LOS ENCUENTROS
III
Saliste tú y no el sol, de mediodía,
pues llamo al imposible por su nombre.
Parado de repente, como un hombre,
eras casi la luz que me insistía.
Tu casa estaba, por lo sola, fría,
y cuando nos besamos tuvo un ala
que aún debe estar volando por la sala.
Dije que no, que tumba, que venía
un porvenir de arañas y de acero.
Dije que no, que no; lo dije pero
la lluvia es una lágrima tan bella
(siempre ha llovido donde muero y paso)
que hubo el silencio del amor acaso
y entre mis muslos progresó la estrella.
CARILDA OLIVER LABRACuba-1924
De “Las palabras y el tiempo”
Saliste tú y no el sol, de mediodía,
pues llamo al imposible por su nombre.
Parado de repente, como un hombre,
eras casi la luz que me insistía.
Tu casa estaba, por lo sola, fría,
y cuando nos besamos tuvo un ala
que aún debe estar volando por la sala.
Dije que no, que tumba, que venía
un porvenir de arañas y de acero.
Dije que no, que no; lo dije pero
la lluvia es una lágrima tan bella
(siempre ha llovido donde muero y paso)
que hubo el silencio del amor acaso
y entre mis muslos progresó la estrella.
CARILDA OLIVER LABRACuba-1924
De “Las palabras y el tiempo”
perdón no fui yo quien pasó este poema, lo tomé de otro lado y ahora me doy cuenta que hay un error cuando el poema termina dice que es de LAS SILABAS Y EL TIEMPO y acá dice de las palabras y el tiempo, ese es el error.
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