Pasan las horas mientras el mundo
duerme.
Poesía, la voz me somete a despreciar
el oro que no calme la sed de tu horizonte.
Sueño que he muerto y desconocidas
palabras
visitan la niebla atada a mis ojos.
¡Oh vida abandonada por los vicios!
¡Oh vida repetida, incorregible!
¡Oh vida no vivida!
Son caras las derrotas que jamás has
tenido.
Debe haber la hora del descanso,
hora del que acepta no ascender más
y detenido ríe, sin ambiciones.
Soledad que viniste a visitarme
y te alojé por curiosidad.
Ya somos dos,
desertores de cualquier encuentro.
Algunos días, preferiría desconocer tu
guarida.
LUCIA SERRANO (del libro inédito "MASCARAS")
A veces es bueno tener ratos de soledad pero no que se aloje en nosotros por mucho tiempo.
ResponderEliminarun besote de saborescompartidos.