
¡Oh, golfo sin hormigas del amanecer
Con el numen de las ramas,
con el ay de las damas,
con el croo de las ranas,
y el geo amarillo de la miel.
Llegará un torso de sombra
coronado de laurel.
Será el cielo para el viento
duro como una pared
y las ramas desgajadas
se irán bailando con él.
Una a una
alrededor de la luna,
dos a dos
alrededor del sol,
y tres a tres
para que los marfiles se duerman bien.

5 de junio de 2009

111 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE FEDERICO GARCÍA LORCA

Huida de Nueva York

Pequeño vals vienes

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

3 de junio de 2009

BESTIA ILUMINADA

Yo creìa que el mar era siempre violento
y me recostaba en las arenas tibias,
esperando el frìo brutal de todos los inviernos.
Yo querìa tener fe para amar el aroma
dormido en los encierros.
Desesperada me aproximaba siempre a los barrancos,
esa era la lìnea de llegada,
y allì, nunca pensè en lo imposible
de toda búsqueda sagrada.
Allì, siempre me hipnotizaba el abismo,
la caìda constante,
la falta de voz que me enseñaba.
Allì, la bestia iluminada que vivìa conmigo,
me proponìa nuevamente la caìda,
y era tanta la altura, que yo aceptaba.

(del libro inèdito de Lucia Serrano “REVIENTE”)

1 de junio de 2009

ITINERARIO CONOCIDO

Amar la ausencia para ellos dos, era un itinerario conocido.
Al final se quedaron solos una vez más en la intemperie del vivir, adelantados
a las épocas brillantes de extrema lejanía.
Creencias había por todas partes.
Estaban convencidos de la inutilidad de todas las palabras, pero no de algunas,
por eso hablaban largas horas hasta el amanecer, donde los sorprendía el tiempo
cotidiano en el que no vivían.
Habían nacido para ser hombres famosos, admirados por eminencias de este mundo.
Sus opiniones que eran muchas, daban luz a cualquier tiranía.
Despreciaban las falsas emociones y las seguridades de vanas esperanzas.
Privados desde los orígenes de la llama oscura en noches donde el fuego se hacía signo etéreo de lo humano, no buscaron certezas.
Caminando sobre todas las audacias, la vida no alcanzaba para ellos.
Tiempo de luz para que el corazón brille impecable y encuentre las diferentes
posibilidades de transformarse en compañía.
Solo tenían para vivir una sed insaciable, un itinerario conocido.

Lucía Serrano